Un periódico de bandera para la autonomía andaluza

Después de aquella mítica portada escrita a mano del 4 de diciembre de 1977, El Correo de Andalucia ha ido llenando sus páginas con toda la historia de nuestra comunidad autónoma, del 4-D al 28-F o, ahora, el reto de la financiación autonómica. Han pasado 50 años de aquel momento y Andalucía vuelve a estar en un momento crucial para su historia. Andalucía es el territorio con más votantes y su peso electoral resulta obvio en el panorma nacional, pero más allá de eso, la comunidad autónoma es una de las voces más escuchadas en la política actual.

Este periódico ha sido testigo y fiscalizador de todos los pasos que ha dado la autonomía andaluza y lo es también ante el próximo gran reto, la reforma del sistema de financiación, donde Andalucía tiene mucho que decir. Todas los partidos políticos del Parlamento coinciden en que la comunidad pierde con el sistema actual, instaurado en 2009 tras un acuerdo entre el PSOE y ERC. La situación se repite, el PSC y los independnetistas han firmado un pacto para cambiar el sistema, pero, según un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), el cupo catalán abriría un agujero de 30.000 millones de euros en las arcas comunes y la comunidad andaluza puede ser la mayor perjudicada.

Con una economía con "puestos de bajo nivel añadido muy sometidos al contexto climático" y basada en la agricultura y el turismo, la solidaridad interterritorial se vuelve necesaria, apunta el politólogo y director de Cámara Cívica, Manuel Rodríguez. Según el Instituto Nacional de Estadística, Andalucía está la tercera en el ránking de comunidades más pobres con un 30,5% de su población en riesgo, solo por detrás de Ceuta y Melilla. Igual ocurre con el paro, que en el segundo trimestre de este año, el INE lo cifra en el 16,27%, solo las ciudades autónomas tenían más. Si cada territorio recauda sus propios impuestos, Andalucía sale perjudicada.

Una manifestación que emule el 4-D

El politólogo explica que muchos ciudadanos verán como "otra vez las inversiones van a Cataluña y el País Vasco", mientras que "aquí, que en teopria se hacen las cosas bien, nos quedamos a la cola". Históricamente, la cesión de competencias se ha dado de forma igualitaria entre las comunidades autónomas, sin embargo, la posición de poder de catalanes y vascos en el Congreso ha hecho que esto cambie. "Puede generar ciertos procesos bastantes desagradables y una desafeccion con el sistema autonómico, sirve para corregir ciertas diferencias", incide.

La movilización del 4-D en la que participaron millones de personas está más latente que nunca. Ahora, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, espera poder reeditar una manifestación similar para que Andalucía le plante cara a los "agravios" de la financiación. El popular ya toca las puertas de los agentes sociales para que se sumen a su cruzada y que este otoño las calles se llenen de andaluces. Aún así,  la politóloga y CEO de Idus3 Estrategia, Ana Salazar, ve "incompatible "presumir de bajar los impuestos a la vez que se pide un estado fuerte", algo que ya le han señalado a Moreno la oposición y los sindicatos.

Todo esto ocurre mientras en Andalucía las arenas se mueven y todos quieren que lo hagan a su favor. Esta es una comunidad históricamente socialista, que ahora gira a la derecha y en la que el PP ha cumplido un ciclo de cuatro victorias seguidas, aunque el PSOE no se da por vencido y espera poder recuperar el que fuera su gran feudo. "Ambos partidos le están sacando todo el jugo que pueden sacar, el PSOE para el Gobierno central y para el PP ha sido una gran sorpresa poder participar en el partido andaluz", explica Salazar, que insiste en que "los dos partidos tradicionales tienen que jugar Andalucía".