Una ventana resultó dañada durante la celebración del tradicional almuerzo-homenaje al pregonero de la Semana Santa que se celebra en los Reales Alcázares tras el acto en el Teatro de la Maestranza. Así lo aseguraron ayer varios trabajadores del conjunto monumental, entre ellos los delegados de UGT, CSIF y CCOO, que denunciaron los hechos ocurridos el pasado domingo día 2 de abril.
Éstos aseguran que, como se puede apreciar en las imágenes que ilustran esta información, «el Palacio Gótico construido en el siglo XIII por Alfonso X el sabio, sufrió este domingo en su fachada de acceso desde el Patio del Crucero un fuerte impacto con uno de los elementos usados como barra de bar por el catering que atendió a los más de 250 comensales» que estuvieron presentes en el evento, y «a consecuencia del mismo una de las ventanas de dicha fachada perdió parte de su ornamentación original del siglo XVIII».
Los denunciantes apuntan que con anterioridad al evento «y con suficiente antelación», los delegados «comunicaron a la dirección del Real Alcázar la imposibilidad de poder asumir más eventos sin ampliar antes la plantilla ni adaptarla a las necesidades actuales del monumento». Los representantes sindicales apuntan que, «a pesar de esta denuncia, la dirección autorizó la celebración de un almuerzo en el palacio Gótico sin plantilla para atenderlo ni velar por la integridad del espacio declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad. Con las consecuencias que muestran las imágenes».
Los sindicatos insisten en la falta de personal del conjunto monumental, «frente al continuo aumento de visitantes y eventos en el Real Alcázar y a los más de 14 millones de euros acumulados en su cuenta bancaria, la plantilla del monumento es cada vez menor». Algo que, insisten, vienen denunciando desde hace tiempo. «Hechos como el del pasado domingo son cada vez más frecuentes, ante la más absoluta indolencia por parte de la dirección y la Alcaldía», lamentó este grupo de trabajadores que dijo desconocer «qué más tiene que ocurrir para que se tomen medidas antes de que sea demasiado tarde para la integridad del monumento».
El Ayuntamiento asegura que la pieza no es del XVIII ni se desprendió por el acto
El Consistorio, por su parte, aseguró ayer que los desprendimientos que aparecen en las imágenes corresponden a piezas que se rompieron hace años y fueron repuestas adosándolas con pegamento especial para restauraciones, que con el paso del tiempo ha perdido efectividad, «tal y como confirmó ayer el perito de una aseguradora». Es decir, que aunque el entorno es del siglo XVIII, «no lo es esa parte del lucido». Del mismo modo, fuentes municipales señalaron que las piezas «no se desprendieron durante el tradicional almuerzo ni durante la limpieza de las instalaciones por parte de la empresa de catering, que estuvieron supervisadas por la directora conservadora del monumento y personal del Consejo de Hermandades y Cofradías». «El desprendimiento, por tanto, se produjo una vez que concluyó el evento y por la pérdida de efectividad del pegamento, tal y como señaló el perito». El Ayuntamiento indicó que la pieza se mantuvo en el suelo y sin limpiar hasta la llegada del experto y ahora se valorará la mejor fórmula para reponerla. Finalmente, señalaron que «en ningún momento hubo ausencia de seguridad» o control pues, además de la directora del Alcázar, se contrataron cuatro personas, cuando habitualmente en estos eventos están presentes dos o tres.