SANIDAD PÚBLICA

Luis Escribano, sucesor de 'Spiriman': "En Andalucía no existe un proyecto de sanidad pública"

Ocho años después de la primera manifestación por a sanidad pública promovida por Jesús Candel, la Asociación Justicia por la Sanidad vuelve a las calles este domingo, en una marcha que será también un homenaje al médico fallecido: "Seguimos luchando por lo mismo"

El médico granadino Jesús Candel, conocido como 'Spiriman', encabeza una manifestación en Sevilla bajo el lema 'Por una sanidad pública digna y completa, sin privatización, no más recortes y fuera corruptos' en 2018. / José Manuel Vidal

Ana Ordaz

Este domingo, el centro de Granada volverá a ser el escenario de una manifestación en defensa de la sanidad pública. La marcha ha sido convocada por la Asociación Justicia por la Sanidad, nacida en 2017 a raíz de las manifestaciones promovidas por el médico Jesús Candel, más conocido como Spiriman.

La de este domingo conmemorará la primera de aquellas manifestaciones, el 16 de octubre de 2016, que sacó a 80.000 personas a la calle y marcó un punto de inflexión en el movimiento por la sanidad pública. Será también un homenaje a Candel, quien falleció a causa de un cáncer en octubre de 2022.

Los motivos para volver a salir a la calle siguen siendo los mismos que hace ocho años. La asociación reclama "una sanidad pública digna y de calidad" y hace un "llamamiento a toda la sociedad" para provocar "un cambio de modelo". "Es nuestra salud y la de nuestra familia la que está en juego", advierten en un comunicado. La manifestación comenzará a las 12 del mediodía en la vía que lleva el nombre de Spiriman, la Avenida Dr. Jesús Candel Fábregas, y recorrerá las calles hasta llegar a la explanada del Palacio de Congresos. 

Entre la larga lista de deficiencias del Servicio Andaluz de Salud (SAS) enumeran las grandes demoras en la Atención Primaria, las "interminables" listas de espera (tanto de consultas externas, pruebas diagnósticas o terapéuticas e intervenciones quirúrgicas), las carencias en la atención a la salud mental o la derivación de recursos a la sanidad privada y la privatización de servicios sanitarios, entre otros.

El sucesor de 'Spiriman'

Tras la muerte de Candel, hace ahora justo dos años, fue Luis Escribano (miembro de la junta directiva desde sus inicios) quien asumió la presidencia en funciones de la Asociación Justicia por la Sanidad. Debido al estallido de la pandemia, la organización llevaba desde 2020 sin convocar una asamblea, que finalmente se celebró en 2023. Fue entonces, explica el propio Escribano a El Correo de Andalucía, cuando fue elegido formalmente presidente de la asociación. Escribano es natural de Sevilla, tiene 61 años y 30 de experiencia en la Junta de Andalucía y en el SAS. "Yo no soy médico", aclara, "trabajo en los servicios centrales del SAS, en Sevilla".

A principios de 2019, con el cambio de gobierno en Andalucía (tras la llegada del PP de la mano de Ciudadanos en las elecciones autonómicas de 2018), Escribano entró a formar parte del llamado 'comando anticorrupción' de la Junta. Se trató de un grupo de denunciantes de casos de corrupción del anterior gobierno socialista fichados por la entonces consejera de Empleo, Rocío Blanco (Ciudadanos). Pero tres semanas después la Consejería de Empleo prescindió de Escribano y de otro asesor de la asociación granadina, Antonio Barreda.

"Seguimos luchando por lo mismo", resume el actual presidente de la asociación. Asegura que "seguimos manteniendo los mismos socios que cuando Jesús falleció, el apoyo de la ciudadanía se mantiene". "Con el cambio de gobierno, mucha gente pensó que [la situación de la sanidad] iba a cambiar, pero no ha sido así. El PP ha heredado lo que el PSOE tenía montado y lo ha empeorado", expone Escribano en conversación telefónica. Asegura que en Andalucía "el gobierno actual no tiene un modelo de sanidad pública, sino que están parcheando lo que hay como pueden".

En este sentido, sobre el cambio de consejera de Salud este verano —hacia un perfil más técnico, pediatra y especialista en Atención Primaria— considera que "no sirve de nada, es un cambio de cromos, maquillaje político". A la pregunta de si han tenido contacto por parte de la administración, Escribano asegura que "todos los partidos políticos nos ningunean, nadie se ha puesto en contacto con nosotros". Indica que la asociación que preside es "un movimiento apartidista": "Queremos mantener nuestra independencia".

Denuncia de la corrupción

Los argumentos de la asociación van más allá de la denuncia por las abultadas listas de espera o la falta de profesionales. En un artículo, Escribano asegura que "el SAS funciona en la ilegalidad", y alega para ello que "carece de Estatutos, a pesar de ser obligatorio legalmente desde el 30 de junio de 2011" y que desde 2003 no se reúne el Consejo de Administración, un requisito recogido en la Ley de Salud de Andalucía.

La Asociación Justicia por la Sanidad lleva desde sus orígenes investigando y denunciando supuestas irregularidades en el Servicio Andaluz de Salud: "Fuimos los primeros en denunciar judicialmente y administración esta corrupción", recuerda su presidente, quien habla de "fraude generalizado dentro del SAS". Las protestas Spiriman contra la Junta de Andalucía por el estado de la sanidad pública fueron intensas y constantes, y Candel llegó a ser condenado por el Tribunal Supremo por insultar a Susana Díaz, entonces presidenta de la Junta, por insultos e injurias en sus redes sociales.

También denunció supuestas irregularidades en numerosos contratos del SAS, que recientemente han estado en el centro del debate mediático y político, después de que el periodista Daniel Cela revelara en elDiario.es Andalucía que la Junta de Andalucía fraccionó miles de contratos "en fraude de ley" con los que repartió a dedo 458 millones de euros. El escándalo llegó a la cámara andaluza, donde este martes el PP tumbó los controles previos de los contratos del SAS que reclamaba la oposición, incluido Vox.

"Como decía Jesús", rememora Escribano, "la causa de la corrupción está en el sistema político: la partitocracia está impidiendo que las administraciones funcionen correctamente". "Los abusos de poder y la corrupción son los efectos; la enfermedad no se cura tratando los síntomas sino atacando la enfermedad", reflexiona.

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