El Sevilla será local en la final de la Copa

La RFEF accede al dar por válido el nacimiento del club nervionense en 1890

22 mar 2018 / 20:00 h - Actualizado: 23 mar 2018 / 17:12 h.
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  • Los jugadores del Sevilla y del Barcelona posan junto a los árbitros antes del inicio de la final de la Copa del Rey de 2016. / Efe
    Los jugadores del Sevilla y del Barcelona posan junto a los árbitros antes del inicio de la final de la Copa del Rey de 2016. / Efe

La Copa del Rey celebrará el próximo 21 de abril la gran fiesta del fútbol español, la final del torneo, a disputar en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid entre Sevilla y Barcelona. Dos de los equipos más exitosos en este torneo que se volverán a ver las caras dos años después de protagonizar, también en Madrid, la gran final de la temporada 2015-16. Pero en esta ocasión, según ha podido averiguar El Correo de Andalucía, habrá una diferencia en las formalidades: el Sevilla será el equipo local. La normativa de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), organizadora del torneo, indica que actuará de local el equipo con mayor antigüedad. El Sevilla, tras las investigaciones de su área de historia, que descubrió hace unos años que los orígenes del club están en el final del siglo XIX y no en 1905 (fecha de su formalización oficial como entidad), cambió sus estatutos a finales de 2015 fijando 1890 como el año de su fundación. «El Sevilla Fútbol Club se fundó el 25 de enero de 1890 como Asociación Privada de carácter cultural y deportivo. El proceso registral de la misma se completó, según la normativa vigente, el 14 de octubre de 1905, previa aprobación de estatutos y reglamento el 23 de septiembre anterior», explicó el propio Sevilla hace dos años y medio. El FC Barcelona fue fundado el 29 de noviembre de 1899. Se trata de la culminación de una ardua tarea de persuasión culminada hace unas semanas por el propio presidente sevillista, José Castro.

Para la final de hace dos temporadas, la RFEF no quiso entrar en polémicas arguyendo que, a fecha de la celebración de aquel partido (22 de mayo de 2016), no había nada publicado en el Registro Oficial del Registro Mercantil, por lo que la final se disputó como Barcelona-Sevilla. De hecho, el conjunto entonces entrenado por Unai Emery tuvo que lucir medias rojas en lugar de negras, las normales de la primera equipación sevillista. Fue este el único cambio en cuanto a vestimenta. Para esta ocasión, el Sevilla ha actuado con tiempo y solicitó formalmente a la RFEF el cambio de orden, no poniendo impedimentos el organismo federativo, aunque todavía no ha formalizado públicamente esta simbólica novedad. Tampoco ha puesto demasiados impedimentos un Barcelona que, de hecho, anuncia el encuentro en su página web como Sevilla-Barça y no al revés, como sucedió en temporadas anteriores (el club catalán ha disputado también las tres últimas finales del campeonato). Más allá de la utilización de un vestuario u otro en el Metropolitano (en este caso el club azulgrana usará el local por pura logística, ya que los autobuses de los equipos entran por diferenes zonas al estadio) o de los distintos banquillos, que el Sevilla sea en esta ocasión el equipo local afectará de nuevo al color de las medias, aunque en este caso tendría que cambiarlas el club catalán al ser azules oscuras y susceptibles de ser confundidas con las negras del Sevilla. El Barça suele utilizar las de color grana cuando juega en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

Concentración antiFeria

Sea como sea, será una cita especial entre el Rey de Copas (el Barcelona posee 26 copas, incluidas las tres últimas) y un Sevilla que acumula cinco, dos de ellas en los últimos once años. Y especial será también porque el partido es el último día de celebración de la Feria de Abril. Así las cosas, Vincenzo Montella, según desveló el Diario AS, tiene la intención de concentrar a su equipo para aislarlo de posibles tentaciones en el Real en los días posteriores al partido ante el Deportivo en Riazor, que tendrá lugar el martes (17) o el miércoles (18) de esa semana, para así evitar inconvenientes de cara a la preparación de tan importante cita en Madrid. Habitualmente el Sevilla ha solido hacer concentraciones de este tipo ante citas de enjundia, habituales en la atractiva primavera sevillana. No fue la ocasión de hace dos temporadas, pues el conjunto nervionense tuvo que jugar la final copera ante el Barcelona sólo unos días después de proclamarse campeón de la Europa League por quinta vez en Basilea ante el Liverpool. Quizás esta vez las medias negras puedan traer más suerte a los sevillistas, que hincaron la rodilla en 2016 en la prórroga.