Vampiros

A finales del siglo XIX Drácula entra en la literatura para convertirse, como nos recuerda Juan Antonio Molina Foix en su edición de la novela, en uno de los seres de ficción más importantes del siglo XX. Sus secuelas y reinterpretaciones continúan sin que parezcan agotar el filón que el novelista británico Bram Stoker encontró en antiguas leyendas y mitologías. Lo aderezó con frases bíblicas, y le dio apariencia de realidad con la mención de los incipientes avances médico-científicos de la época, en especial los estudios sobre el subconsciente.

Pero Stoker alcanza definitivamente su mérito por haber conseguido un personaje poderoso y atractivo. No deja de ser curioso que la riqueza de matices con los que dota a los perversos, con el conde a la cabeza, contraste con la limitada capacidad de sorprender de los héroes de la novela. Porque sin duda el autor, como el lector, se siente atraído por el mal y por las fuerzas oscuras. Por eso acudimos al Caixaforum.

Drácula representa el culmen de la literatura gótica. Presenta algunos rasgos del Romanticismo que hoy nos resultan obsoletos, como cierta tendencia al melodrama y mucha exageración de los sentimientos, y aciertos notables como el correlato con el paisaje y la creación de atmósferas siniestras. Está compuesta como una acumulación de textos: cartas, noticias, informes y diarios que modulan la voz narrativa y van dosificando la información en una composición eficaz, lo mismo que percibiremos durante el recorrido de la muestra con la sucesión de lienzos, fotografías, objetos y proyecciones.

Los roles de Drácula –del de Bram Stocker-son sexistas, clasistas, arquetípicos: las mujeres solo pueden ser perfectas consejeras y débiles almas sensibles o bien lascivos demonios; los caballeros, salvo el degenerado conde Drácula, son intrépidos, desinteresados, honorables; y los trabajadores rudos y primarios pero de buen corazón. Ahora percibiremos cómo se mantienen o se modifican estos rasgos, dependiendo de la sensibilidad de cada época, y de las posibilidades de cada formato, en lo que resulta una lectura política del mito.

En torno a la construcción de ese monstruo de la ficción, que ha terminado por convertirse en un referente de la cultura popular y la contracultura underground, La Caixa, y la Cinémathèque française presentan una exposición estructurada sobre diferentes ejes agrupados, como no podía ser de otra manera, en torno a la cinematografía. Por eso es de destacar la estupenda filmografía del catálogo, cuyas películas se pueden visionar en las diferentes salas del Caixaforum.

Es una opción, como muchas otras hubieran sido posibles, para analizar la evolución del mito hasta nuestros días, cuyo vigor se demuestra en series cinematográficas como Crepúsculo, basada en un cuarteto de novelas de Stephenie Meyer, que llega hasta la cultura japonesa, en la que los vampiros no habían existido históricamente, pero ahora forman todo un género en el manga y el anime, cuyos ejemplos podemos ver también en esta muestra.

Quizás lo más curioso para los fetichistas sea el vestuario de las películas Drácula, de Francis Ford Coppola, o Entrevista con un vampiro de Neil Jordan, que forman ya parte del subconsciente colectivo de varias generaciones, el guion original de Bram Stoker para la primera adaptación de su novela al teatro, así como numerosos posters y carteles, varios aguafuertes de Goya y grabados de Doré, dos lienzos excepcionales: Beast, un Basquiat de los años 80, y el Tango del arcángel de Kees van Dongen cedido por el Nuevo Museo Nacional de Mónaco.

La introducción nos sumerge en los mitos ancestrales y los personajes históricos sobre cuyos caracteres se construyó una leyenda que atraviesa después las salas analizada desde el punto de vista histórico, incidiendo en el erotismo que transmite, y de su utilización como metáfora sociológica, así como su influencia en la cultura pop. Desde numerosas pantallas, repartidas por todo el recorrido, recibimos las imágenes de la pléyade de fotogramas que se han dedicado a este personaje emblemático.

En torno a la exposición, como es costumbre en Caixaforum, se estructura toda una serie de eventos, conferencias, proyecciones, veladas poéticas y recitales musicales, una tarde vampírica el 6 de marzo, así como un espacio más otras actividades destinadas a los más pequeños.

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VAMPIROS, LA ANTIGUEDAD DEL MITO

CAIXAFORUM. MADRID

14 de febrero a 7 de junio 2020

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