Sostenibilidad

La Asociación de Gestores Urbanos del Agua reclama inversiones por 6.200 millones para mejorar las infraestructuras en España

 En los últimos 10 años, sólo se han ejecutado el 30% de las inversiones planificadas según el informe 'Déficit de inversiones en el ciclo urbano del agua en España', elaborado por AGUA y la consultora PwC 

Hilario Albarracín, presidente de AGUA; Victoria Arnau, periodista y presentadora de Antena3 Noticias; y Santiago Otero, socio de estrategia de PwC

Hilario Albarracín, presidente de AGUA; Victoria Arnau, periodista y presentadora de Antena3 Noticias; y Santiago Otero, socio de estrategia de PwC

En los últimos años, España está sufriendo un estrés hídrico acuciante a causa de la emergencia climática. La zona mediterránea o la cuenca del Guadalquivir han vivido recientemente sequías severas como consecuencia de esta situación. Sin embargo, en los últimos 10 años, sólo se han ejecutado el 30% de las inversiones planificadas. Por ello, es necesario reforzar, a través de la colaboración público-privada, las inversiones necesarias para afrontar la escasez hídrica, ser más resilientes y garantizar, de este modo, el suministro de agua para las próximas generaciones.

Estas son algunas de las conclusiones del informe 'Déficit de inversiones en el ciclo urbano del agua en España', elaborado por la Asociación de Gestores Urbanos del Agua (AGUA) en colaboración con la consultora PwC y presentado esta mañana en Madrid. Según el informe, el ciclo urbano del agua necesita una inversión anual de 6.200 millones de euros para expandir, renovar y mejorar la infraestructura y cumplir los objetivos regulatorios del sector. Entre las partidas previstas, destacan los 2.600 millones para actualizar las infraestructuras contempladas en los Planes Hidrológicos, 550 millones en nueva infraestructura no incluida en estos planes, 2.600 millones para renovar los activos existentes y 450 millones para adaptar los activos de depuración a los nuevos requerimientos fijados en la revisión de la directiva europea.

AGUA, formada por 45 operadoras del ciclo urbano del agua, alerta, además, de que la inversión en el ciclo urbano del agua en España en el período que va del 2017 al 2022 ha alcanzado en promedio unos 1.200 millones de euros anuales, lo que supone un déficit anual de 5.000 millones de euros. Con el fin de mejorar la financiación de las infraestructuras del sector, a través de su informe, AGUA propone diferentes medidas como la inclusión de partidas específicas en las tarifas del agua, cambios regulatorios para flexibilizar el modelo de las concesiones o la creación de un Fondo Nacional del Agua para financiar aquellas actuaciones en las que la financiación por medios convencionales sea complicada. También se propone la creación de un ente regulador específico para el sector que dote de independencia y de un mayor carácter técnico a la toma de decisiones en el sector agua. 

"España está en máximos de endudamiento historico, hay problemas con el déficit y sobre todo las partidas asociadas al Estado del Bienestar van a crecer. Parece lógico que en determinada actividades, los modelos de colaboracion público-privada tengan más peso", señala Santiago Otero, socio de estrategia de PwC y coordinador del informe que apunta que en el sector privado hay mucha liquidez. "Por ejemplo, en fondos de infraestructuras. Deberiamos movernos en esa direccion", apunta Otero.

El informe destaca que en la actualidad existe una considerable cantidad de capital disponible buscando oportunidades de inversión (concepto conocido por su término inglés 'dry powder', es decir, recursos financieros líquidos que están disponibles para ser invertidos), lo que podría respaldar la implementación exitosa de proyectos bajo estos modelos de colaboración. En total, en 2021 había disponibles, 301 mil millones de dólares para la inversión a nivel mundial, cantidad que se encuentra por encima de la cifra que fue utilizada para financiar infraestructura ese mismo año.

