La provincia de Sevilla se quedó en puertas de bajar de la barrera psicológica de los 200.000 parados al cierre de 2017. Las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo (SEPE) contabilizaron un total de 201.199 personas inscritas en su registro, acercándose así al nivel de desempleo con el que contaba la provincia allá por 2009 (año que se cerró con 199.013 parados).

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El paro en los 105 pueblos de Sevilla en 2017

El recién concluido 2017 se caracterizó, laboralmente hablando, por mantener la senda de descenso del paro emprendida en los últimos ejercicios, si bien sus efectos se sintieron con menor intensidad que en 2016. Así, en el conjunto de la provincia se registraron 14.696 desempleados menos en comparación con el año anterior, lo que supone un recorte del 6,8 por ciento. Una bajada más suave que la protagonizada en 2016, que se saldó con la salida de 19.418 personas de las listas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), según las estadísticas del Ministerio de Empleo, y una caída del 8,25 por ciento.

Nueve de cada diez municipios sevillanos se contagiaron de esta tendencia favorable, de modo que el desempleo descendió en 93 de los 105 que conforman la provincia. Por contra, once localidades vieron incrementar la cifra de vecinos parados, aunque es cierto que lo hicieron en muy escaso número (en total sumaron 120 nuevos apuntados al paro) y solo uno, Lora de Estepa, mantuvo su contador laboral sin cambios y cerró 2017 igual que lo comenzó.

Los mejores comportamientos los protagonizaron, por este orden y en términos relativos (porcentuales), El Rubio (-16,14 por ciento), El Real de la Jara (-16 por ciento), San Nicolás del Puerto (-14,86 por ciento), Los Molares (-14,82), Montellano (-14,73), Cazalla de la Sierra (-14,26), Pruna (-14,20), Alanís (-13,51), El Pedroso (-13,41), Cañada Rosal (-13,39), Las Navas de la Concepción (-13,13), Arahal (-13), El Coronil (-12,8) y El Castillo de las Guardas (-11,8). –Ver el detalle en la tabla anexa–.

En el extremo opuesto, las mayores subidas coinciden con las poblaciones menos populosas, por lo que hay que tener en cuenta que una pequeña variación en su registro de parados provoca porcentajes llamativamente elevados. Es lo que ocurre en la práctica totalidad de los casos. Así, en El Madroño, cuatro parados más representaron un aumento del desempleo del 21 por ciento en el pueblo. En Castilleja del Campo el alza fue del 16 por ciento con nueve desempleados más, mientras que en Gilena se apuntaron al paro 14 vecinos (+10 por ciento). En este grupo también se incluyeron Villanueva de San Juan (con un aumento del 6,32 por ciento y seis parados más), Martín de la Jara sumó nueve inscritos, al igual que Alcolea del Río, con subidas del 5,8 y y 5 por ciento, respectivamente. En el caso de Espartinas –el único de los grandes municipios que se desmarcó de la tendencia general– el incremento fue del 4,7 por ciento, con 53 desempleados más en el año.

Cierran este listado Los Corrales (+3,1 por ciento y seis vecinos), La Campana (+1,45 y cuatro desempleados más) y Casariche (+1,23 y otros cuatro parados más).

Impacto de la crisis

El saldo laboral de la crisis –si la encuadramos desde el ejercicio 2008– arroja que, a día de hoy, hay casi 32.500 parados más que antes de que empezara el ciclo de coyuntura económica adversa. De hecho, solo 21 pueblos de la provincia lograron mejorar su situación respecto a la que presentaban hace nueve años. Un ranking que lidera Marinaleda con 57 inscritos menos, una bajada del paro del 43,2 por ciento, y que sitúa en segundo lugar a Los Corrales, con un recorte del 27 por ciento y 74 vecinos menos en situación de desempleo. Cierra el podio Arahal, con un retroceso del 19,4 por ciento y 356 personas.

En el extremo opuesto, la subida del paro la encabezó Castilleja del Campo, que más que duplicó el paro en este intervalo, al pasar de 27 a 66 inscritos (+144 por ciento). Alcolea del Río lo aumentó en 82 personas, un 74,5 por ciento, mientras que en Espartinas se incrementó un 72 por ciento, con 491 nuevos desempleados.

Cabe en este punto recordar que las listas del antiguo Inem son un registro de demandantes de empleo y que su variación no implica de facto que se haya encontrado un empleo, sino que puede responder a varios motivos como el cambio de residencia.

La capital resta 4.948 parados, solo el 37% son mujeres

La ciudad de Sevilla concluyó el año pasado con 72.679 parados registrados en el SAE, un 6,4 por ciento menos que al cierre de 2016. En cifras absolutas, salieron de las listas del paro 4.948 personas en el conjunto del ejercicio, aunque con dispar comportamiento según el género. Hombres fueron el 63 por ciento de quienes abandonaron estas listas (3.127 varones), frente al 37 por ciento de mujeres (1.821). Una brecha de desigualdad que se siguió acrecentando en 2017, puesto que se amplió en 1,3 puntos porcentuales. Y es que al analizar quién integra el registro en la capital se extrae que el 57 por ciento de los demandantes de empleo son mujeres, según los datos del Observatorio Argos. En el periodo comprendido entre 2008 y 2017, Sevilla ciudad aún no ha conseguido retornar a los niveles previos al despertar de la crisis, como muestra el hecho de que a día de hoy cuente con 12.154 desempleados más que hace nueve años. Esta evolución refleja un incremento del 20,1 por ciento, según los datos de los Servicios Públicos de Empleo.

¿Cómo se comportaron las grandes ciudades?

¿Y qué ocurrió en los cinco mayores municipios de Sevilla por población? Vamos al detalle. En el caso de Dos Hermanas, el año pasado se registró un descenso del paro del 5,85 por ciento (953 desempleados menos), al tiempo que en Alcalá de Guadaíra el descenso se notó con un poco más de intensidad (-7,44 por ciento y un recorte de 736 personas). En Utrera fueron 273 los vecinos que abandonaron el registro en 2017, lo que representa una bajada del 3,6 por ciento. Por su parte, Mairena del Aljarafe vio salir de las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) a 248 personas, lo que supuso una caída del 5,66 por ciento, mientras que en Écija el retroceso fue más pronunciado, del 9,26 por ciento, lo que se tradujo en 426 inscritos menos. Si ampliamos la lupa al horizonte temporal de la crisis, ninguna de las cinco grandes logró retornar a los niveles previos a 2008. Así, en Dos Hermanas computan 2.237 parados más; Alcalá de Guadaíra sumó otros 1.463 en este periodo, mientras que en Utrera se inscribieron 1.210 personas al SAE y 943 hicieron lo propio en las sucursales de Mairena del Aljarafe. Écija incrementó también su saldo en 623 personas.