Más de 56.000 familias todavía dependen de la ayuda alimentaria

El Programa de Ayuda Alimentaria reparte más de 3,8 millones de kilos en 2017 en la provincia

10 abr 2018 / 07:28 h - Actualizado: 10 abr 2018 / 07:28 h.
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  • Alimentos recogidos para atender a las familias beneficiarias del Programa de Ayuda Alimentaria. / El Correo
    Alimentos recogidos para atender a las familias beneficiarias del Programa de Ayuda Alimentaria. / El Correo

Todavía son muchas las familias sevillanas que deben acudir a la caridad para poder llevar una alimentación digna. Más de 56.200, para ser exactos. Esa es la cifra de hogares sevillanos que entre mayo de 2017 y este mes de abril han sido atendidos por el Programa de Ayuda Alimentaria, en el que participan a medias Cruz Roja y el Banco de Alimentos. A lo largo del último año, ambas organizaciones han repartido más de 3,8 millones de kilos y litros de alimentos. De media, cada beneficiario ha recibido 20,3 kilos de alimentos en su cesta.

Cruz Roja, por ejemplo, ha atendido a más de 92.100 personas. Un total de 29.000 familias a las que se les ha repartido cerca de 1,95 millones de kilos y litros de alimentos. Por su parte, el Banco de Alimentos de Sevilla ha asistido a 99.433 personas en el último año. El grueso eran adultos, pero destaca que 4.147 son menores en edad de lactancia. Entre los 27.177 hogares se han entregado en esta edición del programa un total de 1.955.513 kilos.

En unos días cerrarán la tercera (y última) fase de este programa. Este nuevo ciclo de reparto arrancó el 1 de febrero y se prolongará hasta los próximos días. En ese periodo, ambas organizaciones han atendido a 62.871 personas en toda la provincia. En total, 18.825 familias han tenido que recurrir a esta ayuda en la última fase. En el reparto de estos alimentos colaboran más de 90 entidades, entre ayuntamiento, oficinas locales de Cruz Roja, comedores sociales y asociaciones y fundaciones.

El grueso de los usuarios vive en la capital. Pero Cruz Roja asiste a un numeroso grupo de familias en el área metropolitana. En esta tercera fase, por ejemplo, 1.150 vecinos de La Rinconada han precisado de este programa. En el segundo municipio más grande de la provincia, en Dos Hermanas, sólo la oficina local de Cruz Roja donó alimentos a 954 nazarenos, un montante que en realidad es mayor, dado que en la localidad trabajan otras asociaciones. En el Aljarafe, La Puebla del Río es el municipio con más necesidades: 883 cigarreros tuvieron que acogerse al programa de ayuda. Alcalá del Río es otro de los puntos con más beneficiarios, un total de 750. En total, Cruz Roja ayuda a llenar la nevera de los hogares de 60 localidades sevillanas.

Por su parte, el Banco de Alimentos de Sevilla asiste a cerca de 40 municipios con el Programa de Ayuda Alimentaria. Destaca la labor que hace en Lebrija, donde 463 familias (lo que se traduce en 2116 personas) precisan de este programa. Más llamativo si cabe es que en un municipio como Mairena del Aljarafe, con una de las diez rentas per cápita más elevadas de la provincia, haya 2012 personas –integradas en 528 familias- que tengan que recurrir a la ayuda alimentaria europea. Le siguen otros puntos como Morón, con más de 1762 beneficiarios; Dos Hermanas, donde el Banco de Alimentos suministra a 1.727 nazarenos; o Cantillana, con 1407 usuarios.

La cesta de la compra se completa con una quincena de productos no perecederos. Entre ellos, «aceite de oliva, arroz, conservas de atún y sardinas, cremas de verdura, garbanzos y judías en conserva, pasta, tomate frito, cereales, galletas, leche y cacao soluble», explica la responsable del Programa de Ayuda Alimentaria de Cruz Roja Sevilla, Isabel Pichel. La partida de leche fue la más cuantiosa, dado que superó los 750.000 litros, según datos facilitados por el Banco de Alimentos. Los lotes para bebés se componen de leche de continuación, cereales infantiles, y tarritos de fruta y pollo.

Aunque todavía son muchas las personas que precisan de este tipo de ayudas, Pichel reconoce que en los últimos años se ha producido «un descenso considerable de usuarios». No ha sido repentino, «sino que ha ido disminuyendo poco a poco». Los peores años se vivieron entre 2011 y 2013, cuando el número de personas que precisaban de la caridad se disparó. A partir de entonces, el número se fue reduciendo paulatinamente.

Una vez se cierre esta convocatoria (que será sobre mediados de abril) se abrirá el plazo para que las entidades renueven su documentación de cara a la próxima edición del Programa de Ayuda Alimentaria.