Manuel Lombo hizo los honores a la magia de la Navidad

Manuel Lombo llenó el aforo del Teatro de la Maestranza y emocionó a fans con ‘Cantes de diciembre’ una curiosa zambomba navideña repleta de momentos mágicos

Manuel Lombo hizo los honores a la magia de la Navidad

Manuel Lombo hizo los honores a la magia de la Navidad / Dolores Guerrero

Dolores Guerrero

Se abrió el telón y apareció, al fondo del escenario, la Coral de la Real Agrupación Artística de Valverde del Camino entonando un villancico, pero no tardamos en escuchar la voz de Manuel Lombo, que comenzó cantando el ‘Ayayai’ entre bambalinas. Y en cuanto apareció en el escenario desató una sentida ovación del respetable, un público entregado y entusiasta, a juzgar por los aplausos y piropos que le dedicaban al final de cada tema.

Además de la Coral, el artista estaba magníficamente acompañado por José Antonio Márquez al piano, Fernando Iglesias «Mae» a la guitarra flamenca, Pablo Núñez a la percusión, José Carlos Roca al chelo, Laura Rubiales al violín y Laura Marchena y Vicente Bernal a los coros y palmas. Dos espléndidos cantantes que se prestan a acompañar al artista de Dos Hermanas, como él mismo reconoció, cada vez que los llama para este concierto, que se estrenó en 2010 en la Catedral de Sevilla y desde entonces se ha convertido en una cita obligada de la Navidad.

Tal y como Lombo nos dijo, ambos cantantes tienen ya una sólida carrera como solistas. Y para demostrarlo en un momento de recital tomaron el escenario para interpretar al alimón ‘Gracias a ti’, protagonizando uno de los momentos mágicos de la noche, que fueron unos cuantos.

Lombo aprovechó su actuación para cambiar el sobrio, aunque sumamente elegante, traje de tonos oscuros con el que había cantado hasta entonces, por otro más atrevido, de rayas blanco y negro conjuntado con una corbata de lunares en los mismos tonos. “Está hecho un figurín”, dijo una señora que tenía a mi vera en el patio de butacas. Y de esa guisa volvió a tomar las riendas del recital para seguir deleitando a su público con un delicioso recorrido que reunió villancicos de sus discos: Cante, incienso y mirra y Yo En Navidad. Temas muy populares como, entre otros, ‘Pastores Venid’, ‘La Virgen se está peinando’ ‘En el portal de Belén’ o ‘Al Rey de los cielos’, junto a otros propios como ‘Manuel se llama Cristo’ o ‘Nanas de la Rocina’ (un villancico que él creó cuando lo llamaron para cantarle a la Virgen del Rocío), además de su particular versión de los ‘Campanilleros’.

Una de las cosas que destacaba el público a la salida del espectáculo, tras el larguísimo aplauso final, fue la cuidada puesta en escena. Y es que Manuel Lombo no interpreta las canciones solo con la voz, sino con todo el cuerpo, yendo de un extremo al otro del escenario, paseando con aires de torero, iluminando la escena con su amplia sonrisa y hasta marcándose, cuando cantaba ‘Rosas y Claveles’, una “pataíta por bulerías” digna de cualquier bailaor flamenco. No en vano Lombo se preocupó en su día de estudiar las claves de ese género con maestros del cante tan excelsos como José de la Tomasa o Naranjito de Triana.

En ese sentido cabe destacar la nota culta que aporta la Coral de la Real Agrupación Artística de Valverde, ¡cómo empastan sus voces a compás de bulerías, rumbas y tanguillos! En ese sentido resalta también la complicidad del cantante con los músicos, que demuestran que instrumentos como el piano, el violín y el chelo pueden engrandecer el flamenco, cuyo máximo puntal fueron Fernando Iglesias «Mae»con un brillante toque de guitarra, y Pablo Núñez, que nos sobrecogió con el redoble de tambor que preside el tema ‘Te diré Mi Amor, Rey Mío’.

Y por si todo eso hubiera sido poco. Al final Manuel Lombo se paseó por el escenario cantando, como dicen los flamencos, “a palo seco”, dando rienda suelta a su poderío vocal, que es mucho y no solo por su potencia, que también, sino por la excelencia de su interpretación.

Por todo ello, se podría decir que Manuel Lombo hizo los honores a la magia de la Navidad con un espectáculo repleto de momentos mágicos que enardeció al público asistente.