El entorno de Valencina de la Concepción donde descansan los dólmenes de La Pastora y Matarrubilla, vestigios del asentamiento humano que habitó el sector norte de la cornisa del Aljarafe durante la Edad del Cobre, será objeto de una actuación destinada a adecuar los aledaños de ambos monumentos megalíticos e instalar aseos, un módulo prefabricado que acoja un punto de recepción de visitantes, bancos y señalética, según ha informado a Europa Press el delegado territorial de la Consejería de Cultura, José Manuel Girela.
Según Girela, las actuaciones aprobadas cuentan con un presupuesto de aproximadamente 60.000 euros para mejorar los recursos habilitados para las visitas culturales y turísticas a estos dos dólmenes tipo ‘tholos’, conformados por un corredor o galería y una cámara central, que constituyen los máximos exponentes del fenómeno humano del megalitismo en la provincia de Sevilla.
La citada cuantía, según ha concretado el delegado territorial de la Consejería de Cultura, estará destinada a labores de “mantenimiento” en los aledaños de ambos dólmenes y el vallado de los mismos, así como a la instalación de aseos, un módulo prefabricado que funcione como punto de atención a los visitantes, bancos para el descanso de los mismos, señalética identificativa del enclave y una caseta para el servicio de vigilancia.
En estos momentos, según José Manuel Girela, la administración andaluza ya está elaborando los pliegos destinados al concurso gracias al cual serán contratados todos estos aspectos.
Los monumentos megalíticos de La Pastora y Matarrubilla corresponden a la Edad del Cobre, están declarados bien de interés cultural (BIC) y se encuadran en la superficie de 779 hectáreas de los términos municipales de Valencina y Castilleja de Guzmán protegidas como zona arqueológica, a cuenta de sus múltiples vestigios históricos.
La mayoría de tales restos arqueológicos derivan del asentamiento humano que, durante la Edad del Cobre, habría poblado con mayor o menor periodicidad esta zona del Aljarafe.
En ese sentido, un estudio publicado recientemente en la revista científica Journal of World Prehistory y recogido por Europa Press exponía que con una extensión calculada de unas 450 hectáreas, el asentamiento calcolítico de Valencina y Castilleja de Guzmán “es de lejos el mayor asentamiento de la Edad del Cobre” en toda la Península Ibérica y “posiblemente uno de los mayores de Europa occidental en la Prehistoria tardía”.
Dicho estudio, por cierto, planteaba la tesis de que este asentamiento humano habría tenido una función “ritual” o ceremonial y no urbana. Según la mencionada investigación científica, el asentamiento calcolítico de Valencina habría sido un lugar de reunión, “demostraciones competitivas y rituales”, con “cambiantes ocupaciones ocasionales o estacionales” de la zona, más que a una “densa ocupación permanente” de carácter urbano.