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Cherubina da el salto a empresa de moda y complementos con más producción y más tiendas

La firma sevillana de moda y complementos Cherubina vive un pletórico vigésimo aniversario en el que tiene lista de espera de distribuidores que quieren comercializar sus colecciones, dado el éxito de ventas de sus colecciones de ropa, muchos de cuyos modelos se agotan.

Ana García González, fundadora de Cherubina y creadora de todos los diseños de esta firma sevillana de moda y complementos; y su esposo y socio, Pedro Parias Jiménez, que gestiona toda la dimensión económica y administrativa de la empresa, en la imagen en su sede, en el Parque Empresarial Arte Sacro, de Sevilla.

Ana García González, fundadora de Cherubina y creadora de todos los diseños de esta firma sevillana de moda y complementos; y su esposo y socio, Pedro Parias Jiménez, que gestiona toda la dimensión económica y administrativa de la empresa, en la imagen en su sede, en el Parque Empresarial Arte Sacro, de Sevilla. / El Correo

Juan Luis Pavón

Juan Luis Pavón

“Si algo me caracteriza es que soy muy constante”. Así se define Ana García González, nacida en Sevilla hace 47 años, que no es conocida por su nombre y apellidos sino por Cherubina, la firma de sus creaciones en vestidos y complementos. La intensa identificación de su persona con su marca, mucha gente la llama Ana Cherubina, tiene la cualidad de conferir vitola de nombre artístico a la continuidad comercial y diversificación de productos de su empresa, que, 20 años después, ya no es solo una iniciativa creativa unipersonal, sino una pyme con 30 trabajadores en plantilla. Donde ella está afanada en idear colecciones para cada temporada y afrontar un volumen de producción en progresión geométrica y con demanda internacional, además de dedicarse personalmente a resolver, cosiendo y bordando, los detalles concretos de artículos y objetos en concreto. Con la constancia que le puso a pergeñar el primer bolso que ideó en su hogar. “Muchas noches las acabo cosiendo. Cuando te gusta tu trabajo, no te pesa”.

“Nuestra ropa se vende en 40 tiendas multimarca, y tenemos amplia lista de espera de establecimientos que quieren venderla, pero no tenemos producción suficiente para distribuirla. Con el auge de las redes sociales, se ve por todas partes, y nos están llamando desde muchos países para venderla. La colección para este verano ha funcionado tan bien que muchas prendas se han agotado. Nuestro crecimiento como empresa ha sido muy pausado, teniendo los pies en el suelo. Y ahora, sin perder ese criterio, vamos a impulsar estrategias de desarrollo más fuerte. Y vamos a abrir tiendas en más ciudades españolas”, explica la fundadora de Cherubina.

Ana García junto a las propietarias de las tiendas de moda en Japón que venden las colecciones de moda de Cherubina, incluidas sus trajes de novia.

Ana García junto a las propietarias de las tiendas de moda en Japón que venden las colecciones de moda de Cherubina, incluidas sus trajes de novia. / El Correo

De la judicatura a la artesanía

Con ella, la moda española ha ganado un talento, en detrimento de la judicatura. Porque Ana García cursó por vocación la carrera de Derecho, y tras completarla en la Universidad de Sevilla se estaba preparando las oposiciones para ser juez. “Llevaba cuatro años esforzándome duramente para ese objetivo, pero en el año 2003 decidí dar un giro a mi vida. Mi preparador, Santiago Martínez Vares, que era entonces presidente de la Sala Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, fue nombrado magistrado del Tribunal Supremo y se trasladó a Madrid. Decidí darme un respiro en la vida de opositora y opté por dedicarle más atención a mi otra pasión: la creatividad artesanal. En mis años de universitaria, ya diseñaba y hacía bolsos, uno a uno, y los vendía entre compañeros y amistades”.

