La dimisión de Juan Carlos Ollero planea sobre el consejo del Betis

Las diferencias sobre la manera de gestionar el club y las negociaciones con Lopera y Oliver, claves en la crisis, que puede estallar por completo este jueves

21 ene 2016 / 11:20 h - Actualizado: 20 ene 2016 / 12:54 h.
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  • Juan Carlos Ollero, presidente del Real Betis Balompié. / Manuel Gómez
    Juan Carlos Ollero, presidente del Real Betis Balompié. / Manuel Gómez

La dimisión de Juan Carlos Ollero como presidente del Betis es una posibilidad real que planea sobre el consejo del club y que el interesado está sopesando desde hace semanas, prácticamente desde la pasada junta de accionistas en la que el consejo salió ratificado por una abrumadora mayoría, dado que ni Manuel Ruiz de Lopera ni Manuel Castaño acudieron con sus acciones a la misma.

Las diferencias sobre la forma de gestionar el club entre el presidente y buena parte del consejo, en el que se encuentran representados, al margen de Farusa y Castaño, varios de los principales accionistas -Haro, Catalán, Béticos por el Villamarín, PNB...- son palpables, y los pasos dados por Ollero en las negociaciones extrajudiciales con Manuel Ruiz de Lopera y Luis Oliver para tratar de cerrar un acuerdo que ponga fin a los procesos judiciales que desde hace años están abiertos y dificultan enormemente la gobernabilidad del club tampoco han contado con el respaldo mayoritario de sus consejeros y los grupos que les respaldan, algunos especialmente críticos.

La delicada situación por la que atraviesa el equipo, con Juan Merino al frente del primer plantel de manera interina mientras se intenta el complicadísimo fichaje de Juande Ramos y la dirección deportiva enfrascada en remodelar el plantel con altas y bajas durante el mercado invernal, provoca que la crisis en la presidencia se haya mantenido durante estos días ‘congelada’, pues no es el momento oportuno para un relevo en la cúpula del club, sobre todo tras la experiencia vivida hace bien poco tras la anterior destitución de Mel, que vino seguida por la de Stosic y las dimisiones de Bosch y Guillén mientras el equipo se despeñaba a Segunda división.

De todos modos, la decisión de Ollero de abandonar parece firme, aunque sus más allegados en el consejo han tratado de convencerlo en las últimas horas para que continúe ejerciendo el cargo más de manera representativa que ejecutiva.