EDUCACIÓN PÚBLICA

Qué es la refrigeración adiabática, el sistema que la Junta instala en los colegios y los expertos desaconsejan

Expertos en energía consideran que "en la mayoría de los casos" estos sistemas "son incapaces de conseguir las temperaturas y parámetros de humedad" estipulados

La Junta defiende el mecanismo: "Es un sistema más que testado"

Sistema de refrigeración adiabática en el CEIP José Antonio Valenzuela (Córdoba)

Sistema de refrigeración adiabática en el CEIP José Antonio Valenzuela (Córdoba) / COR_EXTERNAS

Ana Ordaz

Ana Ordaz

Después de la tregua que ha dado esta primavera, con temperaturas suaves que se han alargado hasta bien entrado el mes de mayo, el calor ya ha llegado. Y, con él, las reclamaciones de las familias para climatizar las aulas de los centros docentes. Uno de los puntos de choque entre la administración y las AMPAS es el sistema de refrigeración escogido para aclimatar las aulas en aquellos centros en los que se han acometido obras: la refrigeración adiabática.

Según explicó recientemente la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, en 407 centros docentes [de los más de 4.000 que hay en Andalucía] la Junta ha llevado a cabo actuaciones "para mejorar las condiciones térmicas de los centros educativos". En muchos casos, estas actuaciones han consistido en la instalación de sistemas de refrigeración adiabática.

Las familias denuncian que este mecanismo no es apto para uso humano; la Junta defiende que es un sistema "más que testado" y que también han empleado otras comunidades autónomas. ¿Qué dicen las voces expertas al respecto?

"No es legal y supone un grave riesgo"

Juan Francisco Coronel, profesor del departamento de ingeniería energética de la ETSI de la Universidad de Sevilla y director del curso experto de instalaciones de climatización explica que "efectivamente, se trata de un sistema probado que se utiliza en muchos sitios", tal y como dice la Junta, "pero normalmente nunca como uso único para climatización de confort humano".

"Se usa o bien para climatización en industrias y granjas [por ejemplo, en las granjas de pollos], o bien como sistema de apoyo o complemento en un sistema de climatización más completo. No vas a encontrar ningún espacio (hospitales, oficinas, teatros, cines, las propias oficinas de la Consejería, etc.) donde el único sistema de climatización sea adiabático", asegura el experto.

Alumnado del CEIP Mediterráneo (Córdoba) saliendo a las 12:00h en vez de las 14:00h por las altas temperaturas

Alumnado del CEIP Mediterráneo (Córdoba) saliendo a las 12:00h en vez de las 14:00h por las altas temperaturas / MANUEL MURILLO

La Asociación de Técnicos en Energía de Andalucía (ATEAN), institución sin ánimo de lucro que agrupa a técnicos, profesionales y empresas del sector energético, emitió hace ya dos años un comunicado en el que plasmó su visión técnica sobre la instalación de mecanismos adiabáticos en las aulas de los centros docentes en la comunidad.

Según ATEAN, "este sistema no sólo no es legal —al no cumplir con los requisitos mínimos de la normativa—, sino que además supone un grave riesgo en materia de seguridad, higiene y salubridad en los colegios andaluces".

No son "bioclimáticos"

El primero de estos requisitos tiene que ver con su capacidad para aclimatar los espacios. Sobre el apellido 'bioclimáticos' con el que se les suele identificar, los expertos explican que "este término no tiene ningún tipo de rigor técnico y resulta engañoso", de acuerdo con la definición de 'climatización' que consta en el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios). Como explica Coronel, "climatización no es solamente frío, también es la calefacción y la ventilación, y la adiabática no permite la calefacción".

Acción y efecto de dar a un espacio cerrado las condiciones de temperatura, humedad relativa, calidad de aire y, a veces, también de presión, necesarias para el bienestar de las personas y/o la conservación de las cosas

RITE

— Definición de 'climatización'

En opinión de ATEAN, estas son "condiciones que los sistemas adiabáticos, ya sean directos o indirectos, no cumplen, ya que en ningún caso climatizan, en todo caso se podría decir que atemperan". El profesor desarrolla este punto: "La cantidad de frío que da un sistema adiabático depende de la humedad que haya en el aire". Esto quiere decir que en zonas de la sierra, por ejemplo, donde el aire es muy seco, estos sistemas pueden llegar a enfriar bastante; pero en zonas de costa, donde el aire tiene mucha humedad de por sí, puede enfriar "3-4 grados, no más". "No puedes poner un sistema que no garantiza el confort en la mitad de las situaciones", opina el experto.

La asociación de expertos recuerda que el RITE estipula que "la temperatura operativa para el verano entre los 23-25 grados y la humedad relativa entre el 45% y el 60%". "Según nuestras simulaciones para un aula tipo y para diversos climas andaluces, los equipos adiabáticos en la mayoría de los casos, son incapaces de conseguir estas temperaturas y parámetros de humedad y las experiencias piloto presentadas no ofrecen datos fehacientes del cumplimiento de las mismas", desarrolla el comunicado.