Su interés por el Derecho entronca con el ejemplo de su abuelo notario. La cualidad de solvencia técnica, de su padre, Gabriel García, aparejador. Y la pasión por la artesanía se la transmitió su madre, Lola González, que comenzó la carrera de Bellas Artes con 25 años de edad y fue capaz de ser profesora de Pintura Mural durante 10 años en la facultad de la Universidad de Sevilla. “Me encantaba ir con ella a las aulas y talleres. Desde niña me ha fascinado la pintura, el bordado, la cerámica, el mobiliario,... Todo lo creado artesanalmente”.

Colección de moda de Cherubina expuesta en la feria de moda Who's Next celebrada en París.

Colección de moda de Cherubina expuesta en la feria de moda Who's Next celebrada en París. / El Correo

Recuerda cómo, en la tentativa de probarse más como creadora de bolsos, “empecé a personalizarlos, con la cara de los bebés, o de las mascotas, y me iba fenomenal la venta. Entonces no estaba de moda esa forma de personalización. Los hacía uno a uno, y mi domicilio familiar en Plaza Nueva, donde residen mis padres, empezó a ser un reguero de gente que llamaba al telefonillo del portero electrónico para encargarlos o para recogerlos. La primera campaña navideña fue algo inusitado, con una demanda espectacular”.

Esas experiencias la reforzaron para convertirse en emprendedora. “La carrera de Derecho me sirvió mucho para constituir la empresa. Y desde el principio tuve la visión de crear marca. Mi primer bolso ya llevaba la marca Cherubina. Alquilé un pequeño local de 30 metros cuadrados en el barrio de Los Remedios, que usaba a la vez como taller y tienda. Yo lo hacía todo, incluido buscar proveedores de materiales. Como iba tan bien, de los bolsos pasé a hacer también sombreros y tocados”.

Implicar a su pareja y a su hermana

No conforme con esa dimensión, se probó en el reto de ser también creadora de ropa. “Ya no podía sola para toda la gestión empresarial, y hablé con mi pareja, Pedro Parias Jiménez, que trabajaba como director de compras en Landaluz, la Asociación de Alimentos de Andalucía. Él siempre me había ayudado, pero acordamos que él entrara como socio de Cherubina, dejara ese empleo y se dedicara totalmente al desarrollo de nuestra empresa, mientras yo impulsaba la vertiente creativa. E involucré a mi hermana Lucía para asumir todo lo relacionado con marketing y comunicación, ella también hace las fotografías. Así funcionamos, somos dos socios, y un banco de tres patas”.

La fundadora de Cherubina elaborando un tocado para una de sus clientas.

La fundadora de Cherubina elaborando un tocado para una de sus clientas. / El Correo

Pedro Parias Jiménez también nos atiende desde la sede de Cherubina, tanto las oficinas como el taller, que está en el denominado Parque Empresarial Arte Sacro, junto al barrio sevillano de Pino Montano. Han unido cuatro de las naves de ese complejo ideado hace décadas desde el Ayuntamiento hispalense para ofrecer espacios tanto a pymes tradicionales como a nuevos emprendedores en las industrias creativas y culturales. “Los techos son muy altos y en su conjunto es un espacio diáfano en el que entra mucha luz y es muy agradable tanto para nosotros y nuestro equipo a la hora de trabajar como para quienes nos visitan”.

La línea de ropa casual iniciada durante la pandemia

La irrupción de la pandemia covid y el periodo de confinamiento trastocó totalmente la actividad empresarial de Cherubina y les obligó a afrontar nuevos retos. “Se nos quedó colgada toda la colección de trajes de novia. Entendimos rápido que durante un largo periodo la gente solo iba a demandar ropa para estar en casa y ropa casual. Empezamos con lo primero, y fue muy intensa la demanda de pijamas y batas”, recuerda Ana.

Después tomaron la decisión de atreverse a competir en el ámbito de la ropa casual. “Nunca me lo había planteado porque suponía competir en un segmento comercial liderado por empresas como Inditex, que no solo son insuperables en producción y en precio, sino que hacen ropa con unas terminaciones buenísimas. Por poner solo un ejemplo, con qué calidad consiguen integrar las cremalleras en muchas prendas. Ya quedó atrás la pandemia y no podía imaginarme qué bien se está comercializando nuestra ropa casual, nos está yendo de cine”, confiesa Ana García.

