La indignidad sí es ‘non stop’

LA CONTRACRÓNICA. La presunta Liga de las estrellas, que encima presume de no parar en Navidad, es sin embargo la misma Liga antigua en la que los grandes ganan porque sí, los árbitros fallan casi siempre a favor de los mismos y nadie hace nada por arreglarlo. Eso sí que no para

31 dic 2015 / 00:25 h - Actualizado: 31 dic 2015 / 00:40 h.
"Real Betis"
  • Adán atrapa la pelota ante Luis Suárez en presencia de Pezzella y Digard / EFE
    Adán atrapa la pelota ante Luis Suárez en presencia de Pezzella y Digard / EFE

Iñaki Vicandi Garrido, natural de Portugalete, con un año y poco más de experiencia en Primera División, se ganó ayer el derecho a entrar en la historia del Betis y de la Liga española. La historia negra, claro. En los ochenta y muchos años de vida de este campeonato, que algunos se empeñan en presentar como el mejor del mundo (¿?), ha habido penaltis de todos los colores: penaltis claros, penaltis dudosos, penaltis muy dudosos, penaltis que se pitan pero no son porque el jugador de turno engaña al árbitro de turno... y penaltis como el que ideó anoche el bueno del vasco. Entiéndase la ironía del adjetivo, por favor. Pero lo pitó en el Camp Nou. En el glamouroso Camp Nou, donde la grada le gritó «qué malo eres» no por el penalti inventado a su favor, sino por una falta irrelevante, que además lo era, de Rakitic a Ceballos. Cuánta clase...

Glamour, estrellas, Balones y Botas de Oro... Qué hermosos conceptos tan asociados a esta Liga nuestra con nombre de banco. Dignidad, justicia, equidad... Qué hermosos conceptos tan alejados de esa misma Liga, que se las da tan de moderna que crea etiquetas tipo #LaLigaNonStop para presumir de que hay jornada en Navidad (¡aleluya!) pero que en realidad sigue anquilosada en vicios más propios de otros periodos que del siglo XXI. Por ejemplo, que los grandes tienen que ganar año tras año, porque el sistema les permite tener más millones que nadie y porque sí, porque le conviene al sistema y ya está; que los árbitros son igual de malos que quienes los dirigen; o que la tecnología, que en otros países y otros deportes evita injusticias e indignidades, es aquí un tabú de tal envergadura que ríanse ustedes del matrimonio homosexual para la Iglesia católica.

La víctima del último caso de futbolicidio en la Liga, con nocturnidad y quién sabe si con alevosía, fue el Betis, que logró que el mejor equipo del mundo ni rematase a su portería durante media hora. Luego llegó Vicandi... y adiós muy buenas. Sería de demagogos afirmar que el Betis habría puntuado de no ser por la vergonzosa actuación del árbitro, vaya eso por delante, mas ese error, multiplicado además por tres, condiciona y ensucia todo. Su actuación, el partido y la Liga. Pero no pasará nada. Aquí nunca pasa nada.