Obras aire acondicionado en el CEIP Albolafia (Córdoba)

Obras aire acondicionado en el CEIP Albolafia (Córdoba) / A. J. González

Esta es también una de las quejas de la Plataforma Escuelas de Calor, que lleva desde el año 2017 reivindicando la climatización de las aulas. "La refrigeración adiabática está indicada para uso industrial. Funciona con agua, refrigera añadiendo humedad, por lo que en un aula con tanta densidad de personas va a causar sensación de bochorno", expone su portavoz, Teresa Pablo. "Además, hace muchísimo ruido", añade.

Afecta a la calidad del aire

El segundo requisito al que apuntan los expertos es sobre la calidad del aire. Según explican en su comunicado "en el caso de los sistemas directos, al carecer de los filtros adecuados, afecta directamente a las condiciones de salubridad de los alumnos. En el caso de los sistemas indirectos, se puede incorporar un filtro adecuado, pero con una pérdida considerable de la eficiencia".

"No sólo se incumplen estos aspectos capitales y obligatorios de las normativas de edificación, climatización y seguridad en el trabajo", ahonda el escrito, "sino que estos equipos, sin un mantenimiento específico y adecuado, pueden convertirse en un potencial peligro al ser fuente de cultivo y transmisión de legionella y otras bacterias. Al no garantizar la calidad del aire en las aulas, se daría pie a la proliferación de alergias y otras enfermedades respiratorias", exponen desde ATEAN.

Aparato de aire acondicionado en un colegio electoral de Córdoba en las elecciones generales del 23 de julio de 2023

Aparato de aire acondicionado en un colegio electoral de Córdoba en las elecciones generales del 23 de julio de 2023 / MANUEL MURILLO

La Junta: "Es un sistema más que testado"

La Junta defiende el mecanismo. "Es un sistema más que testado, que utilizan en otras comunidades en las aulas. Es mucho más saludable que los sistemas de aire acondicionado, permite tener ventanas abiertas y, por tanto, la circulación natural, y también es mucho más sostenible que la fotovoltaica", aseguran desde la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional.

El profesor experto en ingeniería energética considera que "tener las ventanas abiertas es una locura cuando fuera hace 40 grados". Y reflexiona: "si en el norte nadie concibe estar en un aula a 8 grados sin poner un sistema de calefacción —y no hacen inventos raros: si hay que poner calefacción, se pone calefacción—, ¿por qué con la refrigeración no ocurre lo mismo?". "Esto siempre ha venido de que los que pasan frío, el norte, siempre ha sido rico; y los que pasamos calor, el sur, siempre hemos sido pobres", añade el experto.

La administración argumenta que centros de otras comunidades autónomas como Canarias, Madrid, Extremadura o Comunidad Valenciana también han instalado refrigeración adiabática en sus aulas. En otras comunidades, como en Cataluña, el calor en las escuelas también es un problema, y docentes y familias coinciden en que no se ha hecho "prácticamente nada" para adaptar los edificios a la crisis climática y reclaman medidas estructurales urgentes.

Comienzo curso 2019- 2020 en el CEIP Torre de la Malmuerta (Córdoba) con aire acondicionado

Comienzo curso 2019- 2020 en el CEIP Torre de la Malmuerta (Córdoba) con aire acondicionado / A.J.GONZÁLEZ

¿Qué alternativas hay?

Entonces, ¿qué alternativas hay al sistema adiabático, en términos de confort y consumo eficiente? "Lo primero, un plan integral a largo plazo. Si nuestros colegios están en una situación mala hay que atacar a la envolvente de los edificios, los acristalamientos, los muros... intentar que los colegios no sean sitios donde haga tanto calor y tanto frío de por sí", expone el experto.

"Y, después, intentar buscar un sistema de climatización convencional eficiente, que hay muchos. La tecnología de hoy en día existen sistemas que consumen bastante menos que antes", opina el profesor. "Sería muy interesante también que, dentro de la filosofía de energía 0 o casi nula, sería que los colegios tuvieran sistemas de producción eléctrica, por ejemplo, paneles solares fotovoltaicos, que pudieran compensar la energía eléctrica que consume el sistema climatización", expone el experto.

En este sentido, desde la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional aseguran "la Junta está ejecutando 26 millones de euros en medidas pasivas de climatización en 230 centros, de los cuales 17 millones corresponden a obras ya finalizadas: se trata de creación de zonas de sombra (porches, toldos, cubrición de pistas polideportivas...), sustitución de ventanas y colocación de celosías, instalación de ventiladores, etc.". "Existen 29 obras de medidas pasivas de climatización en construcción, con una inversión de 4,1 millones de euros. Otras 18 actuaciones cuentan con obras contratadas y pendientes de inicio", apuntan desde la administración.

¿Cómo funciona?

Como explica ATEAN "los equipos de enfriamiento adiabático funcionan utilizando la evaporación del agua para reducir la temperatura del aire que tratan".

Y existen dos tipos de mecanismos. "Los más sencillos (de funcionamiento directo), toman aire del exterior y, mediante humidificación con agua, se reduce su temperatura, aumentando su humedad, introduciéndose luego en la estancia a tratar".

El otro mecanismo (de humidificación indirecta) "utiliza dos corrientes de aire, tomando siempre aire exterior. La primera corriente baja su temperatura humedeciendo el agua, y mediante el intercambio reduce a su vez la temperatura de la segunda corriente, que mantiene constante su humedad absoluta, entrando en el habitación, mientras que la corriente primaria regresa al exterior", detalla.