Industria

Bruselas sigue adelante con los aranceles al coche chino tras no lograr frenarlos los países reticentes

Cuerpo sostiene que España se ha abstenido en la votación para "seguir avanzando en la negociación" y evitar "una escalada de medidas comerciales que puedan ser perjudiciales para todos"

Un vehículo eléctrico en un concesionario europeo.

Un vehículo eléctrico en un concesionario europeo. / EFE

La mayoría de los 27 gobiernos de la Unión Europea deja en manos de la Comisión Europea la decisión de elevar los aranceles al coche eléctrico importado desde China. En la votación que se ha celebrado este viernes en Bruselas, los Ejecutivos europeos han sido incapaces de sumar una mayoría a favor ni en contra de la propuesta de elevar las aduanas a las importaciones de estos vehículos. De esta manera, será la Comisión Europea quien tenga el poder en los próximos días de hacer permanentes las tarifas que la UE impone de manera provisional desde el pasado mes de julio.

Solo cinco países han votado en contra de la propuesta de Bruselas de hacer permanente los gravámenes. Alemania, como principal mercado de fabricación de vehículos en la región, es uno de ellos por las consecuencias que tendría una guerra comercial con Pekín. España, que pidió ayer a la Comisión Europea seguir negociando con China "hasta el último momento" en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), es uno de los países que se ha abstenido junto a otros once países. La medida requería un bloque de al menos 15 Estados miembro que representasen un 65% de la población a favor de la medida. Como no ha ocurrido así, la Comisión Europea deberá tener en cuenta el resultado.

La posición de abstención de España ha sido explicada como "coherente" por el ministro de Economía y Empresa, Carlos Cuerpo. "Más allá de la imposición de aranceles, tenemos que seguir avanzando en la negociación, puesto que es importante la protección de un sector tan estratégico como es el sector del automovil y hay que hacerlo evitando una escalada de medidas comerciales que puedan ser perjudiciales para todos", apuntó en la salida del Foro de la Toja. Cuerpo también ha alegado que una de las principales vías que debe proteger España "es la llegada de inversión" , de ahí que sea tan importante "seguir negociando con productores y autoridades chinas". A mediados de septiembre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sugirió la reconsideración de la postura sobre los aranceles.

Guerra automovilística

La lucha por proteger el sector europeo de automoción se remonta a hace un año. La Comisión Europea activó la vigilancia de las importaciones de vehículos chinos tras observar entradas "masivas" de casi 200.000 entre octubre de 2023 y enero de 2024, un 11% más que en el mismo periodo del año anterior. Tras nueve meses de investigación, la Unión Europea concluyó el pasado mes de julio que los vehículso eléctricos procedentes de China se benefician de "subvenciones desleales" que están causando "una amenaza de perjuicio económico" a los productores europeos.

Como consecuencia, Bruselas confirmó la aplicación de aranceles de hasta el 36,3% al fabricante SAIC, del 19,3% a Geely y del 17% a BYD. Otros fabricantes que han cooperado con los servicios comunitarios durante las pesquisas afrontarian una tarifa aduanera del 21,3%, tres décimas más que en la primera propuesta, mientras que el resto estarían sometidos al 36,3%. Como novedad, la Comisión Europea anunció la fijación de un arancel del 9% a Tesla por su producción en China tras completar un examen específico que la compañía de Elon Musk solicitó en el marco del proceso de la investiación.

China reaccionó a las tarifas aduaneras con el inicio de una investigación a las importaciones de carne de cerdo y productos lácteos de la UE, que para España representan una factura de exportaciones cercana a los 1.900 millones de euros en el primer caso y de 91 millones en el segundo. Por su parte, Bruselas decidió impugnar la semana pasada ante la OMC la investigación china a los productos lácteos.