48.383

31 ene 2016 / 22:50 h - Actualizado: 31 ene 2016 / 22:51 h.

La cifra que encabeza a modo de título este artículo editorial es la del número de ocasiones en las que se ha editado El Correo de Andalucía desde su fundación, de la que hoy se cumplen 117 años. En el texto que marcaba las líneas maestras del proyecto periodístico, el Cardenal Spínola hablaba de la necesidad de que el nuevo diario reuniera «amenidad, oportunidad, belleza en la forma, brevedad, seriedad e imparcialidad» y el mandato sigue contando con una incuestionable vigencia en el compromiso de la nómina de periodistas a los que hoy nos toca emocionarnos con cada número de El Correo que sale a la calle, y de seguir los pasos de los cientos de profesionales de la información que trabajaron bajo las mismas premisas, bajo la misma cabecera. Pero nuestro compromiso también debe ser hoy con el resto de formatos que la sociedad escoge para informarse, haciendo prevalecer una marca en la que instituciones y ciudadanos han demostrado su confianza a través de los tiempos. El Correo de Andalucía no sería hoy lo que es sin que su redacción, sus colaboradores y sus gestores y administradores no hubiesen entendido el mensaje que lanzaban los tiempos, cada uno de los mismos tiempos de la historia que quedaron retratados en las páginas del periódico.

El tiempo sigue lanzando mensajes. Ahora nos cuenta que la adaptación al medio digital es imprescindible, paradójicamente, para garantizar la existencia de la edición impresa. El tiempo, los tiempos, nos hablan ahora de la importancia de las redes sociales escogidos igualmente por la sociedad como medio de comunicación, y de otros formatos como la televisión. Y ese fue probablemente el principal mensaje fundacional que nos lanzaron los primeros sevillanos que firmaron en las páginas de El Correo, y cuyo testigo recogemos cada día, 117 años después: de la misma manera que el periódico nacía para atender a una necesidad a finales del siglo XIX, debemos permanecer atentos a todo lo que Sevilla, nuestra razón de ser, nos cuenta para adaptarnos a las necesidades que el tiempo marca.

Hoy, 1 de febrero, es la fecha más importante de cada año en la redacción de El Correo de Andalucía. Un momento que sirve para mirar atrás, pero también para mirar hacia el futuro inmediato. Hemos querido hacer coincidir esta fecha, y esta edición, que es la número 48.383, con una serie de adaptaciones que los lectores irán descubriendo de forma sutil a lo largo de las próximas semanas. Las apreciarán en la edición impresa, pero también en la digital en elcorreoweb.es , en los perfiles del periódico en la redes sociales, en la parrilla de programación de El Correo Televisión y también en la presencia de la marca en la vida pública de la ciudad.

Todas esas adaptaciones, ténganlo claro, irán encaminadas a garantizar la viabilidad de un hermoso y veterano proyecto, y a cumplir con nuestro compromiso diario con quienes lo han apoyado, eligiéndolo para informarse, desde el 1 de febrero de 1899. Todos esos sutiles cambios irán encaminados a perseguir «amenidad, oportunidad, belleza en la forma, brevedad, seriedad e imparcialidad». A ser más El Correo que nunca, o tanto como siempre.