«Hoy tenía que ser un día alegre y mira qué tragedia». Es la frase que mejor resume lo ocurrido la tarde de este domingo en el hospital de Valme, donde nadie daba crédito a lo ocurrido. Una joven que estaba siendo trasladada a la habitación tras ser sometida a una cesárea quedó atrapada cuando el ascensor se accionó de forma inesperada. El celador que empujaba la camilla, la estaba sacando en ese momento cuando el elevador subió, de tal forma que la camilla quedó atrapada a la altura de la cabeza. Nada se pudo hacer por intentar salvarle la vida.
La propia consejera de Salud, Marina Álvarez, calificó el accidente de «inesperado y sorpresivo». Eran las 14.30 horas y Rocío Cortés Núñez ya estaba lista para ser trasladada a la habitación, situada en la tercera planta, tras haber sido sometida a una cesárea de su tercera hija en la segunda planta del centro hospitalario. Su marido y algunos familiares la esperaban ya cuando «escuchamos un golpe fuerte en el ascensor», explicó José Luis, el esposo de Rocío.
Nadie podía esperar entonces el triste desenlace, pues en ese momento lo que ellos escucharon es que «no se podía utilizar el ascensor porque estaba atascado entre la segunda y la tercera planta». «Cuando nos acercamos ya estaba todo acordonado. No la hemos vuelto a ver», consiguió explicar el joven visiblemente afectado. La familia asegura que el relato que el hospital les ha trasladado es que el celador, que precisó de atención psicológica tras el suceso, entró con la joven en el ascensor. En ese momento, las puertas fallaron haciendo el intento de cerrarse, pero cuando estaban dentro no lo hizo. «Así que decidió salir para subir en otro y fue cuando de repente se fue para arriba», señaló un cuñado de Rocío.
La camilla estaba prácticamente fuera, salvo la cabeza que desafortunadamente quedó atrapada en el ascensor, entre las dos plantas, tal y como confirmaron fuentes de la Policía Nacional. Según indicó a los periodistas la Gerente del hospital, Silvia Calzón, fue el jefe de la guardia el que dio aviso, e inmediatamente se llamó al 112, donde consta una llamada alertando de que una mujer había quedado atrapada por la cabeza en un ascensor, según confirmaron fuentes de este servicio de emergencias. Hasta el lugar se trasladaron la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación, la Policía Local y los Bomberos, que estuvieron trabajando hasta lograr rescatar el cuerpo sin vida de la chica. Al hospital también acudió el juez de guardia y el forense, que practicaron el levantamiento del cadáver, así como la Policía Científica.
Mientras tanto la dirección del centro comunicaron a la familia lo ocurrido, mientras numerosos familiares y amigos se acercaron al hospital con la intención de conocer a la pequeña Triana y de visitar a Rocío, encontrándose con los patrulleros en la puerta y a «la Policía que no nos dejaba pasar». Su suegro incluso había acudido con sus dos niñas, de cinco y cuatro años, para que conocieran a su hermana, «pero me las tuve que llevar de vuelta a casa», cuenta el abuelo muy emocionado.
El cuerpo fue trasladado a las instalaciones del Anatómico Forense, situadas en el Tanatorio de San Jerónimo, donde en la mañana de este lunes le será practicada la autopsia. La familia se reunía en el Mortuorio del hospital, donde durante toda la tarde de ayer no pararon de llegar amigos y familiares completamente rotos. «Esto es increíble, no hay quien se lo crea», repitieron todos entre lágrimas.
Allí se vivieron momentos de mucho dolor y tensión y varios de los familiares tuvieron que recibir atención sanitaria. «Mi mujer ha tenido que tomar tranquilizantes», dijo Juan Manuel Cortés, el padre de la chica. Él llegó de Málaga la misma mañana del domingo «esperando ver a mi nueva nieta y mira». La madre de la joven había llegado el día antes, ya que Rocío había ingresado el sábado tras romper la bolsa. La mañana del domingo decidieron practicarle la cesárea. «Ella quería venir a este hospital porque le había ido muy bien con las otras dos niñas», recordó su suegro, quien tiene claro «que esto no va a quedar así, vamos a llegar hasta el final y denunciar».
La recién nacida permanecía al cierre de esta edición ingresada en la UCI del hospital Infantil del Virgen del Rocío, donde fue trasladada al serle detectada una cardiopatía congénita, «pero está bien. La hermana de Rocío, está allí con ella».
Durante la tarde, además, se llegaron a vivir momentos de tensión, ya que algunos familiares querían entrar en la rueda de prensa que ofreció la consejera de Salud para explicar lo ocurrido. Afortunadamente, solo quedó en un momento tenso y no fue necesario que interviniera la Policía Nacional.