Ejecutivo andaluz

Moreno diseña cambios en su Gobierno ante el fantasma del desgaste político

La marcha a Bruselas de Carmen Crespo abre una crisis de Gobierno del presidente andaluz en el ecuador de su legislatura

Juanma Moreno atiende a los medios a su llegada a la sesión de control del Gobierno. / EP

Victoria Flores

En menos de 24 horas el panorama del Ejecutivo andaluz ha cambiado. De la estabilidad absoluta ha pasado al cambio inminente. La súbita marcha de Carmen Crespo, consejera de Agricultura, para ocupar un puesto "privilegiado" ha acelerado los ritmos en San Telmo. El Consejo de Gobierno que se reúna el próximo martes tendrá una silla vacía y el presidente Juanma Moreno ya está pensando en qué cambios tendrá que hacer.

El desenlace ha sido vertiginoso, ni siquiera dentro del propio Gobierno tenían claro qué iba a pasar. La ley electoral impide que un miembro de un Consejo de Gobierno autonómico se presente a las elecciones europeas, pero nadie hablaba de eso en la mañana de este jueves. De hecho, hasta el último momento no se ha confirmado nada. Ni siquiera la consejera tenía claro cuándo iba a tener que dejar el cargo y aseguraba que "lo que diga Presidencia". Este viernes ya es oficial, la consejera se ha despedido del Gobierno.

La fuerza que tiene ahora mismo Moreno tanto en Andalucía, donde aglutina una mayoría absoluta, como dentro del PP nacional ha permitido al presidente andaluz decidir a quién quería mandar a Bruselas. En San Telmo han valorado los pros y los contras de enviar a la consejera de Agricultura al Parlamento Europeo. Con un hermetismo prácticamente absoluto, como acostumbra a hacer el líder popular en este tipo de nombramientos, Moreno ha terminado decantándose por la almeriense como su nuevo altavoz ante las instituciones europeas.

Crespo, la voz de Moreno sobre el agua en Bruselas

El agua ha ocupado una posición más que relevante dentro de las preocupaciones del Gobierno andaluz. La sequía que ha maltratado a Andalucía en los últimos meses han demostrado la falta de agua y la necesidad de atajarla y una y otra vez Moreno ha ido a Bruselas a reclamar ayudas para poder hacer frente a esta lacra. El presidente andaluz pide un trato singular para la región dentro de la UE. "Llevo años trabajando en Bruselas para que las políticas del agua se tengan en cuenta", aseguraba el popular este jueves al confirmar el nombramiento a los medios.

La marcha de Teresa Ribera, único canal de comunicación abierto entre el Ejecutivo autonómico y el nacional, como cabeza de lista del PSOE para la Eurocámara ha podido pesar en la decisión final. Con Crespo, Moreno da un golpe sobre la mesa y manda a Bruselas a un contrapeso para defender sus intereses sobre el campo y las políticas hídricas. La sequía ha sido uno de los motivos de confrontación con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y, aún hoy, el Gobierno andaluz mantiene sus exigencias con respecto a las infraestructuras hídricas que Madrid mantiene bloqueadas. Por ello, la presencia de Crespo en el Parlamento le asegura a Moreno voz y voto en Europa frente a las decisiones de la todavía ministra.

La consejera que ahora abandona el cargo es diputada por Almería, forma parte del Gobierno andaluz desde el primer Ejecutivo de Moreno, y con anterioridad había ocupado la portavocía del grupo parlamentario del PP en el Parlamento. Además, fue delegada del Gobierno en Andalucía durante el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

La Consejería seguirá adelante sin consejera

Crespo ha tenido que hacer frente a la sequía, que ha colocado a regiones de Andalucía en situaciones de emergencia y ha mantenido a miles de ciudadanos con restricciones de consumo, y a las protestas en el campo, que cogieron especial fuerza a principios de este año. En el campo eran muchas las voces desde las organizaciones sectoriales que clamaban contra la almeriense y la tensión era más que palpable. Sin embargo, eso no ha impedido que dentro del Gobierno se haya valorado su labor.

