El empresario de la Sierra Norte de Sevilla José Enrique Rosendo ha muerto como consecuencia de un infarto. Estaba imputado en el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares.
Según han informado fuentes del caso a Europa Press, este empresario, de unos 50 años de edad, falleció este viernes tras sufrir un infarto.
La anterior jueza instructora del caso Mercedes Alaya consideraba que Rosendo había formado un «tándem» con el también empresario de la Sierra Norte sevillana José María Sayago, y a ambos llegó a imponer en mayo de 2014 una fianza de responsabilidad civil de 26.032.600,68 euros, que los dos debían hacer frente de manera solidaria.
Alaya imputó a ambos empresarios tres delitos de malversación, prevaricación y tráfico de influencias, y consideraba que las entidades vinculadas al entorno «liderado» por el «tándem» obtuvieron de la Consejería de Empleo subvenciones excepcionales por importe de más de 34 millones de euros.
La juez criticaba entonces que, «a pesar de tratarse de ayudas del programa 31L de la Dirección General de Trabajo, ninguna de estas ayudas se dedicó a la promoción del empleo, pues muchas de estas empresas no tenían trabajadores y las empresas que los tenían recibieron ayudas muy desproporcionadas para el número de trabajadores que tenían contratados».
Cabe recordar que, con el de Rosendo, ya son varias las personas imputadas en el caso de los ERE que han fallecido en la fase de instrucción del mismo, del que en este mes de enero se cumplen cinco años. Sin ir más lejos, la pasada semana murió Francisco Mencía Morales, que, entre otros cargos, fue director general del Instituto de Fomento de Andalucía (hoy Agencia IDEA), y que también había sido imputado en el referido caso.