Cosas que no están

Buena novela de Diego González que se adentra en un mundo mafioso y oscuro que causa verdadero terror. Bien resuelto técnicamente y durísimo en su desarrollo narrativo, merece la pena

30 jun 2018 / 08:03 h - Actualizado: 26 jun 2018 / 09:19 h.
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  • Portada de ‘Cosas qe no están’. / El Correo
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  • Diego González. / Fotografía: Diego González
    Diego González. / Fotografía: Diego González

Diego González se adentra, una vez más, en el mundo de la novela breve, ofreciéndonos un texto en el que abundan los monólogos internos, breves, contundentes, concisos. Lo hace para contarnos la historia de una protagonista sin nombre secuestrada con su pareja mientras viajan a México por cuestiones de trabajo. La mafia y el mal como forma de trabajo institucionalizada, el dolor, el sufrimiento causado sin apenas pestañear, a cualquiera que tenga la mala suerte de cruzarse en el camino de estos profesionales del delito.

Al tiempo la protagonista nos narra su historia de amor con Itzell, en los pocos fragmentos en los que se nos permite salir del primerísimo plano en el que el secuestro nos ha introducido. Esos recuerdos son los que nos dan un poco de aire, para comprender que la vida no siempre fue así, que el amor existió y se estableció entre la pareja de forma casi absoluta. También podemos percibir la incomprensión de la madre de la protagonista, hacia el lesbianismo de su hija y la quiebra que supone para la protagonista, que termina por ver en una de las personas que la secuestran una especie de madre.

Continuos saltos temporales, violaciones, oscuridad y temor son algunos de los condimentos de esta pequeña novela que no debes perderte, aunque en algunos momentos te provoque asfixia. Una historia en la que la venganza tiene un papel protagonista, que condena y redime al mismo tiempo.

Los nombres de los personajes y la falta de nombre de la protagonista tienen una intencionalidad evidente, sólo hay que escarbar un poquito para saber que significa Güero, Reviva, Itzell... Por otro lado, el autor incide, una vez más, en plantear y resolver ciertas curiosidades: quiénes son los aoroi, qué es la anosmia, el diastema...en una dinámica que se convierte en marca de la casa. También hay referencias a otros autores y a canciones que protagonizan algunos de los momentos más intensos de la novela.

Que las protagonistas sean una pareja de lesbianas (presente una, ausente la otra) me ha parecido una buena idea, que al tiempo visibiliza y normaliza la situación de la mujer homosexual en la narración. Esta historia de secuestro (terrible) podía sucederle a cualquiera que tenga la mala suerte de cruzarse con unos delincuentes profesionales con independencia de su orientación sexual, pero buscar que las protagonistas sean precisamente esas mujeres supone una manifestación de que esta realidad, está para quedarse en el mundo de la literatura (y de las artes en general) más allá de tópicos.

Una novela breve editada por De La Luna Libros, que cumple este año 25, en el sector editorial, dónde no es fácil sostenerse si uno es fiel a sí mismo.

Calificación: Buena.

Tipo de lector: Dispuesto a no perderse ni una palabra y a sufrir con un secuestro narrado con intensidad.

Tipo de lectura: Para leer con atención y un lápiz.

Argumento: El amor, el secuestro y la venganza.

Personajes: La protagonista, el Güero.

¿Dónde leerlo?: Con un poquito de luz para no dejarnos llevar por la oscuridad.