Jugador de baloncesto en la reserva –ha compartido cancha con Pedro Sánchez–, gusta de los juegos de equipo y el senderismo: «salir a patear al campo». Cofrade de la Archicofradía de los Dolores de San Juan –comparte devoción con Antonio Banderas–, admira la Semana Santa de Sevilla, que conoce mejor desde que, por razones de cargo y responsabilidad política, tuvo que cambiar su residencia habitual a Sevilla. Juan Manuel Moreno Bonilla (Málaga, 1970), presidente del PP de Andalucía desde 2014, acaba de dejar su escaño en el Senado porque necesita tiempo para dedicarse a su tierra, y porque es «un convencido defensor de la incompatibilidad de responsabilidades públicas». Gana tiempo pero no para su familia. Casado y con tres niños –de ocho, seis y tres años–, el líder de los populares andaluces lamenta perderse los partidos de sus hijos porque tiene que «atender cosas importantes que ellos, lógicamente, no entienden».

—¿Ha ascendido Andalucía a la Primera División del Impuesto de Sucesiones?

—Evidentemente no. Mientras no tengamos una bonificación al 99 por ciento de este impuesto como Madrid, La Rioja o País Vasco o Cantabria es muy difícil competir. Es necesario repensar la fiscalidad en Andalucía: bonificar el Impuesto de Transmisiones, rebajar al menos un punto el tramo autonómico del IRPF.—Pero Ciudadanos defiende que elevando el mínimo exento al millón de euros casi nadie va a pagar. ¿Por qué es mejor bonificar la tasa al 99 por ciento?

—Lo que ni Cs ni PSOE dicen es que hay trampa.—¿Trampa?

Quien cataloga los bienes es la Junta. Es la Junta quien decide si eres millonario. Sólo hace falta que valoren tus bienes por encima de un millón de euros para que ya tengas que pagar una barbaridad. A lo mejor sólo tienes dos bienes pero vas a pagar como si fueras millonario.—En la Copa del Impuesto de Sucesiones, Marín 1-Moreno Bonilla 0. ¿Resultado justo?

—La mayoría de los ciudadanos saben quien ha peleado por este impuesto. Llevamos 14 años y esta legislatura lo hemos introducido en la agenda política. Cs no incluye en el pacto de investidura esta reforma, ¿por qué no lo hizo si era una prioridad para ellos?—Pero después de esos 14 años Cs asume la paternidad de la reforma. ¿Ha asumido el PP-A que a veces es necesario sentarse con el PSOE-A para obtener algún triunfo?

—Siempre hemos demostrado que somos capaces de hablar con las distintas fuerzas políticas. Sí que podemos buscar puntos de encuentro con los socialistas en todo aquello que suponga la mejora de la calidad de vida de los andaluces, pero es que en 37 años han sido incapaces de resolver los principales problemas de los andaluces.—En ese asunto, Juan Marín le chincha. «Hemos hecho más en dos años de oposición que el PP-A en 14.

—Un tanto burda esa frase. Nosotros nunca hemos sido llave de gobierno. Cs durante dos años ha entregado dos cheques en blanco. Si pregunta a un andaluz medio si el pacto PSOE-Cs ha mejorado su vida, dirá que no ha servido para resolver los problemas endémicos, ha sido una aritmética que ha servido a Susana Díaz para seguir en el Gobierno, ha sido útil para Susana Díaz y el PSOE. Un pacto inútil, no ha habido nunca un socio tan dócil. —Es que llama la atención que después de tres décadas de enmiendas a la totalidad de los presupuestos, ahora su partido quiera sentarse a pactar. El PSOE-A habla de «paripé».

—El Partido Popular de Andalucía quiere que a Andalucía le vaya bien. Estamos dispuestos a sentarnos con los socialistas para conseguirlo. Hemos mantenido contactos y hasta hemos planteado no presentar la enmienda a la totalidad, si llegamos a un acuerdo. Eso sí, no vamos a aceptar apoyar los presupuestos a cambio de nada y que todo siga igual. —¿Le ha extrañado tanta premura para sacar adelante los presupuestos?

—Son unos presupuestos muy continuistas, muy pensados en Susana Díaz, en sus intereses, en futuras campañas electorales. Hemos vivido casi 40 años de socialismo y de presupuestos y no han sido capaces de mejorar la situación. No veo las grandes reformas que necesita Andalucía: Sanidad, Educación, contención del gasto política, planificación, evaluación de las políticas públicas.—¿Cómo ve a Susana Díaz?

—Herida, marcada. Presentarte a una candidatura tan esperada, tan aplaudida, con tanta expectación como ella misma se encargó de generar y que después tengas un fracaso tan sonoro entre tus propios compañeros deja huella interna y externa. Cuando tus propios compañeros no aprecian tu trabajo, no te valoran, algo te falla. —¿Después de la derrota en la primarias, parece evidente que las próximas autonómicas son decisivas para Díaz, pero también para usted, ¿podría aguantar el desgaste de otra derrota?

