Los sevillanos se europeízan y se olvidan del coche. En la última década, el volumen diario de tráfico rodado descendió de forma considerable, con especial afección en las principales avenidas y vías de acceso a la ciudad que vieron como la circulación se hizo más fluida y los grandes atascos pasaron a la historia. Al menos eso dicen los datos de intensidad del Centro de Control del Tráfico del Ayuntamiento que señalan que desde el año 2005 Sevilla se ha dejado en el camino más del 27% del volumen total de tráfico.

Durante el pasado año 2015, se registraron un total de 697.668 vehículos al día en los puntos de control habilitados por la Delegación de Movilidad. Una cifra que supone una importante disminución, superior a la cuarta parte, con respecto a los datos registrados por los mismo indicadores una década atrás. Por aquel entonces, Sevilla cerró el año 2005 con un volumen de tráfico que superó los 950.000 vehículos por día.

Las causas que han podido motivar este descenso de la circulación son tan amplias como variadas. Cierto es que, en estos años, la ciudadanía ha atravesado por uno de los periodos de crisis más aguda de las últimas décadas. Hecho que, unido a los altos precios de los carburantes –ya en moderada disminución–, han motivado que los sevillanos hayan optado por dejar el coche en casa y buscar nuevas vías de transporte por la ciudad. También es constatable el descenso en el número de venta y matriculaciones de vehículos como otro de los factores que han condicionado esta caída.

Pero al margen de la afección a los bolsillos de los ciudadanos, existen otras cifras que testan estas teorías. En esta última década, ha sido notable el crecimiento del número y, en consecuencia, del uso de los transportes públicos en la ciudad. A las líneas de Tussam, que en este tiempo se han ampliado tanto en frecuencia como en recorrido para así llegar hasta los nuevos barrios, se ha sumado la línea 1 del Metro, que ha descongestionado los accesos desde el Aljarafe y la zona de Dos Hermanas, y el destacado crecimiento del número de usuarios de Sevici, gracias a la ampliación de la red de carriles bici.

Todo esto ha provocado que se consume esta pérdida de vehículos al día en la última década. Por calles, las vías que han experimentado un mayor descenso son la Avenida de la Cruz Campo y Ciudad Jardín, con 12.000 coches menos, la Carretera Carmona, que ha perdido el 60% del volumen del tráfico rodado, o la Avenida de la Borbolla, en la que ha descendido hasta la mitad. Mirando al corazón de la ciudad destaca la caída del 40% en Menéndez y Pelayo, a pesar de que el descenso en el resto de la Ronda Histórica es del 28,4%, y también en Ronda de Triana, donde los cambios en materia de movilidad han provocado que se pierda 1 de 4 vehículos de los que transitaban por la zona.

Pero no todo son datos negativos. Rompiendo esta tendencia se sitúan las avenidas de las Ciencias y Diego Martínez Barrio. La primera, en el eje que vertebra el barrio de Sevilla Este, han experimentado un crecimiento de casi el 2% en la última década. Una cifra motivada, principalmente, por el aumento de viviendas que se ha producido en la zona. Nuevas promociones que han llenado al barrio de vecinos y también del consecuente tráfico que eso genera. También crece Martínez Barrio, en casi 3.000 vehículos, soportando buena parte del tráfico que entra a la ciudad desde la zona sur.

Con respecto a los datos de 2014, la ciudad también perdió vehículos por día. En esta comparativa, el descenso se cifra en un 8%, siendo Paseo Colón y Ronda Norte (en el tramo Sur-Norte) los que acusaron una mayor caída del número de coches.