Seguridad en la carretera

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01 feb 2017 / 08:28 h - Actualizado: 01 feb 2017 / 08:28 h.
"Tráfico","Seguridad vial"
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La siniestralidad en las carreteras españolas ha crecido durante el último año. El dato es especialmente preocupante puesto que la tendencia de los últimos periodos valorados era la contraria y, por otro lado, los esfuerzos por parte de la Dirección General de Tráfico han sido importantes y costosos para evitarlo. Sin éxito.

Tradicionalmente, las campañas de concienciación y dotación de elementos técnicos que invitaban a realizar una conducción responsable y sensata, han sido las bases de la lucha contra la muerte en las carreteras españolas.

El consumo de alcohol y drogas diversas, no utilizar el cinturón de seguridad o el envejecimiento del parque automovilístico son algunas de las razones por las que el número de accidentes se ha elevado y las víctimas han sobrepasado a las del año anterior.

El Ministerio del Interior estudiará los tramos de carretera en los que es posible adelantar y con un número de siniestros más elevados; y elaborará un listado de puntos negros para poder proceder a la instalación de radares fijos con los que controlar el exceso de velocidad y el uso del cinturón de seguridad. Serán quince las medidas que se tomen de forma urgente que, también, incorporarán medidas para peatones y ciclistas, o sobre el uso del teléfono móvil al conducir.

Y todo esto está muy bien. Cualquier medida que se tome para paliar esta lacra que vivimos desde hace tantos años es bien recibida. Sin embargo, además de los planes del Ministerio del Interior, está la concienciación de los conductores, peatones y ciclistas. Es imprescindible que las medidas que se tomen no tengan la apariencia de estar ancladas al afán recaudador, que no puedan existir sospechas sobre la necesidad de los radares o el lugar de colocación de los mismos. No sería la primera vez que la ubicación de un radar es criticado por su aparente inutilidad respecto a la seguridad en la carretera. Es difícil entender cómo las medidas técnicas no están localizadas en puntos de verdadero peligro para los conductores y sí en las zonas en las que infringir la norma es más sencillo por el trazado de la carretera.

Las campañas de concienciación son muy importantes y funcionan sin ningún problema cuándo el que se enfrenta a ella cree tener la certeza de estar recibiendo una información auténtica. Cualquier duda ante un consejo hace que este se convierta en motivo de rechazo.

Por tanto, bienvenida a las nuevas medidas. Y el deseo de un uso práctico y, sobre todo, humano, que nos despoje de la lacra que supone la muerte en la carretera de miles de personas.