En Sevilla tienen una tienda, en la calle Muñoz Olivé. En Madrid abrieron hace seis años una tienda de 100 metros cuadrados en la calle Núñez de Balboa, y el año pasado inauguraron la segunda, en la calle Hermosilla, con 350 metros cuadrados, que tiene dos zonas, una de colecciones y otra de atelier para las novias. Según Pedro Parias, “en el año 2023 hemos facturado 3 millones de euros, el 40% fue a través de venta online. En ropa, de cada modelo solemos producir entre 200 y 250 unidades. Muchas se nos están agotando, tenemos que incrementar nuestra capacidad de fabricación”.

La Reina Letizia y la Princesa Leonor

La decisión de la Reina Letizia de utilizar en numerosos actos institucionales vestidos y complementos de firmas españolas de moda que son más accesibles y asequibles para la población, dentro de su estrategia de representar al país con un estilo de mayor proximidad y naturalidad que la realeza de antaño, está influyendo muy positivamente en empresas como Cherubina.

“Cuando algunas mujeres conocidas por la opinión pública están en eventos vistiendo nuestra ropa, se nota en las redes sociales cómo aumenta el conocimiento sobre nuestra marca y los comentarios favorables. Pero nada es comparable a la repercusión que se origina cuando la Reina elige un modelo nuestro. Ya se ha vestido con varios, y también con tocados que le hecho a medida. Es nuestra mejor embajadora, igual que de otros diseñadores. Y ya también comienza a serlo la Princesa Leonor, que también ha aparecido en público con varias prendas de nuestra firma”, explica la fundadora de Cherubina.

Añade Pedro que “nos ha sorprendido hasta qué punto se incrementan las ventas online desde países como Francia y Gran Bretaña, y no solo en España, cuando se comenta en las redes sociales qué ropa llevan la Reina Letizia y la Princesa Leonor. Tienen mucho seguimiento a nivel internacional, y desde el extranjero todos son comentarios positivos hacia ellas”.

Además de sus tres líneas de ropa: casual, novias e invitadas, tienen también zapatos, tocados, sombreros y perfumes. “La idea es crear un universo Cherubina, ampliando aún más nuestra gama de artículos. Tenemos muchas seguidores a las que les encanta todo lo que hacemos, y repiten con nosotros cuando compran”, nos cuenta Ana. “El éxito no me impide seguir teniendo los pies en el suelo. Porque en la moda estamos continuamente sometidos al examen del público, cada colección de temporada es una prueba que superar a ojos de los demás”.

Para inspirarse, se siente especialmente activa cuando viaja. “Me gusta ver lo que sucede en otros países, conocer tendencias. Me encanta entrar en tiendas de lujo, como las de Valentino, entre otros, y poder fijarme en las terminaciones de sus vestidos. No somos marca de lujo pero es bueno aprender de los grandes maestros”.

Considera la fundadora de Cherubina que “hemos dado un salto de calidad con el taller de 10 personas que hemos conformado en nuestra sede central. Es digno de alta costura. Estoy aprendiendo a delegar, creo que ya tengo el ojo educado para discernir quién hace mejor una faceta u otra. Cherubina se caracteriza por la calidad del patrón y de la costura. Es difícil tener en España talleres que nos resueltan todo lo que necesitamos. Algunos de Galicia trabajan en parte para nosotros. No queremos trasladar la producción a China. Y valoramos muchísimo que tengamos tantos clientes que optan por los artículos de nuestra marca, aunque sean más caros que los de otras empresas, porque no solo les gustan sino que les encanta que sean producidos en España”.

Creciente demanda de sus trajes de novia

También está aumentando de modo notable la actividad de Cherubina para el diseño y venta de trajes de novia, tanto los personalizados como los de colección para tiendas multimarca. “En un año hemos hecho en nuestro taller de Sevilla el traje a medida para 200 novias, y en Madrid para 60. En Japón hay dos tiendas que comercializan nuestra ropa y también venden la colección de novia”, explica Pedro. Según nos comentan, por lo general el precio en España suele ser de entre 3.000 a 3.500 euros.