—Oiga, no olvide que en las últimas generales el PP fue el partido más votado en Andalucía. No siento ninguna presión. Será mi segundo intento. Hay derrotas electorales en el currículum de Aznar, Rajoy, Arenas. Ella sí que se la juega. En el hipotético caso de que me fueran mal las cosas podría seguir liderando este proyecto. Si ella pierde el gobierno, no tendrá alternativa. —¿De dónde ve más fácil robar votos para ser la fuerza más votada? ¿de PSOE o Cs?

—Ocuparemos todo el espacio que podamos. Pero lo que nos interesa es empujar a Cs hacia la izquierda, porque además es la realidad, ellos se sienten cómodos, se sienten bien con el PSOE. El centro en Andalucía es nuestro, y en eso vamos a seguir trabajando. —La presidenta le aseguró que le daría las gracias públicamente en el Parlamento si usted lograba mediar para que el Gobierno retire la suspensión cautelar del decreto de las 35 horas. ¿Qué gran ocasión, no?

—Susana Díaz no reconoce nunca nada.—No me negará que el titular: Moreno Bonilla logra desatascar las 35 horas es muy jugoso como para desaprovecharlo.

—Es que ella tendría que darme las gracias ya porque he trabajado mucho en las 35 horas. Susana Díaz intenta rentabilizar y usar a los funcionarios para las próximas elecciones. Yo he mediado para que haya diálogo y la que ha boicoteado es la consejera de Hacienda. A la presidenta no le interesa un acuerdo para que ella quede buena y el Gobierno de malo. —¿No debería el PP-A ser un poquito más exigente con el Gobierno central para que Andalucía sea también de Primera División en infraestructuras?

—Siempre he sido beligerante en cuanto infraestructuras para Andalucía. Vamos a tener buenas noticias, nunca llueve a gusto de todo. Hemos resuelto el AVE a Granada, a pesar de palos en la rueda. Las pruebas de seguridad serán en noviembre o diciembre y se inaugurará en 2018. Del AVE Almería ya se han licitado todos los tramos y llegará al mismo tiempo que a Bilbao en 2023.—¿La corrupción en Andalucía ya es historia?

—Siempre van saliendo pequeñas cosas que no nos gustan. Desconozco lo que pasa en este momento. Las prácticas de gobierno del socialismo no han sido las correctas. Las cosas no se han hecho bien, no ha habido controles. Se ha vulnerado la ley y siempre buscando el interés general del PSOE. Ahora empieza una causa muy grave, están imputados dos expresidentes y el sumario es para sonrojarse. Ha sido un sistema basado en ‘yo gano las elecciones siempre y puedo hacer lo que quiera’.En la posición sobre Cataluña sí que parece que hay comunión con el PSOE-A, aunque la presidenta hizo una referencia a la dejación de funciones del Gobierno central que a usted no le gustó nada de nada.

—Díaz siempre tiene una tentación, y es la tentación de la equidistancia. Coloca en el mismo lugar al señor Puigdemont, que ha vulnerado todo el marco legal, constitucional, estatutario, y al señor Rajoy que cumple y hace cumplir la ley. Aquí sólo hay un solo responsable que es el señor Puigdemont. Creo que cuando la situación se ha agravado y se han dado cuenta de que es un asunto de Estado han tomado una posición que aplaudo.

—¿Hubo fuera de juego de Moreno Bonilla en la moción de censura de Marbella?

—Fui informado desde el primer minuto. En Andalucía no se produce una moción de censura sin que yo tenga conocimiento. Yo autorizo los primeros contactos, que se remontan a hace un año. El nivel de negociación lo marcaba yo.«NUESTRO CANDIDATO A ALCALDE DE SEVILLA PODRÍA SER ALGUIEN QUE NO ESTÉ AFILIADO»

A Juan Manuel Moreno Bonilla no le gusta que la dirección nacional del PP demore la elección de los candidatos a la alcaldía de las principales ciudades, «acabas con la incertidumbre y resulta mejor para la candidatura, yo ya lo he comentado, pero en Madrid están en otra opinión, que hay que retrasarlo un poco más». El candidato popular a la alcaldía de Sevilla es un misterio, el PP sevillano es un puente sobre aguas turbulentas, como cantaban Simon y Garfunkel. Beltrán Pérez parece el aspirante mejor colocado, pero por las palabras de Moreno Bonilla no hay descartar alguna alternativa: «Será la persona, mujer o hombre, que más garantías nos dé. Beltrán es un aspirante, pero la decisión se va a hacer después de un sondeo propio. Incluso pueden entrar personas que no estén afiliados al PP. La alcaldía de Sevilla está en la mano conseguirla. Sevilla es viable poder gobernarla. Vamos a hacer las cosas con mucha finura», admite el presidente del PP-A.

La relación de Moreno Bonilla con el PP de Sevilla ha sido muy complicada desde que Mariano Rajoy le designó como presidente regional. Su exigencia de cese del portavoz adjunto del grupo municipal, Alberto Díaz, ha sido su último golpe en la mesa para dejar claro que «aquí mando yo». La demora de la dirección nacional en designar candidato tampoco le ayuda en nada.