Tenis

Alcaraz aplasta los sueños de Djokovic para conquistar su segundo Wimbledon

El campeón del año pasado revalida el título dominando al exnúmero 1 para conseguir también el 'doblete' en Roland Garros y Wimbledon (6-2, 6-2 y 7-6)

Jaume Pujol-Galceran

El partido para la historia lo escribió Carlos Alcaraz para revalidar su segundo Wimbledon consecutivo,, con solo 21 años, conquistando el cuarto Grand Slam después del US Open en 2022, Wimbledon en 2023 y Roland Garros este año. Cuatro de cuatro. Mejor efectividad imposible.

Y lo logró ante el siete veces campeón del torneo, Novak Djokovic, que buscaba la octava corona y el 25 Grand Slam en su carrera. No le dejó el tenista español que le derrotó de forma contundente por 6-2, 6-2 y 7-6 (4). Un triunfo para conseguir ese 'doblete', París-Londres, solo reservado a las leyendas a los mejores.Alcaraz ya está en esa lista junto a Rod LaverBjorn BorgRafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic. Con su victoria iguala también los dos Wimbledon ganados por Nadal y los cuatro Grand Slams de Manuel Santana.

Inicio contundente

La entrada de Alcaraz fue de la del campeón seguro de sí mismo. Desde el primer punto le puso la presión a Djokovic al que cedió el paso en el camino a la central. Con una sonrisa, y en la pista el primer servicio. Pero cuando se puso en juego la primera bola fue implacable para buscar la rotura de salida que hizo suya en el cuarto ‘break point’ y tras 14 minutos de lucha.

Un duro golpe para Djokovic que empezaba a remolque ante un rival sólido, seguro en su táctica, sin errores, que hacía un segundo ‘break’ (4-1) para tomar una ventaja y cerrar el primer set ventaja de 3-1 y ya no la dejaba hasta cerrar el primer set en 43 minutos. 

Djokovic no parecía el tenista que tenía su nombre en el palmarés en siete ocasiones, que buscaba el octavo título y el 25 Grand Slam. Era un espectador en la pista, como lo eran más tranquilos, seguro, en el palco los extenistas invitados y campeones algún día en Wimbledon, como Andre AgassiStefan EdbergBjorn BorgLleyton HewittMartina Navratilova (nueve veces sampeona), Chris Evert, Margareth Court (vencedora de 24 Grand Slams), a pocos metros de Kate Midleton, la princesa de Gales, que hacía su primera aparición pública tras superar un cáncer. Todos, como los 15.000 espectadores que llenaban la central de Wimbledon, dispuesto a ver otro partido para la historia del centenario torneo.

Carlos Alcaraz, en un momento del partido. / AP

Ley implacable

Pero sobre el césped no había la batalla esperada. Alcaraz imponía su ley implacable. Djokovic no encontraba la manera de plantar cara al rival descomunal que tenía al otro lado de la red, que mantenía un ritmo y una velocidad difícil de seguir para el serbio. Volvía a perder su saque de salida y solo podía apuntar dos juegos en su casillero antes de que Alcaraz le arrebatara la segunda manga.

En apenas 75 minutos, Djokovic estaba contra las cuerdas. Una sensación desconocida para él en Wimbledon y en sus 37 finales de Grand Slam disputadas. La impotencia le impedía enfadarse, sacar su rabia. Estaba entregado, sin piernas para luchar ante un rival más fuerte, más rápido y más efectivo con sus golpes.

Novak Djokovic, durante la final de Wimbledon. / EP

Djokovic intentó un esfuerzo para no salir de la pista humillado. Tuvo un ‘break point’ para adelantarse 4-2, también lo había tenido en el segundo set con 5-2 en contra, Pero Alcaraz no estaba dispuesto a ceder ni un palmo. Lo solucionó con su servicio y un ‘ace’ final para salvar la situación y, en la siguiente oportunidad, arrebatarle el servicio nuevamente a Djokovic (5-4) y colocarse con un 40-0 para rematar la victoria.

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Final con 'tie break'

Alcaraz ya no dejó escapar la victoria en su cuarta oportunidad, con un resto de Djokovic a la red, tras 2 horas y 25 minutos, y ser él quien escribía la historia, mientras a los pocos segundos ya estaba colocado su nombre en el palmarés del All England Tennis Club de Londres.

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