"Queremos que venga todos los años": Sevilla vibra con la llegada de la Vuelta a España

Que no pasen otros 14 años para que la Vuelta a España acabe de nuevo en Sevilla. Ha sido la petición más repetida por los sevillanos este miércoles en el Paseo de Colón, que han vivido con emoción la llegada del pelotón a la ciudad, desde Pino Montano hasta la ribera del Guadalquivir. Desde 2010, con una contrarreloj nocturna, la capital no acogía el final de una etapa. Mucho tiempo para unos vecinos que se vuelcan con cada evento deportivo que hay en la ciudad, y que lo han vuelto a demostrar bajo unos sofocantes 36 grados al mediodía y al sol y en unas fechas en las que muchos sevillanos se encuentran fuera de la provincia.

Con maillots de los diferentes equipos, peluches, banderas o plásticos hinchables para animar, pero también con gorras, abanicos, paraguas, botellas de agua y todo lo que sirviera para soportar el calor. Durante toda la jornada los patrocinadores habían estado repartiendo merchandising de la competición en el Parque Vuelta, junto al río, para amenizar y ayudar a los aficionados a aguantar las altas temperaturas. Y estos han respondido formando hileras a ambos lados de la carretera para animar a los ciclistas.

Enric Mas, Mikel Landa, Sepp Kuss o Richard Carapaz han circulado por la Avenida de Portugal, la Avenida Menéndez Pelayo, la Avenida de la Palmera o el Paseo de las Delicias, aunque como se preveía la llegada ha sido al sprint, imponiéndose por sorpresa el checo Pavel Bittner, de 21 años, a la altura de la Maestranza. Eso sí, en la línea de meta entre los aficionados no hay dudas con quién ganará la general: Primoz Roglic.

Sevilla, volcada con la Vuelta

Desde primera hora de la mañana las principales calles de la ciudad se han vestido de rojo con los preparativos. Con vallas, carteles, camisetas, o camiones. Desde días anteriores ya se conocían los cortes de tráfico y Sevilla ha quedado medio paralizada durante unas horas, desde las 8.00 sobre todo en el Paseo de Colón, donde no se ha respirado otra cosa que ciclismo y festividad en torno a la gran pancarta que anunciaba la meta.

La Vuelta vive un último esprint bajo el calor de Sevilla

Aficionados de distintos barrios de la capital, de municipios de toda la provincia, pero también desde otros puntos de España o incluso del mundo, se han movilizado y se han lanzado a las calles para ver a los ciclistas pasar durante unos segundos.

Por ejemplo, Lucía Cavalli, a pocos metros de la línea de meta, cuenta a este medio que ha viajado desde Italia con sus dos hijos para pasar las vacaciones en Sevilla precisamente por la llegada de la Vuelta. "Hemos visto ya el Giro y el Tour este año. Sabíamos que venía y hemos elegido Sevilla por la etapa. Nos está gustando mucho", asegura. "Hace mucho calor, pero se puede soportar", comenta mientras uno de sus hijos aguanta un paraguas.

Martin Leiton va vestido con una camiseta de la selección colombiana de fútbol. No es el único de Sudamérica colocado en las vallas. Se ven banderas mexicanas, ecuatorianas, venezolanas, etc. "Qué espacio tan espectacular para divertirse y compartir con la gente", afirma. Vive en Camas y se ha acercado a la capital solo por la Vuelta.

Como él, muchos son los desplazados desde la provincia. Pablo, y su hijo Jesús, llegados de Dos Hermanas, mientras se divierten en los stands de los patrocinadores, afirman que estuvieron en 2010 y han venido de nuevo a verlos. "Soy fan del ciclismo y esto es espectacular". O José Antonio, de Osuna, cuenta que le está "encantando el ambiente" y que es algo increíble "para aquel que le guste el deporte", mientras abraza una botella de agua de un litro.

Repetir como llegada

Los sevillanos mandan un mensaje a la organización de la Vuelta y al alcalde: "Debería venir más a menudo. Aquí hay mucha gente que le gusta el ciclismo". En los últimos años, incluso la caravana ha sorteado Andalucía, pero ha regresado con fuerza y la cantidad de aficionados en las calles les da la razón. Sevilla pide tener más presencia en la ronda ciclista en los próximos años.

"Esto no se ve mucho, cambia año tras año. Que vuelvan", afirma Martin Leiton. "Que use todo lo que pueda el alcalde", comenta Pablo, mientras que su hijo, que trabajó en la Vuelta, cree que "Sevilla es un sitio muy bonito para un evento así". "Hay mucha afición, a la vista está la cantidad de gente que hay con el calor que hace", añade.

José Antonio, con el Teatro de la Maestranza al fondo, coincide: "Por supuesto que me gustaría que viniera más a Sevilla y lo podamos disfrutar los sevillanos". "Esto es un lujo para todos los que nos gusta el ciclismo y queremos ser ciclistas", expresa Pablo Salero, vecino de Cantillana que pertenece al Hegotarrak Club Ciclista de Vitoria.

Victoria ganada al calor

Al final, las ganas por ver al pelotón se han impuesto a las altas temperaturas. En el Parque Vuelta los patrocinadores regalaban hamburguesas, vino, agua, fruta, etc. Y también lograban que los más pequeños se divirtiesen con actividades. Otros optaban por resguardarse bajo las copas de los árboles mirando las pantallas gigantes.

Mientras tanto, desde los más jóvenes hasta los más veteranos, los ciclistas han llegado exhaustos pasadas las 18 horas, más tarde de lo previsto, echándose agua por encima. De ello da fe Fran, un vecino de Coria del Río, que junto a su bici espera la llegada. Asegura haber recorrido 22 kilómetros desde su pueblo hasta el Paseo de Colón y bromea: "Viniendo para acá lo he pensado. Lo que han vivido puede ser lo más cercano a la muerte seguro".

Cada aficionado y cada ciclista habrá vivido la jornada de una manera. Para el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha sido "un día inolvidable". Para otros, "un espectáculo". Para Pavel Bittner, una de las tardes más felices de su vida. "Todavía no me lo creo", aseguraba en zona mixta. Pero todos coinciden en algo, querer volver a disfrutar del ciclismo en la ciudad en 2025.