Flamenco

Dos estrellas fulgurantes

La cantora Rocío Márquez y el productor musical jerezano Bronquio abrieron ayer el ciclo ‘Flamenco Viene del Sur’ con una puesta en escena memorable de Tercer Cielo (****)

03 jun 2022 / 20:12 h - Actualizado: 03 jun 2022 / 20:33 h.
"Flamenco","Teatro Central"
  • Rocío Márquez y Bronquio. / Lhaura Raín
    Rocío Márquez y Bronquio. / Lhaura Raín

El ciclo ‘Flamenco Viene del Sur’ comenzó ayer con ‘Tercer cielo’ un atrevido proyecto experimental que auna el cante flamenco de Rocío Márquez y la música urbana y electrónica de Bronquio hasta conformar un curioso discurso musical que fluye de la oscuridad a la luz, envolviéndonos en un manto sonoro que nos inquieta y nos pellizca a partes iguales.

Llama la atención la cuidada puesta en escena. El escenario está acotado por unas cortinas grises que, por un lado, ofrecen una cierta impresión de intimidad, y por otro resuelven de manera funcional las entradas y salidas de la cantaora en escena. El resto del espacio está únicamente habitado por el aparataje técnico del músico jerezano, que en todo momento mantiene una gestualidad que remite a las danzas urbanas contemporáneas. Completan el espacio escénico una juguetona iluminación, que va del intimismo radical del oscuro inicial a la luz diáfana de las escenas finales.

Cabe destacar que Rocío Márquez, además de cantar con el poderío, la sensibilidad y la entrega que le caracteriza, acompaña su cante con una singular coreografía de movimientos que colma el espacio de imágenes sensuales y sugerentes. Resalta también la fluidez con la que se van sucediendo los diferentes temas. Y es que, aunque el proyecto recoge cantes tan diferentes entre sí como la rumba, la seguiriya o el garrotín, en escena parecen formar parte de una misma composición. Tal vez se deba a que Bronquio recrea un fondo rítmico musical incesante en el que Rocío, con apabullante facilidad, entra y sale sin solución de continuidad, con un despliegue vocal que pasa del desgarro y el grito doliente de la solea a la sensualidad de los tangos, la alegría de las rumbas y las bulerías, y el esplendor de los verdiales, que cantó acompañándose de un pandero. De esta manera, tanto el jerezano como la onubense dan rienda suelta a sus inquietudes y su necesidad de encontrar nuevas formas de expresión y transmisión mediante el diálogo interdisciplinar. No en vano la transversalidad se está convirtiendo en una seña de identidad del arte del siglo XXI.

Aunque en el programa de mano no se hace alusión a la dramaturgia o la coreografía, se nota que existe un arduo trabajo de mesa previo. El resultado es un perfecto entramado dramatúrgico y musical que va en continuo ascenso y logra meternos el ritmo en el cuerpo, hasta el punto de provocarnos un auténtico estado de euforia que se volcó en una larga y sentida ovación final.

La ficha

Obra: Tercer Cielo
Lugar: Ciclo Flamenco Vene del Sur/ Teatro Central, 2 de junio
Voces-cuerpo: Rocío Márquez,
Programación sintetizadores: Bronquio
Calificación: 4 estrellas