El fomento de la lectura empieza por la Feria

Diversos agentes debaten sobre este objetivo en una jornada que se llenó de inquietos escolares

24 may 2017 / 06:14 h - Actualizado: 24 may 2017 / 09:15 h.
"Feria del Libro"
  • Mesa redonda sobre ‘La administración en el fomento de la lectura’. / El Correo
  • Uno de los actos más destacados de la mañana de ayer en la Feria del Libro fue el maratón de lectura de poemas de Gloria Fuertes. / Jesús Barrera
    Uno de los actos más destacados de la mañana de ayer en la Feria del Libro fue el maratón de lectura de poemas de Gloria Fuertes. / Jesús Barrera
  • Mesa redonda sobre ‘La administración en el fomento de la lectura’. / El Correo
    Mesa redonda sobre ‘La administración en el fomento de la lectura’. / El Correo

El sol, un sol poderoso, preestival, apretaba a mediodía sobre la Plaza Nueva. Pero la Feria del Libro está acostumbrada a esas temperaturas y aun a otras peores. Digamos que las gallinas que entran por las que salen: los libreros registran una afluencia algo menor cuando el mercurio sube en los termómetros, pero en cambio la venta de agua fresca en el kiosco de al lado se eleva, y las heladerías cercanas hacen sonar alegremente sus cajas registradoras. Sea como fuere, la jornada del martes arrancó con una FLS muy animada, especialmente con nubes de inquietos escolares. Y casualmente, ayer fue también día de debate en torno al fomento de la lectura, con muy diversos agentes convocados a compartir su visión a lo largo de la mañana.

Una de las más expresivas fue Esperanza Alcaide, responsable de la librería El Gusanito Lector y cabeza visible de la Asociación Feria del Libro, quien recordó que «la librería es un espacio cultural en sí mismo, pero además es necesario que tenga una función social», afirmó. «Cuando nosotros arrancamos, nos dimos cuenta de que había que crear sinergias con asociaciones de padres, con bibliotecas, con todos los que se mueven por la cultura. Empezamos haciendo cuentacuentos, y fueron los propios clientes del barrio quienes fueron pidiendo cosas. ¿Por qué no actividades para adultos? ¿Por qué no un club de lectura? Así hemos llegado hasta hoy, donde organizamos incluso talleres contra el acoso escolar, pues si tienen palabras, pueden afrontar todas las situaciones y defenderse».

Otros invitados opinaron también sobre las dificultades de llevar el objetivo de la lectura a buen puerto. Elena Leal Abad, de la Universidad de Sevilla, subrayó por ejemplo el peligro «de que el fomento de la lectura se convierta en mero entretenimiento», y recalcaba la importancia de la alfabetización y lectura de los padres «para lograr que los niños lleguen a ser buenos lectores», dijo.

Manuel Martín González, de la Consejería de Educación, explicó las claves del programa Familias Lectoras, que este curso ha integrado a 47 centros, mientras que Pablo Morillo, de la Fundación Lara, explicó el éxito del concurso de lectura Mi libro preferido que convoca dicha entidad con la Fundación Cajasol, y que este año ha tenido una participación espectacular: 482 relatos de 99 institutos de Enseñanza Secundaria. «No se puede perder de vista que la lectura es un vehículo para formar personas y aprender a pensar en libertad», dijo.

Libertad es lo que pidieron en ese momento, de un modo implícito, los congregados a las puertas del Ayuntamiento para censurar, con un minuto de silencio, por el sangriento atentado de Manchester del día ayer, donde fueron asesinados 22 espectadores de un concierto.

Y libertad es lo que transmitían, fuera de la caseta de La Red donde se celebraban estas jornadas, los niños visitantes del día. De acuerdo que no solo atrapaban su atención los libros, y eran muchos los que disfrutaban de la luminosa Plaza Nueva como si fuera un nuevo recreo, correteando de aquí para allá, ensayando sofisticados saludos o simplemente conversando. Pero parece importante que todos, sin excepción, pierdan el miedo o la extrañeza hacia esos objetos, y entiendan que estos encierran una tecnología tan perfecta que lleva siglos sin ser superada.

En un momento dado, la caseta de La Red se llenó de chavales que querían escuchar de qué iba aquello del fomento de la lectura. Pero fue uno de esos instantes en que la retórica de los ponentes se deslizó hacia lo técnico, o lo árido, o lo vacuo, en plan «debemos vertebrar las líneas estratégicas en un documento de trabajo que nos permita adaptar la realidad a los objetivos que nos marcamos», y la tierna infancia congregada no tardó en desertar. «Qué metáfora tan poderosa», murmuró un compañero de la prensa ante la estampida general. Pero si se encuentra un medio para elevar de alguna manera los penosos índices de lectura de nuestra comunidad...

La sesión de tarde se animó considerablemente, sobre todo conforme las temperaturas fueron haciéndose más hospitalarias. La estrella del programa fue el superventas Javier Sierra, un rostro bien conocido en la Feria del Libro de Sevilla, que esta vez compartió tertulia con Eva Díaz Pérez y Alberto González Troyano en torno al IV centenario del nacimiento de Murillo.

Un rato antes, y con un clima algo más sofocante, intervino la periodista, política y escritora Lidia Falcón, acreditada feminista que no obstante acudía a su cita en la capital hispalense con un nuevo libro en el que se asoma al abismo que rodeó los asesinatos de Lasa y Zabala.

También tocó temas sensibles en su intervención Sami Naïr, politólogo siempre atento a los acontecimientos en el mundo mediterráneo, que habló del drama de la inmigración y de los serios retos que afronta Europa ante un sur cada vez más convulso y conflictivo.

Entre los autores locales convocados, algunos compañeros periodistas como Jorge Molina, que acaba de publicar La mujer de la cola de pez, o Maribel Fatou con Tres flores amarillas, compartieron agenda con poetas con Rosario Pérez Cabaña, narradores como Joaquín Dholdan y hasta con una pintora como Teresa Duclos, a la que Juan Bosco Díaz-Urmeneta le ha dedicado un hermoso libro.

Sí, quizás los libros bellamente escritos y editados, que interesan e incluso atrapan, son la mejor herramienta para el fomento de la lectura. Hoy, pues, sigue la campaña, y todavía quedan cinco largos días...