El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional volvió este miércoles a rastrear la finca Alamillo en busca del cuerpo de Marta del Castillo. La jornada se reanudó a las ocho de la mañana y se prolongó hasta entrada la tarde sin éxito. La excavadora volverá este jueves a remover tierra, en la que se espera que será la última jornada de trabajo.
A las 7.30 de la mañana los agentes llegaban a la zona junto con los operarios de la empresa Tragsa, que es la que está colaborando con la Policía, para inspeccionar el espacio en el que iban a trabajar antes de comenzar con los movimientos de tierra. A las ocho de la mañana la excavadora se ponía en marcha bajo la siempre atenta mirada de varios policías por si aparece algún resto o alguna pista que pueda llevar hasta el paradero de la joven, desaparecida y fallecida el 24 de enero de 2009.
Los periodistas tampoco faltaron a la cita y los primeros se dejaban ya ver pasadas las ocho para recoger las imágenes del equipo trabajando. Y mientras la máquina continuaba, dos operarios se colocaban sus monos y su equipo de trabajo para con dos desbrozadoras limpiar toda la maleza, de bastante altura, que cubre los casi 1.500 metros cuadrados que comprende la zona de búsqueda, y así facilitar la tarea a la máquina.
El terreno, una finca en Camas situada bajo la SE-30 a la altura del desvío a Mérida, está rodeada por espacios agrícolas y caminos de tierra que parten desde la localidad camera hacia la ribera del río. Un lugar frecuentado por deportistas que acuden a la zona bien a correr o para hacer algo de bicicleta. De hecho, la Policía tuvo que desviar a más de uno por otros caminos anexos para evitar que pasaran justo junto a la excavadora.
El Grupo de Homicidios ha elegido este lugar, cuya referencia no aparece en el sumario del caso, por ser una zona frecuentada por el hermano de Miguel Carcaño, el asesino confeso de Marta. Javier Delgado acudía aquí para realizar las prácticas de tiro por su profesión de vigilante de seguridad. Esto quiere decir que los agentes, que recibieron el caso el pasado 8 de mayo después de que durante un año haya estado en manos de una unidad de Madrid especializada en casos enquistados como este, están revisando el caso más allá de las evidencias que hay en el mismo. De hecho, esta búsqueda se hace tras analizar los hábitos que tenía el hermano de Carcaño, pese a que este resultó absuelto y la sentencia es firme.
Lo que la Policía persigue con la retirada de la investigación al Grupo de Menores en favor de Homicidios es aportar nuevas ideas y otra visión del caso, para intentar así llegar a la resolución del mismo y encontrar el cuerpo de la joven. Esto, además, coincide con un cambio del magistrado al frente del mismo. No obstante, no es la primera vez que se busca en Camas, pues ya se hizo en Caño Ronco, en la Ruta del Agua, en una escombrera y en una subestación cercana a esta.
La familia prefiere mantenerse al margen
La familia de Marta del Castillo fue informada de que la Policía Nacional iba a iniciar una nueva búsqueda del cuerpo de la joven el lunes por la noche. «Creíamos que iba a ser en la Majaloba, no pensábamos que fuera de nuevo en Camas», explica el abuelo de Marta, José Antonio Casanueva, quien indica a este periódico que en esta ocasión la familia no va a acudir al lugar de la búsqueda, como ha hecho en otras ocasiones. «Preferimos quedarnos al margen y no entorpecer la labor de la Policía», señala.
Como en cada una de las búsquedas de la chica que se han emprendido, la familia no pierde la esperanza, aunque con sus cautelas. Al abuelo de Marta también le ha parecido buena la medida de entregar la investigación al Grupo de Homicidios de Sevilla, tras más de ocho años en manos del Grupo de Menores (Grume). «Antonio siempre ha querido que se hiciera cargo un grupo especializado en estos temas», ha recordado.
Casanueva ha dicho que «no hay que desmerecer el trabajo realizado por los anteriores agentes, que han estado en todo lo duro de este caso, como la búsqueda en el vertedero. Siempre les estaremos agradecidos por todo su esfuerzo». No obstante, ha destacado que «cuatro ojos ven más que dos», y espera que el cambio de investigadores pueda aportar otra visión que permita terminar por fin el caso.