Se titula Exploradoras, lo publica el sello Libros de la Herida, y es el producto de un maridaje poco habitual: el del cómic con la poesía. Su autora, Nathalie Bellón (Sevilla, 1981), se ha inspirado en poemas de doce autoras españolas para desarrollar un hermoso discurso en imágenes.
«Llevaba trabajando en este proyecto desde un año antes de que la editorial se sintiera interesado por él», recuerda la autora. «Quería hacer algo sencillo, visibilizando poemas de compañeras a las que conocía y había leído. Empecé con cinco o seis, moviéndome con ellos por todo tipo de festivales y eventos, a modo de proyección con recitales en vivo».
Sin embargo, una vez empezó a tomar cuerpo la posibilidad de convertir esta idea en libro la nómina empezó a crecer hasta conformar esta pléyade: Sara Castelar, Carmen Camacho, Isabel Escudero, Laura Casielles, Miriam Reyes, Francisca Aguirre, Laura Giordani, María Ángeles Pérez López, Alba González Sanz, Martha Asunción Alonso, Elena Berrocal y Amalia Bautista son los nombres que conforman el sumario, y que «cuadran bien a pesar de que su forma de escribir es muy distinta entre sí y pertenecen a distintas generaciones», apunta la dibujante, quien recuerda que la más veterana es Aguirre, con 86 años y las más jóvenes Berrocal –con 28– y Alonso, con 30 años.
Sobre la idea de mezclar versos y viñetas, Bellón comenta que «como aficionada a la poesía, me interesa muchísimo este campo. me siento muy cómoda en él, además, me ofrece mucha libertad para desarrollar las secuencias e historias», asegura. Su fórmula no es en ningún caso la interpretación literal del texto: «A la hora de trabajar con los poemas, no me dedico a ilustrar los versos. Hago en cierto modo una personalización, cuento historias que quiero contar y el poema es en ese sentido un útil del que me valgo para acompañar las imágenes, y no al revés».
Y aunque el título de este libro es Exploradoras, Nathalie Bellón ve a las protagonistas de sus historietas «como doce super-heroínas de lo cotidiano, que forman parte de mi comunidad o viven cosas que yo misma he vivido directamente», dice.
El poema es, así, un reflejo de la peripecia de las distintas protagonistas. «En el poema de Laura Casielles, por ejemplo, se trata de una corredora que recorre la ciudad de Sevilla, mientras que en el caso de Martha Asunción Alonso se trata de una enferma de cáncer; en el de Elena Berrocal encontramos a una señora que vive de rebuscar en la basura, y la seguimos en su paseo diario entre los contenedores... Al ser poemas breves, cortitos, muestran momentos de la vida cotidiana de algunas personas en las cuales nos podemos reconocer».
Cuando se le pregunta si conoce algún antecedente en esto de conjugar poesía y cómic, no duda en responder: «En Málaga hay una editorial llamada Luces de Gálibo que tiene una línea de trabajo afín. Ellos lo llaman poémic y han sacado formas breves ilustradas por Laura Vernetti, que son una maravilla. En España al menos, eso es lo único parecido que yo he encontrado», añade.
Sobre la deseable continuidad de esta línea de trabajo, Bellón afirma que «sigo en ello, tengo proyectos en el cajón y también sobre la mesa, continuamente».
Sin embargo, su próximo proyecto es una novela gráfica en la que está trabajando codo con codo con otra compañera de su editorial, Aurora Delgado, quien publicó en Libros de la Herida El corazón de Livingstone. «No puedo adelantar mucho, pero me gusta mucho colaborar con Aurora, su modo de hacer novela negra con un toque de humor», apostilla.
En cuanto a su gira con Exploradoras, Nathalie Bellón estará el próximo 1 de octubre en el Festival de Cultura Compartida que organizará en Jerez de la Frontera la asociación El Arrabal de San Miguel.