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El Centro de Gestión de la Movilidad de La Ranilla controla el tráfico de la ciudad a través de 74 cámaras, que se irán ampliando según las previsiones del Consistorio. / El Correo
Tras la exitosa ausencia de incidentes en la Semana Santa y Feria, el Ayuntamiento ha sucumbido a los cánticos de sirena de la seguridad 3.0. El uso de cámaras ha servido como armadura para una capital hispalense que necesitaba poner coto a incidentes como el de las carreritas y, de primeras, parece haberlo obtenido por la vía tecnológica. Pero, ¿para qué detenerse en solo dos semanas de fiestas cuando puede tener vigilancia del tráfico extendida durante los 365 días del año?
Sevilla dispone en la actualidad de 74 cámaras para el control del tráfico: las 52 del centro de gestión del tráfico de Sevilla y las 22 resucitadas del extinto Plan Centro. Estas últimas, que estaban estropeadas, ya se han puesto en servicio, mientras que el resto se ha aprobado en junta de gobierno que se puedan a archivar las imágenes con una base de datos protegidas para posibles investigaciones judiciales.
El camino andado no tiene marcha atrás y la idea es que en los próximos años aumente exponencialmente el número de cámaras a disposición de la Delegación de Movilidad. ¿Por qué? Aunque solo se destine el tráfico, esto aporta una cantidad ingente de datos que permiten diseñar una estrategia de movilidad teniendo en cuenta los flujos de vehículos por franjas horarias, lo que supone una obsesión para el equipo que dirige José Lorenzo, cuyo objetivo es la no tan imposible cuadratura del círculo: conseguir menos atascos aunque haya más vehículos. Un sudoku que, con números fríos y al minuto, es mucho más factible de acometes. Así, está aprobada la instalación de un total de 114 nuevas cámaras de tráfico que abarcan los principales viales de la ciudad, desde Sevilla Este y el barrio tecnológico de la Cartuja hasta zonas como Padre Pío, Palmete o las inmediaciones del recinto ferial, que ha sido el primer lugar en el que se inició un proceso de implantación que puede durar varios años. También se proyectan cámaras fijas en los pasos subterráneos y sistemas de videovigilancia en algunos tramos urbanos de la SE-30 –sobre todo en el acceso a los polígonos– y de la SE-20.
Esas cámaras, que están debidamente señalizadas –ahí se ve en el listado que acompaña a esta noticia–, además de la pura gestión del tráfico también contarían con los permisos pertinentes para su utilización en caso de que así lo requiriera una investigación judicial.
Aparte de estos dispositivos, el Ayuntamiento dispone de cámaras autorizadas en las Setas de la Encarnación y en el entorno edificios públicos. «Todas dadas de alta y señalizadas», insisten desde el gobierno municipal. Los parques de bomberos de Pino Montano, Su Eminencia (Parque Sur) y San Bernardo (Parque Central) son los últimos que incorporarán sistema de videovigilancia para mejorar la seguridad y que se unirán al Parque de Carretera Amarilla, que cuenta con este tipo de dispositivos desde el año 2014, después de que varios ladrones cometieran robos ante las escasas medidas de seguridad en las instalaciones. El contrato se formalizó hace un mes con al grupo Seguridad Integral Secoex por un importe neto de 66.845 euros.
Los pliegos de condiciones mostraban un conjunto de cámaras (un total de 34) distribuidas en los tres parques, junto con un sistema de grabación y un sistema de gestión multiservicio que permita la integración futuras de otros subsistemas, como el control de accesos, de sistemas de seguridad o de alarmas técnicas.
