No bastaba solo con poner ahí, en el escenario del Teatro de la Maestranza, la estupenda producción de Laurent Pelly que han visto ya tantos teatros en el mundo y que estos días ancla en Sevilla. No solo con haberla contratado era suficiente. Había además que defenderla como se hizo. Porque el escenógrafo francés no pone las cosas fácil. Él concibió el trampolín visual desde el que lanzar a volar esta obra absurda y anacrónica –ingenua si queremos ser amables– que resulta ser el libreto de La hija del regimiento. Asomarnos a esta Fille belcantista es hacerlo a un momento menor en la historia de la música pero que ha legado un ramillete de títulos en los que aquí y allá florecen momentos arrobadores. En 2014 vimos en el Maestranza La Cenerentola rossiniana en la producción de Paul Curran. Pensábamos en ella, en la agilidad de los movimientos escénicos, en el magnífico balanceo de la masa coral, casi de slapstick hollywodiense viendo este título de Donizetti. No es que Pelly haya concebido un artefacto de abrumadora capacidad visual, es que sencillamente ha creado un marco idóneo para que un argumento indigerible adquiera sentido.

Si hablamos de triunfadores, además de Pelly y del reponedor del montaje, Marcelo Buscaino, hay que hacerlo también de la joven soprano sudafricana Pretty Yende. Sus inmediatos compromisos en Nueva York, París y Múnich ya la sitúan como una voz que cotizará alto (y caro) en el repertorio belcantista. Hizo una Marie de voz cristalina y muy bien centrada. Su proyección resultó más que convincente, como también toda la coloratura de su timbre. Escucharla es, por sí solo, argumento suficiente para asegurar que La fille (esta, al menos) merece la pena. Su dote actoral le permitió enfundarse en el personaje con total naturalidad y desparpajo, sola en una trama imposible que hoy nos hace pellizcarnos por su machismo. En este sentido, resolvió las situaciones sin adoptar una expresividad sumisa, antes al contrario, fue una Marie guerrera y orgullosa. Yende es la hija de todos los regimientos. La Marie del siglo XXI.

El tenor John Osborn (Tonio) no lo tuvo fácil a su lado; percibiéndose envarado durante buena parte del primer acto, aquejado de cierta tendencia al engolamiento de la voz. La esperada aria Ah! mes amis la resolvió con medido impacto, gustó y se apreció su virtuosidad. En general fue una intervención la suya de apreciable competencia pese a los matices expuestos. El Coro del Maestranza alcanza en estas funciones una maestría que, directamente, señalaremos característica de una agrupación profesional; solventes y sobresalientes en lo vocal y en lo interpretativo. Gustó seguir viendo los progresos del barítono Carlos Daza; y formidable el Hortensius de David Lagares, henchido de comicidad y buen canto. A buen nivel Marina Pinchuk. En el foso, Santiago Serrate dirigió a la Sinfónica de Sevilla con pleno conocimiento del estilo, respetando el equilibro entre voces y orquesta, resultando brillante sin necesidad de excederse en los subrayados; movió la partitura con agilidad, en plena sintonía con la dirección escénica.

Ópera

La hija del regimiento****Teatro de la Maestranza. 26 de noviembre. La fille du régiment, de Gaetano Donizetti. Intérpretes: P. Yende. M. Pinchuk. V. Peña. J. Osborn. C. Daza. D. Lagares. A. Arrabal. J. Carrillo. M. Molina. Coro del Teatro de la Maestranza. I. Sampil, director. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Director de escena y vestuario: Laurent Pelly. Reposición de la puesta en escena: M. Buscaino. Escenografía: Chanthal Thomas. Iluminación: Joël Adam. Coreografía: Laura Scozzi. Director musical: Santiago Serrate. Producción: Gran Teatre del Liceu (reproducida de la coproducción original del MET de Nueva York, Covent Garden de Londres y Staatsoper de Viena). Próximas funciones: 29 de noviembre. 2 y 5 de diciembre.