«Me gustaría agradecer sinceramente a los trabajadores de los medios que han sido honestos y objetivos, y que han tratado de desenmascarar a estos lobos y de dar voz a las víctimas».
Defendiendo la libertad de prensa y el derecho de opinión, comenzó su andadura El Correo de Andalucía. Su fundador, el beato Spínola y Maestre, conocía muy bien el valor de la comunicación social y el derecho que todo ciudadano tiene a estar bien informado.
El legado de don Marcelo Spínola continúa vigente. Prueba de ello es este periódico que después de 120 años, que cumple el próximo 1 de febrero, sigue publicando en su versión digital.
Varias tradiciones se han ido formando para dar respuesta a este interrogante. Estos enigmáticos personajes, en realidad, eran astrónomos, sabios, magos y reyes.
La cuestión más importante del año que ha terminado, es pensar si hemos amado y objeto de amor hemos sido. Si así ha sido, podemos dar por satisfecho el año transcurrido.
La mayor trampa de la vida humana no es el éxito, la popularidad o el poder, el verdadero problema es el auto-rechazo, por el que uno duda y se cuestiona acerca de quién es.
Nos enfrentamos al mayor movimiento de personas desplazadas sin precedentes en la historia reciente. Esta problemática global transciende fronteras, razas, culturas y credos, y por tanto, a todos nos concierne.
Cuando de la nada surgen las cosas, a eso le llamo milagro, milagro del cielo por medio de instrumentos humanos. De ahí que no haya dudado en afirmar que en Sevilla tenemos un ARPA con sonido celestial.
¡Qué bien han aprendido los actuales propietarios de El Correo de Andalucía la lección de Spínola de convertir en reto la dificultad con la que se han encontrado, por causas ajenas a ellos!