La consejería funcionará durante un tiempo con el mismo equipo pero sin la consejera.

Aunque en un primer momento, fuentes del Ejecutivo confiaban en que la almeriense pudiera aguantar más en el cargo, la ley electoral ha obligado a que todo haya sido muy rápido. Ante esta situación, Moreno ha avalado por la estabilidad: la Consejería seguirá adelante con el mismo equipo, aunque la consejera no pueda liderarlo.

Será otro miembro del Gobierno el que acoja las competencias de la cartera de forma temporal mientras se decide qué hacer. Será definitivamente, como ha anunciado Moreno este viernes, el consejero de Sostenibilidad, Ramón Fernández-Pacheco, cuyas competencias son similares, quien asuma las responsabilidades de Crespo. De hecho, ya está publicada en el BOJA la decisión.

Un Gobierno sin interés por el cambio

A Moreno no le gustan los cambios, lo ha dicho en numerosas ocasiones y lo deja caer cada vez que alguien le pregunta si el ecuador de su legislatura traerá novedades en su equipo. Durante su primera legislatura solo hubo dos cambios: en la Consejería de Hacienda por problemas de salud del consejero Alberto García, que fue sustituido por Juan Bravo, y en la Consejería de Educación y Deporte por el fallecimiento de Javier Imbroda, que fue sustituido por Manuel Alejandro Cardenete. También relevó por la actual consejera de Fomento, Rocío Díaz, a la actual alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, para ser candidata en las pasadas municipales.

Hace apenas un par de semanas, en un encuentro de la Cadena Ser, el presidente aseguraba que no planteaba ningún movimiento, quizás algún cambio de competencias entre los consejeros ya existentes. Aun así, Moreno ha reconocido en alguna ocasión que no se siente del todo cómodo con el reparto que tiene ahora mismo.

Este es un Gobierno tranquilo y los cambios no hay que hacerlos rápido

Juanma Moreno

— Presidente de la Junta de Andalucía

"Este es un Gobierno tranquilo y los cambios no hay que hacerlos rápido", insistía este jueves in extremis antes de entrar en el pleno. La actualidad ha ido más rápido. Ahora, el presidente no descarta que se puedan producir más cambios además de una entrada en Agricultura. Moreno podría aprovechar este margen que le da la delegación de competencias de la cartera en otra consejería para dar una vuelta a su equipo y plantear nuevos relevos.

Qué otros cambios puede haber

Pese a este afán porque todo siga como hasta ahora, voces dentro del partido piden cambios en el Ejecutivo. El de Moreno se ha convertido en un Gobierno de corte presidencialista, donde él es el más valorado, pero también el que pone la cara ante todos los problemas. En el PP reclaman rostros más visibles y que sirvan de muro de contención ante los ataques contra el presidente.

Las debilidades de este modelo han quedado claras con las cifras de las listas de espera, que la oposición ha aprovechado para unirse contra el Gobierno andaluz y contra el propio Moreno. De hecho, se baraja que una de las posibles salidas del equipo sea la de la consejera de Salud, Catalina García. El debate está vivo dentro del Gobierno, ya que García está muy quemada por los diferentes problemas a los que se ha enfrentado en los últimos meses. Sin embargo, la izquierda lleva semanas exigiendo su cabeza y entregarla sería claudicar ante la oposición. Todo está sobre la mesa en San Telmo.

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Las encuestas mantienen que Moreno es intocable, pero el líder de los populares no quiere que nada le pille por sorpresa. Fuentes de la presidencia aclaran el presidente no quiere "que la gente no confunda estabilidad con inmovilismo". El abanderado de la estabilidad, que puede ser la palabra más repetida de la legislatura, no quiere que una posible subida de la izquierda le pille desprevenido e intentará aprovecharse de la velocidad de la actualidad para reforzar su figura aún más.

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