Tres playas en Andalucía de difícil acceso y con aguas cristalinas que pocos conocen

Andalucía tiene la gran fortuna de ser un entorno que comprende tanto paisajes montañosos como marítimos en casi todas sus provincias. Aunque la gran mayoría de sus playas son de fácil acceso y públicas, hay algunos entornos naturales que pretenden cuidar y preservar su patrimonio. En estos casos, la Junta y los ayuntamientos de las ciudades se ponen de acuerdo en acordar medidas que ayuden a conservar las playas. Entre las normas, se incluyen la restricción de vehículos a determinadas zonas, por lo que los bañistas deben ir andando hasta su destino o en los transportes que ponen a disposición de ellos.

Estas iniciativas llevan en marcha varios años y, con el final de cada temporada estival, se obtienen muy buenas cifras en cuanto a control de acceso como de ocupación en la propia playa, ya que son espacios tranquilos que huyen de la masificación de las típicas costas. Estas son algunas playas andaluzas a las que no se puede acceder fácilmente con vehículo dada la conservación de su entorno. La tranquilidad, el descanso y el disfrute están asegurados en estos paraísos marítimos.

Playa Cantarriján, Almuñecar (Granada)

Otro año más, la Junta ha renovado la campaña de control de acceso a la playa de Cantarriján, en La Herradura. Este plan consiste en la regulación de personas y vehículos con la intención de conservar el espacio natural protegido. Para ello, todo aquel que quiera acudir hasta la playa puede acceder mediante un servicio de autobuses a disposición de los ciudadanos cuyo coste total es de tres euros, ida y vuelta incluidas.

Esta campaña se inició el pasado 15 de junio y durará hasta el próximo 10 de septiembre. 

La playa, de arena oscura, pertenece a una zona protegida por lo que presenta un paisaje con abundante vegetación y poca presencia de construcciones. A diferencia de la mayoría de playas andaluzas, en estas aguas no pueden alquilarse materiales náuticos destinados a la práctica de deportes acuáticos. 

Para los aficionados de la moda sin tela, la playa de Cantarriján es el destino perfecto. 

Cala del Cañuelo, Nerja (Málaga)

Esta cala se encuentra en el límite entre las provincias de Málaga y Granada. Pertenece al paraje natural Maro-Cerro Gordo, por lo que su paisaje va a estar rodeado de vegetación que dará al lugar un toque distinto al que estamos acostumbrados. La playa del Cañuelo, con sus aguas cristalinas junto a la arena y la grava, es el escenario perfecto para los amantes de los deportes marítimos como el snorkel. 

El acceso a esta playa es algo complicado, dado sus increíbles acantilados y rocas. Por este motivo, la Junta de Andalucía pone a disposición de los usuarios un servicio de autobuses que les facilita el camino de llegada hasta la playa. La lanzadera tiene un precio de dos euros e incluye el viaje de ida y vuelta. 

Playa de los Genoveses y El Mónsul, Níjar (Almería)

Al igual que en los anteriores casos, estas playas llevan diez temporadas en las que cobran a los usuarios un total de seis euros con la intención de preservar el entorno natural del enclave del Cabo de Gata eximiéndose del máximo deterioro que pueda tener. Desde el pasado 21 de junio hasta el 22 de septiembre, el cobro por la entrada de vehículos estará vigente. Con esta medida se pretende darle una mayor vida al entorno, tratando de cuidar el ecosistema que le rodea.

Por otro lado, las actividades deportivas como piraguas o kayaks quedan prohibidas.