Un genial espectáculo de Lapso Producciones

El teatro Central acoge durante estas vacaciones de navidad ‘Ad Libitum’, una genial propuesta de Lapso Producciones que hace divertida la música clásica

Lapso Producciones./ FOTO: Pepo Herrera

Lapso Producciones./ FOTO: Pepo Herrera / Dolores Guerrero

Dolores Guerrero

Didáctica, instructiva, imaginativa y sumamente divertida. Así es ‘Ad Libitum’, la última propuesta de Lapso Producciones, un genial espectáculo con mucha música y mucho humor dirigido al público infantil y familiar que demuestra que la música clásica no solo no es aburrida, sino que puede llegar a ser muy divertida.

Para ello, Rafael Rivera, Antonio J. Campos y Rafa Campos, componentes de la compañía sevillana Lapso Producciones, se decantan por una suerte recital de música clásica que incluye fragmentos de músicos venerados en el universo de ese género, como Händel, Mozart, Beethoven, Tchaikovsky, Ravel, Strauss o Monti y Bach, a quien no dudan en definir como el “pater de la música clásica”.

En ese sentido cabe destacar que las piezas musicales son fieles a la partitura original, ni una nota más ni una menos. Pero eso sí, los instrumentos y la puesta en escena no es nada clásica. Y es que, inspirados en Marcel Duchamp y sus “ready made”, los compones de Lapso Producciones han creado unos instrumentos musicales de lo más imaginativos y excéntricos. Son objetos que, como el serrucho, las campanas, las copas de cristal o las bocinas, no fueron concebidos como instrumentos musicales. Aunque también hay otros creados como tal, solo que han sido construidos con materiales diferentes.

Así, nada más comenzar la función nos encontramos con el “tripticófono tuboidal”, que remite al órgano tradicional, aunque está creado con tubos de PVC. Con ese curioso órgano los músicos sevillanos nos ofrecen un popurrí con piezas de música clásica que han llegado a ser muy populares, como la ‘Tocata y fuga’ de Bach, el ‘Mesias’ de Händel, la Suite El Cascanueces de Tchaikovsky o el ‘Para Elisa’ de Beethoven..

Con el “Camparillón” (construido con campanas), los hermanos Antonio J. y Rafa Campos nos ofrecen una más que sugerente interpretación del Concierto No. 1, Op. 23 de Piotr Ilich Tchaikovsky. De ese mismo autor, pero con el “catering melódico” (conjunto de copas de cristal), podemos disfrutar de la ‘Suite El Cascanueces, op. 71, n.º 14, var. 2’, y la ‘Danza del hada de azúcar’. El vidrioncello y vidriolín copodivarius, como su nombre indican tienen la forma y de un violonchelo y un violín, pero en vez de cuerdas tienen vasos de cristal pegados a la carcasa. Con ellos pudimos disfrutar de la ‘Sinfonía n.º 9, op 125, cuarto movimiento’ y el ‘Himno a la alegría de Beethoven. Y en otra escena el espectáculo nos sorprende con la ‘Suite orquestal n.º 3, BWV 1068, Air on the G String’, de Bach, tocada con una “trompeta anfibia y bottel Kas”, que llenó de burubujas el escenario.

Con el ‘Bolero’ de Ravel, esta singular formación musical torna en instrumento de percusión la máquina de escribir para explicar al respetable el concepto de “ostinato”.Y es que, además de asombrarnos con toda esa gama de instrumentos insólitos, a lo largo del espectáculo la dramaturgia nos desgrana también algunos conceptos básicos de la música clásica, todo ello con un discurso que el maestro de ceremonias, Rafael Rivera, preña de comicidad con su entrañable humor de payaso tonto.

Cabe destacar la cuidada puesta en escena, que se sirve de una exquisita y expresiva iluminación, a cargo de Carmen Mori, un vestuario que aúna la elegancia con la fantasía, diseñado por Carmen de Giles & Flores de Giles. Carmen Giles, junto a Kica Peluqueros se encarga también de diseñar los peinados, que en esta obra son un elemento a destacar, ya que se integran en el discurso ahondando en su condición cómica.

Se trata, sin duda, de una excelente producción y una genial puesta en escena que, con la interpretación de Rafael Rivera, Antonio J. Campos y Rafa Campos raya la excelencia. No en vano consiguen que, al final, todos los niños acaben bailando la música clásica.

La ficha

Obra: Ad Libitum

Lugar: Teatro Central del 26 de diciembre al 4 de enero

Compañía: Lapso Producciones

Dirección artística: Lapso Producciones

Dirección de movimiento: Raquel Madrid

Música: Fragmentos de piezas universales de la música clásica para instrumentos no convencionales , adaptados por Lapso Producciones.

Escenografía: Lapso Producciones y Jaime Fernández

Equipo técnico: Carmen Mori y Diego Cousido

Vestuario: Carmen de Giles & Flores de Giles

Peluquería: Kica Peluqueros y Carmen de Giles

Intérpretes: Rafael Rivera, Antonio J. Campos y Rafa Campos

Calificación: 5 estrellas