3 días es la espinita clavada que más le escuece al productor sevillano Antonio Pérez (Maestranza Films). Aquella película, estrenada en 2008, constituyó el primer intento del cine andaluz por presentar, con personalidad propia, una historia apocalíptica sobre el fin del mundo. Recibió aplausos y abucheos en los festivales en los que se presentó, en España pinchó estrepitosamente en la taquilla y hoy es casi una película de culto para muchos seguidores del cine de género. Su director fue el cordobés Francisco Javier Gutiérrez. Ocho años después aquel (casi) debutante estrena Rings. Por el camino, Paramount Pictures se dio cuenta de su talento. Y hoy es el realizador andaluz con más proyección en Hollywood. «El chasco comercial me llevó a otro lugar», dice el director zanjando el asunto.
Su primer gran empeño en USA ha sido, seguramente, una pista de lanzamiento a partir de la cual hacer cosas más personales. De momento, Rings, que ya está en cartelera, es un típico producto de terror adolescente. El filme conecta, como secuela, con la original e impactante cinta japonesa Ringu (1998), de Hideo Nakata. Gutiérrez vuelve a plantar el relato a partir de un filme que mata a quien lo contempla siete días después a no ser que comparta la maldición con otra persona y le pase, por tanto, la condena. «El principal reto ha sido hacer una película que gustara a los seguidores de la saga pero también a una nueva generación que no conoce los antecedentes», explica el director, que esta semana ha preestrenado la cinta en Sevilla. «Es una película de terror, pero también encierra una buena historia de misterio», defiende al respecto de una franquicia del cine de terror estadounidense, como pueden ser también Destino final o la sanguinolenta Saw.
«Filmarla ha sido un tira y afloja con la productora. Yo lo peleo todo e intentado llevar la película a mi terreno, pero el cine americano de estudio tiene unos patrones muy comerciales que se han de respetar», argumenta. A favor de este tipo de productos Gutiérrez defiende su «eficiencia comercial». Baste como ejemplo que en el primer semana de estreno en Estados Unidos Rings ya ha recuperado, con creces, lo que ha costado.
Aunque el público objetivo del filme está muy definido, el cineasta confía en que se pueda acercar a ella un espectador más maduro. «Pienso que mi impronta visual está ahí, como también he podido intervenir bastante en el montaje», defiende. No oculta sin embargo que «a nivel personal» le gustaría ahora «explorar otro tipo de películas pero dentro del género fantástico». De hecho, tiene sobre la mesa dos proyectos, de los que no puede desvelar nada. En uno de ellos puede estar enrolado nuevamente el productor Antonio Pérez, con lo que un próximo rodaje en Andalucía es una cuestión que le ilusiona especialmente.