Manifestaciones en defensa de la sanidad pública que saltan de una provincia a otra, aunque con epicentro en Granada: el 16 de octubre salieron a la calle 120.000 personas contra la fusión de los dos hospitales de la antigua capital nazarí.
Andalucía vive el fenómeno de las mareas sanitarias este otoño-invierno de la mano de un médico granadino, Jesús Candel, promotor de una ONG de integración de niños –la Fundación Spiribol, un deporte de pala y pelota inventado por su abuelo–. De ahí le viene el mote por el que lo conoce ya todo el mundo: Spiriman.
Y han logrado tanto la paralización de las fusiones hospitalarias planeadas por la Junta –hasta en provincias sin apenas agitación, como Sevilla– como concitar cada vez más ataques, no en vano ha logrado lo que ningún opositor desde la política formal: erosionar de forma profunda el poder de la presidenta de la Junta, Susana Díaz. «No vamos a parara hasta acabar con ellos», remachó en una entrevista concedida al digital El Español hace mes y medio.
En un vídeo subido a sus cuentas de las redes sociales Facebook y Twitter el día 21 Spiriman dedica de hecho más tiempo a defenderse de «poderes, políticos y medios de comunicación» que a arengar. Una entrevista al periódico digital El diario.es ese mismo día escoge para titular la frase «Susana Díaz está dedicada a desprestigiar las protestas y a mentir a la prensa».
Redacción médica, una revista digital especializada, directamente se pregunta «¿Se está endiosando Spiriman?»
Él mismo contesta en ese mismo vídeo –sólo uno de los muchos que ha colgado a través de su cuenta de Twitter– subido a las redes: «recibimos ataques, no argumentos. Soy un ciudadano más, con miles, que no vamos a dar nuestro brazo a torcer.»
Por cierto, que ese mismo 21 de diciembre le dio tiempo ademas a crear una cuenta en la colectora de firmas Change.org para paralizar las fusiones hospitalarias en Granada. En 18 horas logró 13.000 firmas, y subiendo. Empezó, recuerda la agencia Efe, «con unos 3.000 seguidores en las redes sociales en las que ha ido colgando vídeos sobre las consecuencias de la fusión hospitalaria, algunos inocentes como el que muestra a sus hijos explicando a qué hospital ir si te duele esto o aquello, un contenido que le ha hecho quintuplicar el número de «amigos» virtuales.
Sus movilizaciones se han contado por éxitos. El 15 de enero ha convocado una nueva manifestación. ¿Habra un 15E en Andalucía o un pinchazo? Durante años, expone en sus vídeos, nadie hizo caso a sus denuncias. De hecho, las mareas blancas que siguieron al 15M y que desprestigiaron la gestión sanitaria privatizadora de Madrid no tuvieron reflejo en Andalucía.
Al contrario, el gobierno autonómico presumía de gestión cuando la de otras muchas comunidades, las gestionadas por el PP o Cataluña, estaba cuestionada por miles de personas en la calle contra los recortes. Sin embargo, Spiriman ha sabido vencer este discurso y convencer de que en Andalucía se recorta, porque hay menos especialidades en cada uno de los centros al repartirse entre dos hospitales. «Si llega un paciente con aneurisma el tiempo es oro: lo matáis», resume y acusa.
A partir de ahora degradar o recortar la sanidad en Andalucía va a ser más difícil. Un superhéroe ha domina el superpoder más difícil: unir a la gente.