Las excavaciones arqueológicas que se continúan realizando en Cantillana siguen sacando a la luz parte de su desconocido pasado. La prospección en el subsuelo del inmueble colindante al lugar donde se halló el mosaico de la Casa de los Delfines - en la calle Sacristán José Díaz Hidalgo - ha exhumado un nuevo pavimento romano. A falta de estudios más exhaustivos, todo parece indicar que formaría parte de un edificio de gran envergadura de la antigua Naeva.

El nuevo mosaico, hallado en el subsuelo de la Oficina Comarcal Agraria - O.C.A. -, es un pavimento ejecutado con la técnica 'opus figlinum', realizado con restos de ánforas y piezas de barro, recortadas en cuadros de diverso tamaño, y dispuestos de forma irregular. En Écija o Itálica hay documentados pavimentos similares, datados en torno al siglo IV.

Menos vistoso que el anterior mosaico, no correspondería a una zona noble del edificio, sino a un pasillo o zona de tránsito, según la hipótesis que plantea José Antonio Valiente, el arqueólogo responsable de la prospección. Sin embargo, en la zona excavada han sido hallados también vestigios de paramentos que estuvieron forrados de mármol y del que quedan restos tras haber sido arrancados. Este hecho, así como el encontrarse "aparentemente en la misma cota" que el mosaico de motivos marinos, pone a ambos en relación con un "un edificio suntuoso".

El hallazgo aún está pendiente de un estudio en profundidad que consiga datarlo - aunque parece presentar una cronología posterior al mosaico de los delfines -, y determinar si se trata del suelo original o un pavimento posterior. A pesar de ello, "si el mosaico anterior abrió una ventana al pasado de Cantillana, con este nuevo hallazgo se abre una puerta mayor" para completar "el puzzle" de la historia de la localidad.

Este mosaico ha sido encontrado en el proceso de vaciado de las bóvedas posiblemente medievales que sirven de cimientos al edificio que ocupan las oficinas agrícolas. Aunque actualmente la construcción es el resultado de la intervención de una escuela taller en el siglo XX, las instalaciones han sido anteriormente colegio, y pósito de grano en siglos pasados.

La colmatación de las bóvedas "ha sellado la historia de Cantillana desde el siglo XVII hasta la antigüedad". Gracias a ello, se han podido documentar estratos medievales, islámicos - datables entre los siglos X o XII, época de la que apenas se conocen retazos de muralla -, la Cantillana visigoda - "un absoluto misterio que se empieza a vislumbrar" - y la tardorromana. "El edificio tiene una historia muy viva, es un cofre con la historia de Cantillana", ha señalado el arqueólogo.

El inmueble es de titularidad municipal, cedido en su uso a la Consejería de Agricultura. Aunque se llegó a un acuerdo para el traslado de la O.C.A. a otras dependencias, la adecuación del nuevo destino de las oficinas ha dilatado la mudanza, por lo que en el antiguo Pósito se siguen desarrollando las labores administrativas. Así, "solo se ha cedido un tercio del edificio", que es el que está siendo intervenido. En él, se trabaja "a una cota de 2,70 metros bajo el nivel de la calle y con unas medidas de seguridad extremas", incrementadas tanto por encontrarse bajo una edificación como porque en estas se encuentren personas.

El proyecto contempla la eliminación de añadidos modernos que alteran el espacio original del inmueble- como tabiquería, enlucidos y solería, entre otros -y la limpieza de las bóvedas del subsuelo. La Comisión Provincial de Patrimonio dio luz verde a las obras el pasado mes de noviembre. Incluidas en el Plan de Empleo Estable de 2019, contemplan también una actuación en el barranco que baja hasta el antiguo cauce del río, donde se pretende - además de realizar trabajos de estabilización de los taludes - seguir realizando excavaciones y estudios arqueológicos.

Este barranco "ha sido históricamente un vertedero, pero también hay vestigios". En concreto, el arqueólogo se refiere a "las murallas o muros fuertes construidos para contener la meseta que constituye la ocupación más antigua de Cantillana, entre los ríos Guadalquivir y Viar". Y avanzando hasta el antiguo puerto, se van a realizar sondeos y prospecciones para "poder localizarlo, con lo que sería el primer puerto romano desaparecido del que se podría conocer su ubicación con exactitud".

Con la aparición del nuevo mosaico se refuerza el proyecto de creación en el antiguo Pósito de un centro arqueológico o colección museográfica, como ha manifestado la alcaldesa, Ángeles García, en anteriores ocasiones. Ello permitirá la reposición del mosaico de los delfines al lugar donde fue hallado y hacerlo visitable en su cota original. La pieza, tras ser extraída y restaurada, se expone provisionalmente en el antiguo Hospital de Todos los Santos. Con su aparición y su estudio, los nuevos hallazgos y las labores que se continúan realizando, "se va a poder trazar una secuencia arqueológica de cómo ha funcionado la ocupación antrópica de Cantillana", y poder así escribir su desconocida historia antigua.