Asimismo, el PERTE de digitalización del ciclo del agua, que contempla una inversión de más de 3.400 millones de euros bajo el paraguas del fondo Next Generation de la Unión Europea, puede contribuir a mejorar las infraestructuras del ciclo urbano del agua, pero no es suficiente. El informe alerta de que estos fondos Next Generation EU y el PRTR (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España) tendrán un impacto limitado en el sector del agua en España, insuficiente para paliar el déficit de inversión, por lo que la colaboración público-privada se hace imprescindible para desplegar todas estas nuevas inversiones necesarias para garantizar el servicio que el sector presta a la sociedad. 

Mejoras en el consumo

Todas las fuentes de consumo de agua en España han mostrado una tendencia decreciente en las últimas dos décadas. En concreto, todos los usos han decrecido a un ritmo aproximado de un 1% anual. "Esto es una consecuencia de la mejora en eficiencia de captación y transporte de la infraestructura", afirma Otero. Del lado contrario, es importante destacar que existe una gran disparidad en los niveles de pérdidas entre diferentes regiones y municipios. Por ejemplo, las áreas urbanas densamente pobladas suelen tener niveles de pérdidas menores (por ejemplo: Madrid y Barcelona), gracias a la implementación de tecnologías avanzadas y la calidad de sus infraestructuras. En contraste, en zonas rurales, estas cifras pueden alcanzar hasta el más del 30%.

Como punto a destacar, los volúmenes de agua depurada en España superan, desde 2004, el volumen del agua abastecida. En concreto, en 2020, el agua abastecida fue de 4,2 mil hectómetros cúbicos, mientras que al agua depurada fue 4,9 mil hectómetros cúbicos, un 115% del valor anterior. Ello se debe a que el sistema depura, no solo el agua abastecida para el consumo urbano, sino también aquella provenientes de las precipitaciones recogidas por el alcantarillado. Si bien existen aún casos puntuales en los que se producen vertidos de aguas no depuradas a cauces naturales, el consenso es que España ha alcanzado ya el 100% de captura y tratamiento de las aguas residuales generadas en el ámbito urbano.

El socio de PwC recuerda que la recolección y tratamiento de la totalidad de las aguas residuales "es un requisito exigido por las normativas europeas". Estas precisan, no solo que las aguas urbanas tengan un tratamiento básico (ocasionalmente llamado tratamiento primario), sino que, además, la depuración se adhiera a criterios de depuración más estrictos conocidos como tratamientos secundarios, tratamientos terciarios y —por último— los recientemente introducidos tratamientos cuaternarios.

Renovación de infraestructuras

En 2019, la tasa de renovación de los activos relacionados con el abastecimiento y el alcantarillado en España, apenas alcanzó el 0,4%, ubicándose por debajo de otros países comparables como Portugal y por debajo de la media de la UE, que se sitúa +0,3 puntos porcentuales (en el 0,7%). Asimismo, la tasa de renovación de los activos de depuración en España también se encuentra en niveles inferiores en comparación con otros países europeos, con la UE situándose +0,4 puntos porcentuales por encima. Estos indicadores subrayan la necesidad urgente de redoblar esfuerzos para mejorar y modernizar la infraestructura del sector. La persistente falta de inversión en la renovación de infraestructuras ha dejado a España con una red de servicios de agua notablemente envejecida. En el año 2018, los datos más actualizados de los que se dispone, un 26% y un 44% de las redes de abastecimiento y alcantarillado contaban ya con más de 40 años de antigüedad.

Respecto a la inversión, en primer lugar, se vuelve evidente que España invierte muy por debajo de otros países europeos comparables tanto en términos per cápita, como en porcentaje del PIB, como por superficie del país y habitante. Expresado en términos per cápita, por ejemplo, en el quinquenio 2017-22 España invirtió 24 euros per cápita en el ciclo urbano — el valor más bajo entre las economías avanzadas de Europa. Países líderes como Holanda invierten casi 180 euros por habitante mientras que países representativos de la media europea, como Alemania y Francia, invierten 91 y 89 euros per cápita, respectivamente. "En otras palabras, España debería invertir casi cuatro veces más de lo que hace actualmente para converger con la media", afirma Otero.