El séptimo arte, la copla y Sevilla según el inolvidable Joaquín Arbide

La editorial Almuzara publica «Sevilla en la copla y en el cine», el libro póstumo de Joaquín Arbide, uno de los mejores divulgadores de nuestra ciudad, que recoge más de un siglo de relación entre Sevilla y el celuloide, con el género folclórico como telón de fondo

16 feb 2022 / 11:52 h - Actualizado: 16 feb 2022 / 11:55 h.
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  • El séptimo arte, la copla y Sevilla según el inolvidable Joaquín Arbide

Desde que en 1929, Francisco Elías, cineasta y fabricante de rótulos, estrenase en Burgos ‘El misterio de la Puerta del Sol’, la historia del cine español daría un salto de gigante. Y eso que la película, producida por Feliciano M. Vitores, rodada íntegramente en Madrid y protagonizada por Juan de Orduña, un joven actor de veintinueve años que dos décadas más tarde dirigiría el clásico Locura de amor (que encumbró a Aurora Bautista), fue un absoluto fracaso. Lo cierto es que su argumento no estaba del todo mal, presentando a dos linotipistas de El Heraldo de Madrid que, al enterarse del próximo rodaje en la capital de una producción de Hollywood, planeaban un falso asesinato para llamar la atención de los cineastas. No obstante, lo que nos interesa de este film, es la presencia en su reparto de Diego Moreno ‘Personita’, un cantaor flamenco de Linares (Jaén) que ese mismo año había deslumbrado sobre las tablas del Teatro de La Latina junto a Pepe Marchena y Jacinto Almadén. A él le debemos la primera interpretación de una pieza musical netamente española en una producción cinematográfica. Algo que supondría el germen de una fructífera relación que se iniciaría en los años 30 y que alcanzaría su apogeo en las décadas de 1940, 1950 y 1960, cuando las salas de proyección se llenaron de piezas flamencas y multitud de coplas interpretadas por artistas como Pastora Imperio, Estrellita Castro o Lola Flores, auténticos iconos de nuestra música.

El séptimo arte, la copla y Sevilla según el inolvidable Joaquín Arbide

Para el recuerdo quedan títulos emblemáticos del género —en la mayoría de ocasiones con temas estrenados previamente en los teatros de toda la geografía— como Embrujo (1947), El pescador de coplas (1953), Malvaloca (1954) o El balcón de la luna (1962), que permitieron disfrutar a millones de espectadores de las voces de Manolo Caracol, Antonio Molina, Lolita Sevilla o Paquita Rico, a pocos metros de su casa, algo impensable antes de la invención del cinematógrafo. Precisamente muchas de esas producciones bebían del talento de nuestra tierra, hallando en la cantera sevillana una fuente inagotable de artistas con los que hacer caja; caso de Marifé de Triana, Gracia Montes, Juanita Reina o Carmen Sevilla.

El séptimo arte, la copla y Sevilla según el inolvidable Joaquín Arbide

Precisamente sobre ellas, y los intérpretes mencionados anteriormente, versan parte de las páginas de Sevilla en la copla y en el cine, ensayo publicado por la editorial Almuzara que recoge más de un siglo de historia del celuloide y su relación con nuestra ciudad. Pero la cosa no se queda ahí, pues la obra, firmada por el tristemente desaparecido Joaquín Arbide, es un brillante recorrido por diversas etapas de nuestro país a través de su cinematografía más popular. Escrito de manera cronológica por el autor de títulos como Sevilla en la retina, Divagando por el Museo de Sevilla o Sevilla, siempre en un bar —a Joaquín Arbide también le debemos la dirección de la mítica compañía de teatro Tabanque así como colaboraciones en medios de comunicación como La Voz del Guadalquivir, Radio 80, Pueblo, Diario Sur Oeste o Canal Sur—, sus 275 páginas son un deleite para cualquier aficionado al cine español, pues recoge algunos de sus principales hitos, pero también de la música folclórica, donde no faltan las estrellas más rutilantes del género, desde Imperio Argentina a Juanito Valderrama, prestando especial atención a los artistas nacidos en Sevilla.

Además de esto, la obra, que viene salpicada de fotografías y carteles de cine, dedica varios capítulos al cine rodado en nuestra ciudad en los años 70, 80 y 90, independientemente de su temática. Así, podemos recordar títulos de gran éxito, como Ese oscuro objeto del deseo, de Luis Buñuel, Bodas de sangre, de Carlos Saura, Solas, de Benito Zambrano, o Nadie conoce a nadie, de Mateo Gil, completándose con un listado de películas «sevillanas» estrenadas en los primeros años del siglo XXI, las biografías de grandes compositores de la copla nacidos en la ciudad —Rafael de León, Manuel López-Quiroga, Juan Mostazo y Antonio García Padilla— y un bonito apartado dedicado a las Sevillanas. Para presentar el trabajo, los editores de Almuzara, Rosa García Perea y Manuel Pimentel, firman una nota introductoria que a su vez es un homenaje al polifacético autor Joaquín Arbide y una poderosa llamada de atención sobre su hermoso legado.