La rotura de la balsa de la mina explotada por Boliden Apirsa supuso la mayor catástrofe ambiental conocida hasta entonces, con el vertido de lodos tóxicos hasta las puertas de Doñana.
Las cinco principales organizaciones verdes del país rechazan la reapertura de la mina de Aznalcóllar y ponen el foco sobre la situación actual de las balsas de Riotinto.