Eterno Scrooge

B de Block lanza la edición definitiva de ‘Cuento de Navidad’ de Charles Dickens con traducción de Nuria Salinas e ilustraciones de Lisa Aisato.

Ilustración de Lisa Aisato para ‘Cuento de Navidad’.

Ilustración de Lisa Aisato para ‘Cuento de Navidad’. / Antonio Puente Mayor

Antonio Puente Mayor

No son pocos los investigadores que apuestan por John Elwes como modelo para Ebenezer Scrooge. Este nació y fue bautizado con el nombre de John Meggot en 1714, heredando su primera fortuna a los cuatro años tras el fallecimiento de su padre, un fabricante de cerveza que le legó unos 9 millones de euros actuales. Años más tarde, Meggot acrecentaría su capital tras seguir los pasos de su tío, sir Hervey Elwes, un rico miembro del Parlamento cuyo comportamiento era del todo miserable. Tal fue su fascinación por su pariente, que John decidió cambiar su apellido a Elwes, obteniendo poco después una hacienda valorada en unos 20 millones de euros. Pero la cosa no acaba aquí, pues el nuevo John Elwes se hizo aún más millonario haciendo caso del dicho de Benjamin Franklin: «Uncentavo ahorrado es un centavo ganado».

De joven aprendió mucho de su tío, pero también de su madre, de quien se cuenta que murió de inanición porque se negaba a adquirir comida a pesar de ser rica. Por poner varios ejemplos, Elwes siempre se acostaba en cuanto se ponía el sol para no gastar velas, comía alimentos caducados y vestía como un mendigo. Era tal su tacañería, que prefería caminar bajo la lluvia antes de pagar transporte, y luego se sentaba con la ropa mojada en lugar de desperdiciar combustible en la chimenea. Como su tío, John Elwes accedió al Parlamento británico en 1772 y formó parte de tres legislaturas, acudiendo a las sesiones a lomos de un caballo desnutrido y alimentándose a base de huevos duros.

¿Fue este político excéntrico la inspiración de Charles Dickens para ‘Cuento de Navidad’? Es difícil saberlo, puesto que Elwes murió en 1789 y el escritor nació en 1812, de ahí que varios estudiosos apunten a otras figuras como Jemmy Wood, el dueño del Gloucester Old Bank —y posiblemente el primer millonario de Gran Bretaña—, o un tipo llamado Ebenezer Lennox Scroggie cuya tumba sería hallada por Dickens en un cementerio de Edimburgo.

Sea como fuere, el protagonista de ‘Cuento de Navidad’ es un auténtico icono que ha traspasado épocas y fronteras, llegando a ser tan famoso como Santa Claus o los Reyes Magos y dando lugar a infinidad de adaptaciones teatrales, radiofónicas o cinematográficas. También es habitual verlo en los escaparates de las librerías coincidiendo con el final del otoño, siendo numerosas las editoriales que apuestan por él de cara a sus campañas navideñas. La última gran edición del clásico dickensiano nos llega de la mano de B de Block, sello perteneciente al grupo Penguim Random House, y cuenta con la traducción de la barcelonesa Nuria Salinas, responsable de traer al español títulos como ‘El zorro y la estrella, de Coralie Bickford-Smith; ‘Los demás seguimos aquí’, de Patrick Ness; o ‘Cuentos de Shakespeare’, de Charles Lamb. Nuria es, además de traductora literaria, editora de mesa y correctora, y eso se nota en la pulcritud de la versión desde el primer hasta el último párrafo.

Otro de los atractivos de este ‘Cuento de Navidad’ es su formato de 246 x 278 centímetros, que lo emparenta con los álbumes ilustrados que tanto gustan a los niños, y su preciosa encuadernación en tapa dura, lo que convierte el volumen en un artículo de lujo. Aunque son sus ilustraciones, hermosísimas en su conjunto, el verdadero tesoro; las mismas corren a cargo de Lisa Aisato, quien deslumbró a los lectores con ‘La vida ilustrada’, y tiene en su haber joyas como ‘La niña que salvó los libros’, ‘Un año de buenas noches’, ‘Soñar con unicornios’ o ‘La hermana de nieve’. Nacida en Noruega, además de ilustradora, Lisa es artista visual y escritora de libros infantiles, sus trabajos han sido traducidos a más de 30 idiomas y en 2015 fue incluida en la lista de mejores autores menores de 35 años por la revista noruega Morgenbladet.

‘Cuento de Navidad’ de Charles Dickens es un libro apto para niños de 7 a 99 años, siendo esta maravillosa edición un vehículo idóneo para adentrarse en la historia o disfrutar de su relectura en familia y al calor del hogar. Un último consejo: si deciden sumergirse en el clásico y empaparse de su espíritu navideño, una vez estén en la página 141, lean con detenimiento el mensaje final, repítanlo tres veces y guárdenlo en su corazón todos los meses del año.