El valor de la energía

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13 ene 2017 / 08:20 h - Actualizado: 13 ene 2017 / 08:22 h.
  • El valor de la energía

La híper dependencia de muchas de las economías del mundo respecto al precio del petróleo es un problema que es crónico y nadie ha sabido solucionar.

Si la OPEP; organización que aglutina a muchos de los principales productores de petróleo del mundo y que, aun sin contar con todos ellos, sigue siendo el referente mundial; si la OPEP, decíamos, modifica su producción y anuncia una rebaja de 1,2 millones de barriles diarios; tal y como hizo fechas atrás; todas las alarmas comienzan a sonar con fuerza. Un cambio de esta índole provoca otros en diferentes estratos que afectan a todo y a todos. Por supuesto, las economías domésticas se ven atacadas por estas alteraciones de forma inmediata. Normalmente, mucho antes que cuando el precio del petróleo baja en lugar de subir. Esto es algo de enorme importancia porque si la repercusión en los hogares del incremento del precio del crudo es notable hay menos dinero para consumir y sin un consumo aceptable las cosas no funcionan en el mercado.

La economía de todo el mundo se ve afectada si los precios del petróleo van en una dirección u otra. Y España, en concreto, vive esa realidad con intensidad. No hay que olvidar que, durante la crisis, ha sido el factor que ha mantenido en cierto orden el proceso de recuperación junto con los intereses en niveles bajísimos hasta ahora desconocidos. Si en los hogares la incidencia de las variaciones al alza de los precios del petróleo es alta, en la economía nacional todo se complica con índices de inflación elevados, unos costes en las empresas que destrozan sus cuentas de resultados y una balanza comercial del país que se desequilibra peligrosamente casi siempre.

Pasarán años hasta que la híper dependencia mundial vaya cediendo ante otro tipo de energías. Y son esas energías las que deberían comenzar a tener una presencia importante a nivel mundial. Desde luego, que en España ningún Gobierno sea capaz de hacer una apuesta ordenada y valiente es algo inexplicable.

Pero, por otro lado, tampoco se entiende del todo bien cómo es posible que, por ejemplo, los vehículos eléctricos o híbridos no tienen mayor presencia y protagonismo en ciudades que tienen un problema de contaminación importante. Una campaña de apoyo a este tipo de vehículos por parte de la Administración sería más que interesante, al menos, por esos dos motivos: Menor contaminación y menor consumo de petróleo.

Son muchos los problemas que genera una subida del precio de los crudos y son muchos los problemas por resolver. Lo sorprendente es que no existan medidas contundentes que busquen aliviar ninguno de ellos.