La ilusión inicial se esfumó tras el descontrol en el segundo tiempo (1-1)

Vuelta al fútbol en el Benito Villamarín entre Real Betis Balompié y Girona Fútbol Club. Último estreno de campeonato liguero hasta que acaben las obras, cuando ya será un estadio diferente. En la antesala, animó el ambiente de una calurosa noche sevillana la canción del verano de Isabel Aaiún, Potra Salvaje.

Tras la salida de vestuarios, cambió el campo de inicio el conjunto gerundense, instantes antes de un sentido minuto de silencio homenajeando a todos los béticos que han fallecido desde que acabara el anterior curso, con especial mención a Miguel Espina Martín, vicepresidente y directivo del Real Betis en las décadas de los 70 y los 80.

Un inicio fulgurante

Cogieron los de Manuel Pellegrini el balón desde el inicio, y salvo dos aproximaciones invalidadas al Girona, la primera de los verdiblancos acabó en la red.

Romain Perraud recibió en la izquierda, disparó y acabó rechazado en córner. Nabil Fekir la puso con música y Marc Bartra ganó el primer palo y cabeceó a la escuadra sin que Gazzaniga pudiera evitar el éxtasis en el Villamarín.

Se fundieron en uno jugadores y grada y los del chileno no pararon de morder y presionar la salida de los gerundenses, que no hallaban la fórmula para construir con tranquilidad y dar más de tres pases seguidos.

El Girona entró en el partido

Consiguieron los de Michel rebajar la intensidad del Betis y poco a poco crear peligro en los dominios de Rui Silva. Bryan Gil comenzó a enseñarse a Perraud y en la primera que logró centrar estuvo cerca Yangel de encontrar portería.

Una mala entrega de Arnau casi termina en el segundo de los verdiblancos. Robó Aitor, se apoyó en Juanmi, pero su disparo lo pudo repeler el meta argentino. Bajaron las revoluciones en el encuentro, también producto del famoso cooling break que ayuda a romper y cambiar la dinámica de los partidos. Necesario por las temperaturas, pero contraproducente para el juego.

El Girona empezó a hilvanar jugadas, a las que le faltó finalizar con mejor acierto. Replicaría el Betis en un robo entre Fekir y Carvalho, a gran nivel ambos. El galo se la puso a Aitor para correr, pero el ataque no encontró finalmente la portería de Gazzaniga.

Acabó el primer tiempo el Betis como lo empezó, mandando, siendo protagonista y acechando el área del Girona.  

A la vuelta de vestuarios, el equipo de Michel cambió las tornas y se adueñó del balón ante un Betis bien replegado y buscando pillar en una contra el segundo, con un Juanmi muy activo.

El desgaste del de Coín y de Fornals lo notó Pellegrini y antes de la hora de partido movió ficha y los quitó para meter al siempre eléctrico Ez Abde y a Rodri, que venía de cuajar una gran pretemporada.

Fue ingresar el de Talayuela en el verde y tener el Betis el segundo. Cedió para Fekir, que intentó dejarla pasar para quedarse sólo, y el rebote le cayó de nuevo a él, que disparó cruzado obligando a que Paulo Gazzaniga volara para evitar el tanto de la tranquilidad verdiblanca.

El Betis perdió el control del partido y lo terminó pagando

Por tanto perdonar lo acabó pagando el conjunto de Pellegrini. Salta mal Marc Roca en la presión, Perraud regateado por Iker Almena y el balón atrás lo empuja a la red Osei Misehouy.

Respondió el Betis con un larguero del Chimy a media vuelta tras un agarrón a Fekir en el área. Vaya circular absurda del estamento arbitral para pitar con mayor impunidad.

El intercambio de golpes terminó en empate y el chileno renovó la medular sustituyendo a William y Roca por Cardoso y Altimira.

Se le cayó el físico al Betis y comenzó a sufrir. El segundo de los gerundenses rondó la meta de un inseguro Rui Silva. Para mayor drama, se rompió Diego Llorente, que acabó el encuentro como pudo.

La tuvo Fekir antes del descuento en un intercambio de golpes, después de regalar un gol a Sabaly.

Reparto de puntos en el Benito Villamarín con un Betis que tuvo muchas más que el Girona para llevarse los tres puntos, pero al que se nota que le urge la llegada de un delantero centro bueno, que debería estar en Sevilla para la ida de Conference League.