2.300 plazas de la Cartuja, pero los coches siguen aparcando en las aceras

Ni los bolardos ni las señales verticales son capaces de disuadir las malas prácticas de los conductores

05 sep 2016 / 23:12 h - Actualizado: 05 sep 2016 / 23:26 h.
"Movilidad","Carmen Castreño"
  • Las aceras paralelas a los carriles bici son uno de los lugares preferidos por los infractores.
    Las aceras paralelas a los carriles bici son uno de los lugares preferidos por los infractores.
  • Bolardos arrancados del suelo para estacionar los vehículos.
    Bolardos arrancados del suelo para estacionar los vehículos.

Palabra de concejal para radiografiar el terreno. «La verdad que hemos visto algunos coches mal aparcados». Así de certera, franca si se prefiere, se mostraba este lunes la primera teniente de alcalde, la socialista Carmen Castreño, durante su visita a la Cartuja. Lo cierto es que, a pesar de los intentos del Ayuntamiento por acabar con el aparcamiento ilegal, los conductores o no se dan por enterados o más bien desoyen las indicaciones del gobierno.

De momento, la apertura de las cuatro bolsas de aparcamiento en la avenida de Carlos III no ha servido para disuadir a los irredentos infractores. Y aunque algunas de estas pastillas lucían este lunes un importante grado de ocupación, solo bastaba con pasear por cualquier calle del parque para comprobar que las aceras seguían pobladas de vehículos y que la señalización vertical apenas se respetaba. Un todo vale a más de 40 grados con tal de aparcar el coche lo más cerca de la puerta del trabajo.

La estampa no deja lugar a las dudas. Toda la banda de acerado paralela al carril bici de la calle Leonardo da Vinci es el mejor ejemplo de ello. A diario, sin tapujos, son decenas los vehículos que quedan estacionados en un espacio reservado exclusivamente para peatones, que se ven obligados a sortear turismos para llegar a su destino. Lo mismo ocurre en el resto de avenidas del parque tecnológico sin que por el momento la Policía Local haya tomado cartas en el asunto y multado a quienes comenten las infracciones.

La situación se complica también alrededor de los grandes edificios de la Cartuja, como el de la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, donde la posibilidad de realizar gestiones puntuales provoca un repunte de la doble fila. A todo ello se suman los bolardos arrancados en vías como Max Planck o el no cumplimiento de las señales verticales que prohiben el aparcamiento. Algo muy frecuente en calles como Charles Darwin o Albert Einsten.

Ante este escenario, el Ayuntamiento parece ahora dispuesto a resolver la papeleta y anuncia que llegarán las multas. «Ya no hay excusas», dijo Castreño. Tampoco para sancionar a los infractores.