ELECCIONES GALLEGAS

Moreno respira dos años después del "Alberto, la solución eres tú"

"Va a estar justito, pero yo creo que sí", el PP andaluz vivió con ansiedad el recuento gallego ante el temor a que los focos viraran hacia el presidente, y ganan con Rueda un aliado moderado

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, saluda al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, saluda al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. / Agencias

Isabel Morillo

Isabel Morillo

Andalucía es un balneario político. La mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno ha dejado una ‘legislatura oasis’ para los populares en mitad de la tormenta política nacional. Ver desde la atalaya el sufrimiento del Gobierno de Pedro Sánchez, con una mayoría exigua e inestable dependiendo de Junts, lleva a los populares andaluces a valorar y disfrutar aún más de su ventajosa situación política.

El PP andaluz coronó en las últimas municipales casi todas las cimas, ocho capitales, seis diputaciones, que sumó a los 58 de 109 diputados de la Cámara andaluza. Una legislatura tranquila, sin sobresaltos, que Moreno paladea tras una etapa anterior de crisis en crisis, dominada por los caprichos de Vox. El presidente andaluz no quiere que nada rompa su discurso de estabilidad y concordia y aspira a disfrutar de su mayoría sin sorpresas. Por eso los últimos días, confiesan en su entorno, han sido inquietantes. Han sufrido. La procesión, admiten, iba por dentro.

Rueda, un aliado moderado

“Va a estar justito, pero yo creo que sí”, escribía, cerradas las urnas gallegas, un cargo andaluz. "El triunfo de la moderación y el equilibrio" escribió Juan Manuel Moreno con alivio, que sabe que el presidente Alfonso Rueda será su aliado en el ala centrista de un PP que se debate en los equilibrios. Rueda gobernará sin Vox, como Moreno, y como Isabel Díaz Ayuso, pero sin duda el lenguaje del presidente gallego tiene más acento andaluz que madrileño.

En el PP de Moreno han temido que su oasis se convirtiera en espejismo ante la posibilidad de que tras el ‘patinazo’ de Génova con la amnistía se perdiera el feudo gallego. “Vamos a esperar”, decían desde el puente de mando del PP de Andalucía mientras contenían la respiración. Sabían que si Alberto Núñez Feijóo perdía en las autonómicas gallegas, todos los focos iban a apuntar a Moreno. El andaluz no calienta en la banda y teme que le pidan salir a jugar.

Con voto socialista

Como hace dos años, Moreno tuerce el gesto cuando se habla de la posibilidad de un salto nacional. Su aspiración es agotar la legislatura y sumar una nueva como presidente andaluz, insiste. Él ya pasó por Madrid y ese camino de vuelta no lo contempla. El PP de Andalucía es un partido que alcanzó la mayoría absoluta vestido de centro moderado y captando voto prestado del PSOE. Por eso por aquí solo se agitan cuando se les pregunta por la posibilidad de que sea Isabel Díaz Ayuso la que dé un paso al frente en sustitución de Feijóo si finalmente el gallego tira la toalla.

La ‘tercera vía’ que defiende Moreno, la ‘vía andaluza’, del diálogo y la moderación con la mano izquierda y de jaleo a la línea dura de Feijóo contra Pedro Sánchez con la mano derecha, no sería posible con el ala más dura del PP al frente del partido. Nadie quiere pensar en eso. Nadie quiere contestar si Moreno disputaría a Ayuso el cetro del partido. “Queda Feijóo para rato”, replican. Circulen, que Galicia ha optado por la continuidad, aseguraban por las filas populares andaluzas tras horas de zozobra.

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