La seguridad privada que el Ayuntamiento de Sevilla puso en septiembre en el parque del Tamarguillo, tras la presunta violación de una mujer mientras practicaba deporte en uno de los circuitos de running, no convence a usuarios y vecinos de Alcosa. Esta semana han celebrado una asamblea vecinal y han colgado una pancarta en una de las puertas del parque cuestionando la vigilancia. Entre sus peticiones está «un guarda municipal» que garantice «una seguridad efectiva y real en todo el recinto», especialmente en las zonas «que están muy oscuras» y que suponen «un escenario ideal para asaltos, robos o agresiones sexuales».
«No es suficiente lo que nos han puesto. Entra un coche de vigilancia, da un par de vueltas y sale por otra puerta porque tiene que llevar otros parques más. Queremos un parque vigilado por un guarda municipal. El vecindario no quiere más sobresaltos ni inseguridades innecesarias», explica Juan Luis Caballero, de este grupo de vecinos de Alcosa que se ha movilizado en los últimos meses en respuesta a la agresión sexual a una usuaria el pasado agosto.
Estos vecinos llevan «meses» organizando concentraciones semanales y exigiendo una reunión con la delegada del distrito, Adela Castaño. El pasado lunes lograron reunirse con ella y con el director de Parques y Jardines sin que, dicen, sacaran nada en claro. «Fue una reunión de trámite que no nos concretó nada».
Los vecinos lamentan que la escasa vigilancia está causando un progresivo deterioro del parque. «Los juegos de mayores que dan al polideportivo están rotos. Han arrancado varios póster que indican la distancia del circuito de carrera. Los aseos están destrozados, especialmente el de minusválidos. Hay fuentes reventadas y sin uso. Rara es la vez que no aparecen bicis de Sevici en el fondo del arroyo... Nadie mira por esto, y es el parque natural de Sevilla», aclaran los vecinos indignados, que apuntan que continúan sin resolverse los problemas de falta de iluminación en la zona próxima al aeropuerto. «Qué no digan que molestan porque seguro que hay fórmulas, pues hay aeropuertos europeos en plenos centros y no por ello las ciudades está a oscuras. Sí hay dinero pero no saben administrarlo», afirman los vecinos.
Por último, piden al gobierno local de Juan Espadas la rehabilitación del cortijo de San Ildefonso, localizado dentro del parque, que «se está cayendo» y «ha sufrido dos incendios este año». Plantean que abra como «centro social y cultural».