Doñana afronta con paz política desafíos como la falta de agua o la ampliación de la protección de su entorno

"De la mano". Esa ha sido la expresión que ha usado la consejera de Sostenibilidad, Catalina García, en su primera intervención como vicepresidenta del Consejo de Participación de Doñana para dar la bienvenida al recién nombrado por el Gobierno andaluz como presidente, el catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla, Enrique Mateos.

El principal órgano de participación de los agentes sociales involucrados en la gestión del parque ha aprobado por unanimidad el Plan de Trabajo Anual de Doñana. Un total de 300 medidas, que marca la hoja de ruta del futuro inmediato de esta Reserva de la Biosfera de la UNESCO.

Un año del Pacto de Doñana: La conexión de la marisma con el Guadiamar, la gran asignatura pendiente

Muy relacionada, precisamente, con este distintivo internacional, está una de las medidas estrellas que ha abordado García en su turno de palabra, en una reunión celebrado la misma semana que se cumple el primer aniversario del Pacto de Doñana. Se trata de "los avances significativos" en la declaración de las zonas periféricas del Parque Nacional, así como la puesta en marcha de una zona de amortiguación reconocida por la UNESCO.

Es necesario reforzar la coordinación entre administraciones para abordar los desafíos a los que hace frente Doñana, especialmente los relacionados con el cambio climático y la presión hídrica

Catalina García

— consejera de Sostenibilidad

Zonas de amortiguación y ampliación de áreas periféricas

¿Para qué sirven estas zonas? Un pre parque mejor conservado supone un seguro de vida para la buena salud medioambiental de una de las grandes joyas naturales al sur de Europa. Para ello, en estas zonas solo podrán hacerse actividades sostenibles que "refuercen la investigación científica, la vigilancia, la formación y la educación", tal como recoge la normativa de esta organización internacional.

Precisamente, el Acuerdo de Doñana supuso el compromiso de la Junta y el Gobierno por impulsar una serie de actuaciones que garanticen la sostenibilidad del espacio protegido, por lo que muchas de ellas van en esta misma dirección, como pueden ser las subvenciones a los agricultores para cambiar el uso de sus tierras de regadío a secano, agricultura ecológica o volver a suelo forestal, o las ayudas directas ya convocadas a las localidades al norte de la Corona Norte Forestal de Doñana. Es decir, los que se ubican inmediatamente en la zona de influencia del enclave.

La consejera de Sostenibilidad ha afirmado, en esta línea, que "Doñana no solo un lugar, sino un símbolo de la capacidad colectiva para preservar el legado natural y transmitirlo mejorado a las siguientes generaciones". La titular de Medio Ambiente andaluza ha hecho hincapié en "reforzar la coordinación entre administraciones para abordar los desafíos a los que hace frente Doñana, especialmente los relacionados con el cambio climático y la presión hídrica".

Plan de Trabajo Anual 2025

La preservación de "especies emblemáticas", como las ha definido Catalina García, en particular el lince ibérico, el águila imperial o el milano real contarán el próximo año con planes de conservación o seguimiento de la especie destacados.

Ya se ha compuesto una comisión mixta de trabajo para abordar la gestión de la finca Veta la Palma y llevar a cabo "su restauración ambiental", según la consejera de Sostenibilidad

La restauración de la zona afectada por el incendio en el Paraje de Las Peñuelas de 2017 o el impulso de un plan de gestión para Veta la Palma, la finca colindante al espacio natural entre las provincias de Huelva y Sevilla, que supuso una inversión de algo más de 76 millones de euros y supondrá una ampliación de la superficie del parque, reforzando precisamente esa periferia de la Doñana por su extremo sevillano.

Las únicas novedades hasta el momento tras la compra de Veta la Palma es el impulso de una comisión de trabajo específica, que se reunirá por primera vez en el primer trimestre de 2025.

Enrique Mateos: "Es un honor tomar el testigo en Doñana de Miguel Delibes"

Mateos quiere que el Consejo sea "más permeable"

Este primer Consejo de Participación para Enrique Mateos y la propia consejera, tras la renuncia de Miguel Delibes, inaugura un nuevo ciclo en el que por ahora todo está marcado por las palabras coordinación, consenso y diálogo. Según Mateos su idea es "ser continuista" con la labor del científico y "empoderar" al Consejo, ya que considera que ha tenido un papel clave en la puesta en marcha del Pacto de Doñana.