Lejos de esa idea de aquella persona que va a comprar por encargo cantidades ingentes de ropa a alguien que no tiene tiempo para renovar su armario está la realidad del trabajo de un personal shopper. «Eso es bastante poco común aquí en Sevilla, lo normal es que acompañemos a los clientes a las tiendas y les recomendemos qué comprar según lo que les favorezca», explica Javier Luque. Este periodista reconvertido desde hace varios años en un experimentado personal shopper relata los múltiples servicios que prestan estos profesionales. «Desde ir a por un regalo, vestir a un invitado a un evento a renovar un armario o hacer una ruta de tiendas. Ayudamos a saber comprar y a sacarse partido con lo que se tiene y con cómo se es».
Para todo eso «no hay una varita mágica». Hay trabajo. «No somos adivinos ni hadas madrinas. Necesitamos conocer lo mejor posible al cliente. Siempre intento tener una entrevista con la persona antes de ponernos manos a la obra, pero si no es posible al menos fotos, que me detallen gustos, la edad, la altura o el tipo de trabajo que tienen». Luque insiste en que no hay una fórmula única y cada cliente necesita algo diferente. «El trato es exclusivo y trabajamos para acertar». Eso lleva su tiempo y su labor detrás. «Hay quien cree que esto es como irse con los amigos de compras y para nada. Dedicamos mucho a la preparación para que la experiencia sea perfecta».
El servicio que más suelen contratar es la asesoría para acudir a un evento. Normalmente son bodas o bien con motivo de la Navidad, la Semana Santa o la Feria de Abril, por lo que la época más fuerte para los personal shopper, al menos en Sevilla, es desde septiembre a noviembre y a partir de primavera. «Habitualmente me llaman para encontrar un look completo, desde los zapatos al vestido o los complementos. Pero hay veces que solo quieren un bolso o una corbata para algo que ya tienen previamente», relata.
También acuden a los personal shopper las novias, «los novios, que quieren estar preparados en ese día tan especial». «Hacemos de todo un poco, desde acompañar a las pruebas, buscar complementos o el ramo».
Otro de los servicios del personal shopper, con el que se puede contactar por redes sociales o en su web luquepersonalshopper.com, es la renovación de armarios. «Eso lo hacemos en varios días y por temporada. Sería imposible en una única sesión. La mayoría de la gente no sabe la ropa que tiene, hay prendas en los estantes que ni vemos y que tenemos sin estrenar. Muchas de ellas no se usan porque no se saben combinar», explica. Aquí es precisamente donde viene su labor. En asesorar al cliente en qué es lo que mejor le sienta de lo que tiene en casa y cómo poder sacarle partido. «Incluso a veces les recomendamos arreglos para actualizar prendas antiguas», dice Luque, quien asegura que además es una gran fórmula para poner orden en los armarios. «El problema es que muchas veces se compra sin pensar en lo que realmente nos favorece», señala este personal shopper que destierra uno de los grandes mitos sobre las compras. «No hay que salir cuando estamos mal de ánimos. Probablemente te lleves cosas que luego no te sentarán como esperas y se quedarán en el cajón. Hay que ir de tiendas cuando nos sentimos realmente bien».
Para quienes tienen serias dudas cuando se plantan delante del espejo, Luque organiza rutas de compras. Su duración es de un mínimo de dos o tres horas, «menos no se tarda en ir a un par de tiendas o tres, probar, valorar...». Aquí el servicio también se adapta a cada cliente aunque admite que siempre intenta llevarlos «a sitios donde no irían nunca, para que vean cosas distintas y descubran la cantidad de cosas buenas que se hacen en Sevilla». Y ahora es cuando desmonta el segundo mito. «Se tiende a creer que en las grandes tiendas las cosas son más baratas pero la realidad es que hay prendas de pequeñas firmas que son más económicas y encima no las lleva todo el mundo. El truco es saber buscarlas». Luque prepara también rutas temáticas. De diseñadores flamencos, de complementos, «para una despedida de soltera distinta...». Eso sí, se abren a pequeños grupos «pero no solemos coger a más de tres o cuatro personas porque tenemos que asesorar y con más clientes es imposible».
En general, afirma que además de asesores de compras, venden «experiencias y en más de una ocasión hacemos de psicólogos». Es fundamental que lo que llevamos nos haga sentir cómodos y seguros. No te enfrentas a una cita o a una entrevista de trabajo de la misma manera si lo que llevas te hace sentir bien, te identificas con la ropa que vistes. No te garantiza el éxito, pero ayuda mucho».
Luque reconoce que otras ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao están más acostumbrados a estos servicios pero en Sevilla existe cierta colaboración. «Siempre me presento en las tiendas y hay muchas, muchas que me conocen ya porque son muchos años los que llevo dedicándome a esto», asegura antes de reivindicar el papel de Sevilla en la moda nacional e internacional. «No se valora lo suficiente. Hay escuelas para estudiar todo lo relacionado con el sector y aquí hay grandes diseñadores. Somos muy conocidos por la moda flamenca pero hay otras muchas firmas que están destacando y que visten series televisivas de cadenas nacionales, por ejemplo. Es una faceta que está aún por explotar».