Bendito mercado de invierno (2-1)

LA CRÓNICA. El Betis se agarra al doblete del debutante Loren y la firme actuación defensiva de su gran fichaje invernal, Bartra, para ponerse de nuevo a tres puntos de la sexta plaza tras vencer a un Villarreal peleón que jugó una hora con un futbolista menos

03 feb 2018 / 17:55 h - Actualizado: 03 feb 2018 / 23:13 h.
"Real Betis"
  • Varios jugadores del Betis celebran el gol de Loren. / Jesús Barrera
    Varios jugadores del Betis celebran el gol de Loren. / Jesús Barrera

El Betis demostró ayer que el mercado de enero no tiene por qué ser malo como lo pintan y venció al Villarreal en un partido intenso y entretenido, pero también impreciso y sufrido, que se decidió gracias a dos goles de una de sus incorporaciones invernales, el debutante Loren, todo un descubrimiento, y la magnífica actuación de otro de sus fichajes, Bartra, secundado por Feddal hasta que se lesionó. Ahora bien, ni mucho menos fue un partido perfecto. En el debe de los verdiblancos hay que consignar el padecimiento que hicieron pasar a los 50.000 aficionados que fueron al Villamarín a pasar la tarde a pesar de jugar una hora con un futbolista más ante un muy buen rival que, fiel a esa condición de notable de la Liga, no se rindió pese a la adversidad en que lo metió uno de los suyos, Bonera.

Setién revolucionó su formación y dibujó un 3-1-4-2 con Bartra en plan jefe de la zaga, Amat de mediocentro y Barragán y Durmisi como centrocampistas claros. El Villarreal, igual que el Celta y tantos otros rivales acostumbrados a tener la pelota, renunció a ella para esperar al Betis en su campo, aunque con el paso de los minutos ya hubo un mayor reparto en la posesión y la iniciativa. En todo caso, pocos fueron los huecos por los que alguno de los contendientes pudiese convertir su control momentáneo de la pelota en ataques fructíferos o peligrosos. Durante media hora, el balón sólo rondó a los porteros de lejos, en un remate de Amat que acabó en córner y un intento de vaselina de Bonera desde el centro del campo.

El partido, para ser sinceros, fue plano y aburrido hasta que el central amarillo se volvió loco y propinó una plancha mayúscula a Rubén Castro. Poco antes, Durmisi había enlazado su cuarto centro defectuoso desde una posición ideal para crear algo de inquietud en el área rival. Las internadas del danés estaban siendo casi la única muestra de verticalidad del Betis, que si bien tapaba correctamente cualquier amago de ataque amarillo, también era tapado con solvencia por su enemigo.

Tras la roja, el Villarreal prescindió de un delantero para recuperar el central perdido, aunque mantuvo a Fornals detrás de Bacca. La verdad es que asumió el nuevo escenario mejor que el Betis, hasta el punto de que dispuso de un buen intento tras una pérdida de Bartra que generó un rápido contragolpe y un chut desviado de Trigueros. Sin embargo, y el fútbol es así de paradójico, fue el Betis el que terminó yéndose al vestuario con ventaja. El responsable, y he ahí otra paradoja, fue un chaval que llevaba 45 minutos en Primera División: Loren. El marbellí acababa de disfrutar de la primera gran ocasión de su equipo tras una combinación entre Guardado y Durmisi. A la segunda no se lo pensó dos veces y largó un derechazo desde 25 metros que se le coló a Asenjo cerca de la escuadra. Golazo.

El impacto del 1-0 en el Betis (para bien) y el Villarreal (para mal) fue evidente. A los 18 segundos de la reanudación, Loren se plantó ante Asenjo pero con escasísimo margen. Cuatro minutos después, una gran arrancada de Bartra terminó en una falta que Guardado envió cerca del poste. Todo eran buenas noticias para el Betis hasta que Feddal se rompió el tendón de Aquiles y Setién tardó un minuto de reloj en meter a Camarasa para que Amat volviese a ejercer de central. Ese lapso generó un primer episodio de nerviosismo que Bacca aprovechó para rematar al poste entre el desconcierto de demasiados defensas.

Esos minutos de empuje visitante acabaron encontrando réplica en el Betis, que se valió de la primera jugada de cierto mérito de Fabián para consolidar su triunfo. El palaciego, dicho sea de paso, estuvo extrañamente aturullado en más de una acción, pero en el 2-0 largó un potente zurdazo que Loren, oportunista, desvió lo suficiente para despistar a Asenjo.

Con Sergio León ya en el sitio de Rubén Castro, el Betis se acomodó y el Villarreal, a pesar de su limitación numérica, recogió la iniciativa. Bacca ya avisó a Adán y Álvaro desperdició un remate muy franco desde la frontal del área chica antes de que el físico de Bartra no diese más de sí y el sistema defensivo del Betis, con Javi García y Amat junto a Mandi, mostrase grietas, en especial con el juego directo. El penalti del 2-1, de hecho, nació en un pase largo muy mal defendido. A partir de ahí, quince minutos de puro sufrimiento para un Betis demasiado alterado, incapaz de demostrar en el césped que eran once contra diez ante un Villarreal organizado por su lateral izquierdo. Por fortuna para los verdiblancos, el arreón de los amarillos no estuvo acompañado de la fuerza necesaria y los puntos, por fin, se quedaron en Heliópolis.

REAL BETIS: Adán; Mandi, Bartra (Javi García, m. 70), Feddal (Camarasa, m. 54); Amat; Barragán, Guardado, Fabián, Durmisi; Loren y Rubén Castro (Sergio León, m. 63).

VILLARREAL CF: Asenjo; Mario, Bonera, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Samu Castillejo (Javi Fuego, m. 73), Rodrigo, Trigueros (Cheryshev, m. 64); Enes Ünal (Álvaro, m. 35), Fornals y Bacca.

Goles: 1-0, m. 46 (+): Loren. 2-0, m. 65: Loren. 2-1, m. 80: Bacca, de penalti.

Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castellano-Manchego). Expulsó al visitante Bonera con roja directa (33’). Amonestó a Rodrigo (40’), Mario (40’) y Barragán (79’).

Incidencias: partido correspondiente a la 22ª jornada, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 50.102 espectadores.