Andalucía, una paradoja de raíces profundas

El Paseo Editorial publica «Lo andaluz. Un hecho diferencial», un ensayo firmado por el profesor Carlos Arenas Posadas que persigue, desde el análisis de lo político, lo socioeconómico y lo culturalmente simbólico, que el lector reconozca en el pasado los elementos constitutivos de su realidad en el presente

08 jun 2022 / 09:12 h - Actualizado: 08 jun 2022 / 09:17 h.
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  • Andalucía, una paradoja de raíces profundas

«Andalucía nace en los siglos XIII-XV y desde entonces conoce un desarrollo sin cortes bruscos. Andalucía es el producto de la conquista y castellanización; este es el rasgo básico, aunque se haya enriquecido con supervivencias y aportaciones de diverso origen». Estas palabras del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, Hijo Predilecto de Andalucía y Doctor Honoris Causa por siete universidades Antonio Domínguez Ortiz, son el mejor prólogo para Lo andaluz. Historia de un hecho diferencial, un ensayo firmado por el profesor del Área de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Sevilla Carlos Arenas Posadas (Sevilla, 1949), cuya trayectoria incluye, además de la docencia, el haber estado al frente del Decanato de la Facultad de Ciencias del Trabajo entre 1996 y 2009 y la publicación de más de 50 libros. La obra, publicada por El Paseo Editorial y recién llegada a las librerías, pretende trazar, desde el análisis de lo político, lo socioeconómico y lo culturalmente simbólico, la historia del hecho diferencial andaluz, desde la Edad Media hasta la actualidad, con la intención de que el lector reconozca en el pasado los elementos constitutivos de su realidad en el presente. Una labor titánica que ha sido posible merced a un gran trabajo de investigación, y que ha dado como resultado una «especie de manual, un ensayo documentado, una historia materialista de lo simbólico o una historia económica», en palabras de Carlos Arenas, «que prescinde, eso sí, de algunos de los principios a los que se aferra la economía convencional».

Escrita con un estilo riguroso y sustentada sobre una impresionante bibliografía —la selección escogida por el autor abarca cuarenta de sus 592 páginas—, la obra arranca con una presentación en la que el profesor confiesa que su trabajo es deudor de «cientos de autores y autoras de cuyas investigaciones me he servido», y a los que agradece «sus aportaciones». Seguidamente el autor nos introduce en el primero de los nueve bloques de los que consta su libro, aquel dedicado a la España Medieval, donde, comenzando por el año 1000, nos invita a recorrer los principales acontecimientos que desembocaron en la consolidación de las monarquías hispánicas, al tiempo que se avanzaba en la conquista de al-Ándalus. Hitos como la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y la llegada del ejército cruzado al valle del Guadalquivir que, sumados al establecimiento de la frontera de Castilla con Granada, serían el origen de Andalucía.

«Del Imperio a la insignificancia»

A continuación, Lo andaluz. Historia de un hecho diferencial se detiene en la etapa comprendida entre los siglos XVI y XVIII, dentro del apartado titulado «Del Imperio a la insignificancia». Aquí, Arenas Posadas ahonda en las continuas guerras a las que se vieron abocados los monarcas de las Casas de Austria y Borbón, en la importancia de la plata americana como base para financiar dichas contiendas, y el papel que la Iglesia católica siguió desempeñando en la construcción del estado y de la nación española. En este escenario, a los señoríos ya existentes en el territorio andaluz desde la época medieval —Osuna, Medinaceli, Sessa, Béjar, etc.—, pronto se sumaron aquellos surgidos tras la conquista de Granada. Alguno de ellos sería tan poderoso que, como bien señala Carlos Arenas, «hasta se permitió desafiar a la propia Corona». Obviamente, el profesor se refiere al ducado de Medina Sidonia, título que el rey Juan II de Castilla otorgó a Juan Alonso Pérez de Guzmán, el 17 de febrero de 1445, como premio a los servicios a la Corona de su linaje, que había fundado Guzmán el Bueno. En este interesante capítulo, el autor aporta un dato fundamental para entender la situación a inicios del siglo XVI: el repoblamiento de las tierras confiscadas a los moriscos por orden de Felipe II; acción llevada a cabo, en su mayoría, por cristianos viejos procedentes del sureste andaluz. Con el tiempo, el número de privilegiados se amplió notablemente, siendo «agasajados», en palabras del autor, con un capital de gran valor: el fuero. Al tiempo que la burguesía aumentaba, comenzó a eclosionar el fenómeno de la religiosidad popular siguiendo los dictados de Trento (siglo XVII). Surgen así la mayor parte de las cofradías, las cuales, en la centuria siguiente, serán tachadas de «superchería» por parte de los ilustrados.

Andalucía, una paradoja de raíces profundas
Carlos Arenas Posadas.

Una «imagen edulcorada»

Más adelante, el profesor Arenas se interna en el siglo XIX bajo el título «La tortuosa construcción de la España liberal, cobrando relevancia personajes tales como Fernando VII, Blanco White, Rafael del Riego o Baldomero Espartero, y analizando cuestiones como las desamortizaciones religiosas y civiles de los años 1836 y 1854, la creación de instituciones para la cohesión social burguesa —casinos y círculos, fundamentalmente—, o la enseñanza universitaria de entonces. Figuras clave de la literatura andaluza del ochocientos, como Fernán Caballero, Juan Valera y Estébanez Calderón, contribuyen, según el autor, a «crear una imagen edulcorada de Andalucía que igualmente quedó indeleblemente grabada en pinturas, retratos y revistas», mientras que la Iglesia cumplía, en palabras de José Antonio González Alcantud, «el papel de intermediaria entre el universo simbólico y la vida cotidiana con el objeto de arraigar unas relaciones sociales sumisas y clientelares». Como colofón a la primera mitad de este capítulo, Carlos Arenas resume la situación de Andalucía a mediados del XIX como la de una región caracterizada por un gran número de «campesinos sin tierra» en la que el analfabetismo y el veto a la escuela «formaban parte deliberada del ecosistema económico y social construido por la burguesía regional». Una situación que apenas cambiará tras la Revolución de 1868, la Restauración borbónica y la subida al trono de Alfonso XIII, episodios que el autor aborda con un tono especialmente crítico.

Siglos XX y XXI

Ya en el ecuador de sus páginas, Lo andaluz. Historia de un hecho diferencial retrata los años de la II República, para seguidamente abordar el estallido de la guerra civil, la «noche franquista» y el «Franquismo contestado». Por su parte, los dos últimos capítulos nos llevan hasta los años de la transición a la democracia, siendo especialmente interesante el apartado dedicado a las autonomías. «Cuatro décadas de socialismo a la andaluza» y «Andalucía invertebrada» son las últimas aportaciones del autor, a las que hemos de sumar una coda final que, a su vez, es una pregunta que interpela al conjunto de los andaluces: ¿qué se puede hacer para escapar del bucle de atraso, desigualdad, desvertebración y narcicismo en el que estamos atrapados?

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