Por muchas fotos que haga, la cámara de la enfermera Isabel Orta Peral, que desarrolla su trabajo en el Hospital de Valme, va a tardar «muchos años en captar tanta vida y tantas sonrisas» como las que inmortalizó durante el camino de las que ella llama las niñas rosas. El pasado verano, esta profesional se fue con todo su equipo fotográfico en ristre a vivir la experiencia terapéutica que supuso para 13 mujeres con cáncer de mama el peregrinar hasta Santiago. Una vivencia que, desde ayer por la tarde, puede verse en las paredes del centro hospitalario gracias a la exposición Cuatro+Nueve.

De las 1.300 imágenes con las que volvió Isabel a Sevilla –pese a que tiene una gran vinculación con el onubense municipio de Cabezas Rubias, donde descansan los restos de sus padres–, seleccionó 49, un número muy vinculado a la expedición por varios motivos. «Fue la cifra de peregrinos que sumamos entre familiares, incluidos dos viudos de mujeres fallecidas por esta patología, los profesionales y el guía. Además de que cuatro más nueve son trece, mis niñas rosas, que luchan y vencen, que enseñan a amar la vida, a tener esperanza y mostrar la mejor de sus sonrisas».

La exposición, instalada en la planta baja en el pasillo de la Dirección, recoge en imágenes detalles de las siete etapas del itinerario elegido para el camino: desde Santiago de Compostela hasta Muxía, pasando por las localidades de Negreira, Santa Mariña, Hospital, Cee, Fisterrra, Lires. En total, 122 kilómetros «de esperanza, fortaleza y ejemplo de vida» aportado por 13 mujeres afectadas por cáncer de mama que esta enfermera ha sabido captar en su cámara.

Para Isabel, miembro de la Asociación Fotográfica Fotoquinto, la etapa ha supuesto un gran «reto personal». No solo porque a ella, enamorada del Camino de Santiago, el tramo escogido le quedaba pendiente, sino porque quería por primera vez «captar el alma» del peregrinaje. «Tuve muchas dudas al principio, no sabía si iba a ser capaz, pero me equivoqué y ellas me han enseñado otro camino a través de una forma de promoción de la salud muy especial».

Hay que tener en cuenta que estas mujeres, «tras haber pasado por las distintas etapas del largo proceso de esta enfermedad (diagnóstico, cirugía, tratamientos quimioterápicos o radioterápicos y recuperación), han incrementado su autoestima a través del reto del camino», explican desde el Valme. Y, en este sentido, la muestra pretende transmitir «un mensaje de esperanza a esas otras mujeres que han pasado por este mismo trance, demostrando que, a pesar de la enfermedad y siempre que su edad y estado físico lo permita, son capaces de llevar una vida normal y activa como cualquier otra persona», puntualizan.

No en vano, el de mama es el tumor maligno más frecuente en las mujeres, «y la primera causa de muerte por cáncer en el sexo femenino no ha podido con ellas». Por eso, las 13 peregrinas dicen agradecer la «salvaguardia ejercida por sus ángeles», denominación que utilizan para referirse tanto al equipo de profesionales del Hospital de Valme como a sus propios familiares.

La inauguración de la muestra fotográfica corrió a cargo de la delegada provincial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María Ángeles Fernández; la diputada provincial de Cohesión Social e Igualdad, Lidia Ferrera, y la directora gerente del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, Silvia Calzón. Pero también estuvieron presentes, como no podía ser de otra forma, las protagonistas de la exposición y el resto de peregrinos, entre familiares y profesionales sanitarios, que conformaron el grupo. También participaron en el acto miembros de Amama Sevilla y voluntarios de la Asociación Española Contra el Cáncer que desarrollan en el Hospital de Valme su labor. Fue un acto «muy emotivo», en el que se leyeron poesías acompañadas de música, y que contó con una «fantástica acogida».